La Diputación provincial ha firmado este miércoles un convenio extraordinario de 50.000 euros con la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer y Otras Demencias de Soria, ante la amenaza del cierre de sus instalaciones por motivos económicos, derivados especialmente de la pandemia sanitaria del COVID-19.
El presidente de la Diputación de Soria, Benito Serrano, y el presidente de Alzheimer Soria, Antonino Gómez, han firmado el convenio que se suma a la colaboración habitual de la institución de 17.000 euros.
Además de la aportación de la Diputación de Soria, el Ayuntamiento de la ciudad también apoyará económicamente a la Asociación con una cuantía similar que se aprobará próximamente, mientras que la Junta también colaborará.
La vocal de la Junta Directiva de Alzheimer Soria, Carmen José Ruiz, ha explicado que los problemas económicos llevan desde el año 2019 ya que la Asociación lleva años arrastrando el "gran esfuerzo económico" que supone asumir el 80% del total del presupuesto, cifrado en unos 750.000 euros. El 20% restante llega de las administraciones.
En este sentido, ha detallado que, debido a la crisis sanitaria, se han tenido que cerrar los centros de día y se ha bajado en número de usuarios, además de "no poder realizar actividades de donde se recaudaba parte del presupuesto".
Alzheimer Soria cuenta con 110 usuarios, aunque en la actualidad no todos acuden a los centros "por miedo", y 26 trabajadores, además cuenta con dos sedes en la capital, en San Hipólito y Gaya Nuño, y otra en Ólvega, así como talleres cognitivos semanales en San Esteban de Gormaz y El Burgo de Osma.
La vocal ha detallado que, con el fin de cumplir con la distancia de seguridad, el Gaya Nuño atiende a 20 usuarios por la mañana y 20 por la tarde, el centro de San Hipólito se apoya en el salón de actos mientras que en Ólvega cuentan con el centro social al no abrir sus puertas este año.
Carmen José Ruiz ha explicado que contaron hace unos días con un positivo pero en la actualidad están abiertos los tres centros de día y además el sistema de detección precoz, un servicio en el que "no se puede cubrir toda la demanda", funciona al 100% desde agosto.
