Hasta luego a 23 años de oro y plata

El Numancia ha jugado 19 temporadas en Segunda y 4 en Primera de manera consecutiva. El año que viene se enfrentará a una Segunda B con 100 equipos en vez de 80

En la protohistoria del fútbol, a finales de los años 40, el recién fundado Club Deportivo Numancia militó dos temporadas consecutivas en Segunda división, una categoría que no tiene nada que ver con la actual, con la que se conoce desde hace ya varias décadas.

Desde entonces y hasta 1997, el equipo soriano militó durante casi 50 años en Tercera, en Regional Preferente, en Primera Regional incluso, para ir remontando poco a poco hasta regresar a la Segunda B a finales de los años 80, en 1989.

Parecía que esa era la categoría del Numancia, la tercera más importante del fútbol español. Era lógico pensarlo, teniendo en cuenta que en las dos primeras categorías solo había 40 equipos todavía, que representaban a una treintena de provincias.

Esa aventura del Numancia en Segunda B fue relativamente corta, ocho temporadas. Tras un asentamiento al principio, pronto los sorianos se convirtieron en un equipo potente de la categoría, con dos fases de ascenso fallidas a Segunda (93-94, 94-95), la aventura de la Copa del Rey (95-96) y el impresionante ascenso a Segunda división del 29 de junio Domingo de Calderas de 1997, tras ganarle 2-0 al Recreativo de Huelva (foto).

¿Qué pensaría al día siguiente el numantino más optimista? ¿Imaginaría 23 temporadas consecutivas en la Liga de Fútbol Profesional? ¿Soñaría con cuatro temporadas en la máxima categoría, en Primera división, gracias a un total de tres ascensos, a cual de ellos más difícil? ¿Se vería en un campo funcional y moderno, acogedor y coqueto, y no en el destartalado que acogió aquellas gestas de la Copa y del último ascenso del club a Segunda? ¿Le cabría en su cabeza que la cantera del equipo de su ciudad entrenara en una Ciudad del Fútbol del nivel de la actual, jugara cuatro fases de ascenso a Segunda B y se proclamara campeón de grupo de la División de Honor Juvenil?

Probablemente, la respuesta a las cuatro últimas preguntas sea no. Y sin embargo, la respuesta correcta es sí.

Desde la temporada 97-98 hasta la 2019-20, el Club Deportivo Numancia ha militado de manera consecutiva en la Primera división (cuatro años) o en la Segunda (19), de la que ahora mismo era el decano pues su último descenso de Primera fue en la 2008-09.

Esos tres descensos a Segunda (2001, 2005, 2009) se lamentaron más por la cercanía que suponía estar de la Segunda B que por el descenso en sí… aunque lógicamente también. Equipos históricos de la Primera como Hércules, Alavés, Cádiz, Murcia, Racing, Tenerife, Mallorca, Burgos, Las Palmas… en algún momento no pudieron mantener la categoría en Segunda división, así que era posible que al Numancia le sucediera lo mismo.

Y los sorianos, sin embargo, lo han ido esquivando poco a poco nada menos que 19 veces seguidas, las 11 últimas de manera consecutiva (2009-2019), hasta que ya no ha sido posible aguantar más.

Cualquier descenso es doloroso. Lo es cuando un equipo está todo el año abajo, desde las primeras jornadas, con problemas para ganar y para conectar con su afición. Pero lo del Numancia de este año es más doloroso todavía porque al final de la primera vuelta el objetivo no parecía la permanencia, como siempre, sino intentar jugar la fase de ascenso sin descartar el ascenso directo.

De hecho, tras la jornada 21, el Numancia era sexto, a cuatro puntos del segundo y a 11 del cuarto por la cola, el primero que desciende, y con 12 equipos entre medias.

En estas últimas 21 jornadas, en esta segunda vuelta, el equipo soriano ha perdido toda esa fuerza de las 21 primeras. Era fácil pensar que alguna vez tenía que pasar, pero era difícil pensar que sería este año después de cómo empezó el equipo. Las salidas invernales de Guillermo y Carlos Gutiérrez han tenido necesariamente que influir, en esta primera temporada completa de los nuevos dirigentes del club.

El club habrá hecho los análisis permanentes para detectar los errores. Desde mañana mismo martes, es de suponer, comenzará el trabajo para intentar que este retorno a la Segunda B más especial y difícil (100 equipos en vez de 80) sea algo solo pasajero, un mero hasta luego y no una larga travesía como la que tantos clubes, algunos de ellos bien importantes, han conocido o todavía conocen.

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