Estela Navascués apura sus días como maratoniana con la vista puesta en Sagunto, Sevilla y Sapporo

La tudelana afincada desde hace años en Soria buscará la complicada mínima olímpica. A partir de ahí quiere centrarse en crosses y carreras de diez kilómetros "para terminar mi carrera satisfecha"
Con su hija Blanca, ayer en el módulo del CAEP. Fotos: Concha Ortega

El próximo 23 de febrero se celebra el Zurich Maratón de Sevilla, y en su línea de salida estará la tudelana Estela Navascués Parra (3-2-1981), que ya ha vivido tantos años en Soria como en su Navarra natal. La carrera volverá a ser Campeonato de España de la distancia.

Navascués tiene muy buenos recuerdos de la última vez que estuvo en el Maratón de Sevilla, el 21 de febrero de 2016. Tenía que hacer una marca de 2h33 para conseguir la plaza para los que serían sus primeros Juegos Olímpicos, y terminó segunda por detrás de Paula González Berodia con 2h32:49: medalla de plata y mínima para Río de Janeiro. En la megápolis brasileña empezó la carrera pero no pudo terminarla.

Poco después de esos Juegos de Río, Estela Navascués se quedó embarazada y su hija Blanca nació el 27 de octubre de 2017. La atleta, por tanto, permaneció sin competir el tramo final de 2016, 2017 completo y 2018 casi entero, hasta que tomó parte en el 10.000 de Alcalá de Henares a final de temporada, el 28 de octubre, con un tiempo de 36:10.

En esos meses sí había estado entrenando a gusto y la temporada de invierno 2018-19 fue de buenos resultados para ella, que terminó sexta en el Campeonato de España de Cross individual en Cáceres y séptima en el Campeonato de España de Cross por Clubes en Linares.

En ambos casos se vio corriendo junto a las dominadoras españolas de la especialidad, pero con la mente puesta en el asfalto para cuando llegara el otoño de 2019.

Para este último otoño, su planteamiento era correr el Maratón de Valencia, uno de los más rápidos del mundo, para intentar conseguir la mínima para los Juegos Olímpicos de Tokio (Sapporo). En el caso de no conseguirla, todavía tendría una oportunidad en la primavera de 2020.

 

Los planes se alteraron de manera triste con el fallecimiento de su madre por leucemia a comienzos de octubre. La enfermedad de su madre había motivado muchos viajes para Navascués, mucho cansancio. Aun así, algunas semanas después, el 3 de noviembre, ganó el medio maratón de Fuengirola con un tiempo de 1h15:35. Sus sensaciones fueron buenas, pero poco después decidió no correr ese Maratón de Valencia porque no se terminaba de ver con fuerzas sobre todo teniendo en cuenta la dureza de la mínima olímpica de este año.

Si para correr en Río de Janeiro hace cuatro años se pedía 2h33, la mínima para los Juegos de Japón (las pruebas de marcha y maratón se correrán en Sapporo según decisión de hace varias semanas para evitar el calor) es mucho más exigente: 2h29:30.

A partir de ese día de noviembre en el que tomó la decisión de correr el maratón de Valencia (sí hizo un buen crono de 34.12 -34.03 reales- en el 10K), todos los esfuerzos atléticos de Estela Navascués pasan por llegar a tope para este Zurich Maratón de Sevilla, igual que hace cuatro años.

Igual, pero diferente. Hace cuatro años, con la ilusión de ser olímpica por primera vez y todavía sin ser madre, disfrutó enormemente todo el proceso y la preparación de los largos y duros entrenamientos, disfrute coronado por esa gran carrera de Sevilla en la que logró la mínima.

Ahora, reconoce que todo ese trabajo le está resultado más agotador, más a nivel mental que físico. Piensa incluso que quizás esté entrenando más que en 2016, con semanas de hasta 180 kilómetros.

Al menos, los dos primeros objetivos de la deportista entrenada por Abel Antón están cercanos. El 2 de febrero competirá en el Campeonato de España de Medio Maratón en Puerto Sagunto (Valencia). Allí planea correr en 1h13-1h14, sobre todo "para ver dónde estoy, para ponerme los pies en el suelo, pero sin exprimirme del todo porque luego solo faltan tres semanas para Sevilla".

Y el segundo objetivo es ese, Sevilla, la ciudad del Guadalquivir, donde su objetivo es más ambicioso que en 2016 por las exigencias de la mínima olímpica. Allí estará acompañada por Javier Carretero. Quiere hacer un maratón de menos a más. Su idea es salir a ritmo de 1h15 la media maratón, para intentar recortar medio minuto en la segunda media.

Si consigue esa mínima, será el penúltimo maratón profesional de su vida. Si no la consigue, será el último.

A punto de cumplir 39 años (en Sevilla ya los tendrá), eso no quiere decir que abandone el atletismo profesional: "Esta preparación se me ha hecho cuesta arriba. No sé los años que me quedarán como atleta, dos o tres, pero todo lo que me quede quiero hacerlo disfrutando, crosses, carreras de diez kilómetros, quizás alguna media maratón que exige mucho menos entrenamiento que el maratón completo... Quiero terminar mi carrera satisfecha".

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