Juegos con interacción humana real: desde el Blackjack hasta el Fortnite

En el momento en que empezamos a tener acceso a internet desde nuestros hogares, el objetivo (y también la demanda de los usuarios) fue poder trasladar casi cualquier experiencia al entorno online. En internet podemos hacer millones de cosas, algunas que no podemos trasladar a entornos físicos, y por supuesto en entornos físicos hay cosas que jamás podremos llevar al terreno online, sin embargo, en el sector del entretenimiento cada vez es más posible una interactuación con otras personas en tiempo real. Y lo cierto es que parece ser justo lo que deseamos.

Hemos visto como tanto las redes sociales como las herramientas de mensajería han ido evolucionando hacia lo audovisual, dejando atrás el texto, sea por no querer esforzarnos o bien porque preferimos lo instantáneo. Desde que se implementaron los mensajes de voz, WhatsApp y cualquier otro chat se usan de manera diferente, y redes como Facebook e Instagram hoy día tienen más éxito a través de sus Stories que mediante publicaciones más estáticas.

Lo mismo ha sucedido con los juegos: partiendo de la base de que cada vez es más común que personas de cualquier edad se decanten por las opciones multijugador, vemos cómo chatear con otros jugadores ha ido poco a poco sustituyéndose por las conversaciones de voz en tiempo real. Prueba de ello es que en el momento en que instalamos el juego (y fenómeno de masas) Fortninte, una de las primeras cosas que nos pide es el acceso al micrófono para que podamos comunicarnos con el resto de miembros. Para un gamer, los auriculares con micrófono integrado juegan ya un papel indispensable en su día a día.

Pero otros juegos como por ejemplo el BlackJack Online de 888 también se han posicionado como favoritos en su categoría precisamente por brindar la oportunidad de interactuar con croupieres de carne y hueso. Todavía tenemos la esperanza de poder leer la mirada a una persona y detectar cuál será su siguiente movimiento, cosa que por el contrario las inteligencias artificiales siguen cuidándose de mostrar. En el blackjack el croupier tiene un papel esencial porque está representando a la banca, y si estamos jugando por dinero, querremos tener el mayor control posible sobre este factor. Por eso es uno de los juegos favoritos del entorno de los casinos online: nos devuelve la experiencia de tratar de saber qué está pensando la otra persona y aporte ese punto de adrenalina que lo hace tan irresistible.

Sin embargo, la ventaja que encuentran otro tipo de personas en la interactuación social a través de estas herramientas radica en otro punto: que no deja de interponer aún la barrera de la presencia. Para individuos muy tímidos o a los que le acompleja su aspecto físico, o les incomoda el contacto cuerpo con cuerpo (ninguno de estos estados debe ser necesariamente permanente, sino que a veces preferimos mantenernos en el anonimato), el chat de voz o ver a un croupier sin ser visto marca la diferencia y les anima a participar de una experiencia que tal vez dejasen de lado en el caso de necesitar obligatoriamente la presencia física. La interacción con otras personas es real, pero limitada, tal vez justo lo que necesitamos en un determinado momento.

En parte, esta relativa distancia puede ayudar a mantener el control de las emociones, a evitar situaciones estresantes e incluso, en el caso de juegos en los que interviene el dinero, a poner un límite a lo que estamos dispuestos a arriesgar. El aislamiento de nuestras cuatro paredes puede ayudarnos a ser menos impulsivos, más organizados, e incluso a evitar caer en ciertas tentaciones. En pocas palabras, ayuda a tener la situación controlada. Concretamente en el caso de los casinos, tenemos incluso la opción de establecer autolímites económicos o temporales, si bien nuestros dispositivos (iPad, PS4, etc) cada vez incorporan más herramientas para que limitemos nuestro tiempo de uso.

No podemos obviar el hecho de que en internet entramos en contacto con numerosas personas que no pertenecen a nuestro entorno físico, y que, al mismo tiempo que esto nos ayuda a ampliar nuestro círculo social, también tiene la ventaja de facilitar la manera de poner fin a relaciones indeseadas: si algo se vuelve desagradable, simplemente tenemos que bloquear a la persona en concreto o cerrar la pestaña o aplicación que nos conduce a un juego o a una sala en la que estamos viviendo un momento desagradable.

Es por esto, por la sensación de invulnerabilidad de poder desconectar en el momento en que se desea hacerlo, que este modo de socializar cada vez es más frecuente, y por supuesto, el entorno del juego, en el que por norma general el ambiente es distendido, es donde comienzan numerosas relaciones (de amistad o de índole romántica) al partir de una inquietud común, agradable, como es un juego que divierte a ambas personas.

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