El mastín cicerone de Sauquillo del Campo

El perro de gran tamaño recibe al visitante a la entrada misma del pueblo y lo acompaña mientras dure dicha visita

El pueblo soriano de Sauquillo del Campo, aunque tiene caminos que lo unen con Ontalvilla de Almazán o Centenera del Campo, solo tiene un acceso asfaltado, como tantos pueblos de Soria y de España en los que 'termina la carretera'.

En la misma entrada del pueblo, según se pasa el cartel, aparece el comité de bienvenida al paso del vehículo: un gran mastín y un pequeño cachorro (esto sucedió a finales de la semana pasada, con lo que pronto este texto perderá vigencia).

Otros mastines, cuando ven aparecer a forasteros, empiezan a ladrar sin descanso, lo que, unido a su gran tamaño, siempre ayuda a intimidar.

No es el caso de este perro de Sauquillo. Una vez comprobado que no ladra, da menos reparo salir del coche.

 

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Desde ese momento, el mastín recorre su pueblo junto al visitante. Sauquillo es pequeño y esa visita no dura mucho.

Desde hace tiempo, y hasta hace no tanto, bien entrado este siglo, ha habido intentos de encontrar petróleo en esta zona de Soria, al igual que en otros bastantes lugares de la provincia durante algunos momentos del pasado siglo (Villaciervos, Fuentetoba, El Burgo de Osma, Vildé, Quintana, Los Llamosos, Estepa de San Juan...), pero esos intentos o han sido vanos, o no llegaron a concretarse o no fueron permitidos por las autoridades.

Ver más fotos de Sauquillo del Campo, varias con los dos animales

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