Daniel Mateo encuentra su distancia y se hace atleta grande

El soriano Daniel Mateo Angulo ha finalizado esta mañana en novena posición del Maratón de Rotterdam con un tiempo de 2h10:53, marca mínima necesaria para el Mundial de Doha de este año (2h12:15) y para los Juegos Olímpicos de 2020 (2h11:30). Su objetivo era correr los 42.195 metros a un ritmo de 3:06, lo que habría supuesto una marca de 2h10:48. Considerando que casi clava lo que buscaba, y que ese objetivo se podía considerar ambicioso, es lógico que Daniel Mateo haya terminado la carrera con una inmensa cara de satisfacción.

Mateo ha debutado hoy en la distancia. Para aspirar a competir en las grandes competiciones internacionales (Mundiales y, sobre todo, Juegos), tenía claro que había que decidirse a dar este paso, toda vez que no conseguía acercarse en exceso a las mínimas en las distancias más largas sobre el tartán (5.000 y 10.000, en esta última sí que ha conseguido clasificarse para los dos últimos Europeos).

El soriano ha conocido hoy sobradamente lo que es esta mítica distancia: los miedos cuando se va demasiado despacio y se puede alejar la marca deseada, y los miedos cuando se va demasiado rápido y todavía quedan muchos kilómetros y no se sabe si se va a aguantar. Afortunadamente, para ello ha tenido la preparación y los sabios consejos de su entrenador, Enrique Pascual Oliva... y los consejos del bicampeón del mundo Abel Antón, quien le animaba a irse para delante cuando viera que la carrera, 'su' carrera', se ralentizaba.

Y eso es precisamente lo que ha sucedido al paso aproximado de la media maratón. Hasta entonces, los pasos de los kilómetros eran más o menos los esperados, entre 3:05 y 3:07, pasando la media en 1h05:35, lo que supondría doblar en 2h11:10. Aunque los tiempos han ido bien desde el principio, sus sensaciones de carrera han tardado unos pocos kilómetros en ser buenas.

Acelerón

Justo en la media ha sucedido algo que, a priori, podría ser contraproducente, y que ha terminado siendo una suerte. En el grupo de cuatro en el que marchaba, la liebre iba más pendiente de uno de sus compañeros que de Mateo. Ha mirado un momento el reloj y ha visto algo que no podía gustarle: un kilómetro a 3:13. Normal que, con la preparación que lleva de todos estos meses de otoño-invierno, tuviera la sensación de ir parado.

 

Ha decidido entonces marchar en solitario lo que quedaba, sintiéndose a gusto como se sentía, hasta el punto de que su parcial más rápido ha sido del 25 al 30. Lo ha corrido en 15.13, a algo menos de 3:03.

Era imposible no ser optimista llegados a ese punto, pero no dejaba de ser el primer maratón del adnamantino, con lo que había que ver cómo era capaz de gestionar ese famoso muro de los últimos kilómetros. Y lo ha gestionado como el resto de la carrera, muy bien, apretando, sabiendo que no iba a perderse en siete kilómetros lo que se había trabajado en 35.

Ha ido manteniendo ese ritmo, segundo arriba segundo abajo, para recuperar posiciones en la general y para terminar en ese gran 2h10:53, un tiempo que culmina una larguísima trayectoria atlética enfocada hacia las largas distancias y que, a la vez, supone el comienzo de algo muy ilusionante para Mateo, que ya está acreditado para competir al máximo nivel y que, además, mejorará en otras disciplinas.

Enrique Pascual Oliva

Al menos, ese es también el convencimiento de su entrenador, Enrique Pascual Oliva, quien ha seguido toda la carrera en bicicleta junto al hermano del corredor. De hecho, de cara al comienzo del verano, es probable que Mateo compita en algún 5.000 o 10.000, además de en alguna media maratón. Aunque esté extendida la leyenda urbana de que se pierde velocidad cuando uno se pasa al maratón, hay ejemplos concretos que dicen lo contrario, y Mateo quiere ser uno de ellos.

Pascual Oliva estaba convencido desde hace tiempo de la conveniencia de que su pupilo diera el salto al maratón, sobre todo pensando en una posible presencia en unos Juegos Olímpicos. El técnico reconoce que él no habría descartado dar ese salto la temporada anterior, más que nada por tener más posibilidades de cara a la consecución de la mínima teniendo en cuenta las pocas oportunidades que da el maratón.

Sin embargo, viendo lo sucedido hoy, no puede estar más contento. Con la mínima para los Juegos ya en el bolsillo, Mateo puede acudir con mayor tranquilidad al Mundial de Doha, buscando antes el puesto que la marca, y elegir después algún maratón interesante para la primavera temprana de 2020. Como es lógico siendo la primera carrera de su atleta, Oliva sabe que en sus piernas hay capacidad para ganar algunos segundos, por la capacidad de resistencia que muestra en los entrenamientos y porque para esta cita de Rotterdam, por circunstancias de calendario, solo han podido afinar tres semanas en vez de cuatro.

Para que Mateo pueda acudir a esas grandes competiciones, además de sus tiempos, es necesario que no haya varios españoles que le superen. De hecho, Javier Guerra es el único que tiene la mínima para Doha, lograda el año pasado. Para Tokio, ahora mismo solo la tiene el soriano en hombres, ya que Jaime Leiva lo ha intentado hoy en Viena y se ha quedado en 2h13:06, mejorando 35 segundos su marca personal pero sin lograr el objetivo. El 2h10:53 de Mateo es la quinta mejor marca española en los diez últimos años, y se ha quedado a 12 segundos de entrar en el top 20 de todos los tiempos.

En mujeres, buenas noticias también hoy en Rotterdam, ya que Marta Galimany ha hecho 2h30:14 y ha sido octava. Gracias a ello, ha obtenido la mínima para Doha pero no la de Tokio (2h29:30). A la ciudad holandesa ha acudido también otro soriano, Rubén Andrés, quien se ha retirado en el kilómetro 31 después de una dura y exitosa temporada de duatlón.

DesdeSoria.es cubre la información de la carrera de Daniel Mateo en Rotterdam gracias al patrocinio de:

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