¿Qué había en Soria en 1119? La Muralla de Almazán

La gran parte de su construcción es algo posterior, del XII, pero hay partes más antiguas cuyo origen es más difícil de datar
¿Qué había en Soria en 1119?

Fotos: Concha Ortega

En nuestra gira para descubrir los vestigios que había en Soria en 1119, fecha oficial de la fundación de la ciudad, nos encontramos con la Muralla de Almazán. 

Comenzó a construirse a finales del siglo XII y hemos querido acercarnos a los restos más antiguos, que parecen estar en la zona del matadero. El tipo de construcción, con las piedras colocadas a tizón (colocadas en la horizontal por su lado más corto) correspondería al estilo musulmán.

La muralla tuvo un perímetro de 1.700 metros con siete puertas de las que actualmente quedan tres: la Puerta de la Villa en la Plaza Mayor, la Puerta de Herreros y la Puerta del Mercado. Esta última era la más robusta, se pueden observar en ella los huecos o quicios en la piedra para insertar sus dos puertas. Estaban separadas por un rastrillo de hierro que permitía controlar la entrada.

Desde la carretera podemos ver la puerta de Herreros, con sus torres torres cilíndricas.

Un elemento curioso que se observa en todas las piedras de las puertas en una marca de cantero (ver foto inferior). Esto hace pensar que todas las puertas datan de la misma época.

En nuestro paseo encontramos entre otros elementos el llamado Rollo de las Monjas. Sería más bien un contrafuerte ya que es macizo en su interior. Está coronado de matacanes volados construidos quizás en el siglo XIV.

Alguna vez he leído que la muralla fue parcialmente destruida en la época de las guerras napoleónicas para evitar el acuartelamiento de los soldados, pero parece que no hay documentos que ratifiquen este hecho. El que hoy es nuestro guía, José Ángel Márquez, apunta más bien a la teoría de que la muralla se fuera degradando paulatinamente debido a las viviendas adosadas a ella que se construyeron en siglos sucesivos, ya que en este proceso se solía extraer una gran cantidad de piedras de la muralla para dar más amplitud a la vivienda y para usarlas en la construcción de otros elementos de la misma. Esta misma fuente nos relata una curiosa anécdota sobre las piedras de la muralla, y es que en los años 50 dichas piedras se utilizaron para construir una parte de la plaza de toros.