Miguel Latorre pide la colaboración de las entidades bancarias para evitar los ciberdelitos

El subdelegado del Gobierno, Miguel Latorre, ha celebrado hoy una reunión con los responsables de las entidades bancarias que operan en Soria

El subdelegado del Gobierno, Miguel Latorre, ha celebrado hoy una reunión con los responsables de las entidades bancarias que operan en Soria para ponerles sobre aviso de las principales estafas que se vienen produciendo en la provincia y pedir su colaboración para intentar evitarlas.

Según ha explicado, aunque en los dos primeros meses del estado de alarma se notó una importante disminución del número de denuncias sobre delitos de todo tipo, también de los telemáticos, “sospechábamos que éstos se estaban produciendo porque era evidente que la realización de compras y transacciones en línea que antes se hacían de forma presencial tendrían que estar aumentando obligatoriamente”.

“Los ciberdelincuentes”, ha seguido diciendo Miguel Latorre, “no iban a perder esta oportunidad e iban a emplear la red como una plataforma para cometer sus transgresiones, unos delitos que tendrían a los ciudadanos pero también a las entidades bancarias como víctimas de una oleada de infracciones digitales”.

El subdelegado ha señalado que, aunque no se pueden ofrecer más datos que los que facilita la propia Secretaría de Estado de Seguridad, “estamos apreciando que todos los días hay alguna denuncia de este tipo en los partes de ocurrencias y novedades de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. Como es lógico, por la diferencia del uso de medios digitales en el ámbito urbano y en el medio rural, son más frecuentes en la capital que en la provincia”.

CAJEROS AUTOMÁTICOS

En la reunión han estado presentes el comisario jefe provincial del Cuerpo Nacional de Policía, Honorio Pérez Pablos, y el teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, Andrés Velarde. Según han explicado, los engaños que afectan a las entidades bancarias “pueden empezar en el propio cajero automático. Las estafas y hurtos se han ido sofisticando. Desde cámaras ocultas a teclados y lectores falsos de tarjetas capaces de registrar los datos personales y quedarse con el dinero del cliente”.

Las entidades bancarias deben revisar estas instalaciones para evitar que estos fraudes se cometan. También han pedido a la ciudadanía que extreme las precauciones y que no se deje engañar por ayudas repentinas de desconocidos si, por cualquier motivo, el cajero automático fallase.

Los responsables de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en la provincia han pedido también que se arbitren fórmulas para que puedan ser avisados aquellos clientes en cuyas tarjetas o cuentas se registra una secuencia extraña, por inhabitual, de diferentes cargos por pequeñas compras en espacios cortos de tiempo. Suele ser un síntoma de duplicación de tarjeta y de uso ilegal por parte de algún delincuente de esos datos conseguidos fraudulentamente.

Aunque en la reunión se ha hablado sobre todo de ciberdelitos, Latorre ha pedido también a las entidades bancarias su colaboración para evitar que, sobre todo, las personas mayores sean víctimas de otro tipo de estafas. Ha puesto como ejemplos el “tocomocho” o la “estampita”. En este sentido, les ha solicitado que se pongan en contacto con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado si detectan algún comportamiento extraño por parte de alguna persona que de forma imprevista retira una inusual cantidad de dinero. La Policía Nacional o la Guardia Civil sabrán tratar el caso con discreción para intentar ayudar a esta persona.

Los representantes de las entidades bancarias han coincidido en señalar que los delincuentes suelen ir “un paso por delante” de las medidas de seguridad que se van introduciendo. Su principal preocupación es el uso por parte de los que intentan obtener dinero fraudulentamente de tarjetas duplicadas para realizar cargos indebidos. En este sentido se utilizan sistemas como la posibilidad de bloquear o “apagar” la tarjeta y activarla únicamente cuando se va a realizar un compra por internet.

También han recomendado la utilización de “tarjetas monedero” que se recargan con pequeñas cantidades de dinero cuando se va a realizar alguna compra. Por otra parte, las entidades bancarias suelen avisar a través de un mensaje instantáneo que reciben los clientes cada vez que realizan un pago con la tarjeta.

CONSEJOS A LA CIUDADANÍA

La reunión ha servido también para lanzar mensajes a la ciudanía cuyo cumplimiento puede evitar que sean víctimas de un delito. Tanto Honorio Pérez Pablos como Andrés Velarde han insistido en que sería bueno que las entidades bancarias intensificaran las campañas de divulgación que realizan entre sus clientes con consejos muy simples sobre lo que se debe y no se debe hacer cuando se compra por internet.

Así, se ha hablado de tomar todas las precauciones posibles en transacciones económicas:

No abandonar las copias de los resguardos de compra en las proximidades de los Terminales de Punto de Venta (TPV), pues contienen información sobre las tarjetas que puede ser utilizada tanto en Internet como fuera de la red.

No utilizar la tarjeta, si el establecimiento no merece su confianza. Se conocen casos en los que se ha utilizado el número de la tarjeta y el nombre de su titular, por personal de propio establecimiento. No introducir el número de la tarjeta en páginas no seguras.

No facilitar datos personales si no existe una completa seguridad sobre quién los va a utilizar. No facilitar más datos personales de los necesarios. Comprobar que los cargos recibidos se corresponden con los realizados.

Conviene utilizar siempre páginas seguras. Una identificación simple, que puede ampliarse con la búsqueda de los certificados de seguridad de la página, es que en la secuencia “https” con la que empiezan las páginas web tenga esa “s” final.

En cuanto a precauciones sobre el correo electrónico: No abrir mensajes de correo, de origen desconocido. Eliminarlo directamente. No ejecutar ningún archivo adjunto que venga con mensajes sugerentes. Adoptar las medidas necesarias, cuando le ofrecen "regalos" sustanciosos y para recibirlos, tiene que llamar por teléfono a prefijos de tarifación adicional. No facilitar la dirección electrónica con demasiada "ligereza". Tener activado constantemente un antivirus.

SESIONES DE CHAT

En “tiempos de coronavirus”, ha dicho Latorre, “hay que extremar todavía más la precaución en sesiones de chat y actualizar los sistemas operativos y navegadores, con los parches que publican las firmas especializadas en software.

En cuanto a las empresas, es recomendable cambiar las contraseñas periódicamente. Exigir contraseña de calidad. No dejar las contraseñas guardadas en el disco duro. Confiar la gestión de la red a un responsable.  Diseñar un protocolo de uso de la red. Controlar las operaciones y transacciones, en horario no habitual para ello. Establecer una política adecuada de copias de seguridad.

Latorre ha insisitido en que “no se trata de reducir el número de operaciones a través de Internet por miedo a ser objeto de una estafa. Se trata de extremar las precauciones para no ser víctimas de una infracción penal por no tomar unas medidas de seguridad efectivas”.

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