Francisco Igea ha querido agradecer la labor de “diálogo” y el espíritu colaborador de este colectivo cuando se ha reunido con ellos y ha hecho hincapié en que, al igual que sucederá con la atención primaria, es necesaria una reordenación de la atención farmacéutica, apostando por un cambio en el modelo de ayudas y la mejora de la prestación de servicios que dan las farmacias ubicadas sobre todo en el medio rural: “Podemos cerrar los ojos y esperar a ver qué pasa o hacer una transición ordenada y pactada” explicaba.
Por ello, el vicepresidente Igea ha hecho un llamamiento a los partidos políticos y a todos los agentes sociales para sentarse a hablar y escuchar con el objetivo de poder examinar las medidas que consigan mejorar la eficiencia en este ámbito de la salud: “Hay que ver qué hacemos para revertir el deterioro y la pérdida de población progresiva en Castilla y León. Tenemos además que lograr que el valor añadido que suponen los farmacéuticos se quede en nuestra tierra”.
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En el acto inaugural también ha estado la consejera de Sanidad, Verónica Casado, quien ha definido a los farmacéuticos como un colectivo “clave” en la intervención comunitaria. Dentro de los objetivos para elevar el nivel de salud y la formación en la ciudadanía, Casado ha querido puntualizar que los farmacéuticos no solo dispensan medicamentos a los clientes sino que realizan otras funciones añadidas como la promoción de la salud, la prevención de enfermedades o la coordinación con otros profesionales sanitarios: “Desde que contamos con la receta electrónica son ejes muy importantes para lograr tener una atención sanitaria de mayor calidad en la comunidad”, ha zanjado.