Protección Civil recuerda la importancia de las medidas de autoprotección en las actividades al aire libre

Protección Civil recuerda de nuevo algunas recomendaciones que conviene seguir para prevenir accidentes o situaciones de riesgo que puedan traer consigo la intervención de los servicio de emergencias

Las vacaciones, el buen tiempo y la larga duración de los días son todos ellos factores que animan a la práctica de actividades al aire libre, ya sea senderismo, montañismo, marchas a caballo, paseos por las riberas de los ríos o excursiones a pie a parajes naturales de la Comunidad. La Agencia de Protección Civil, dependiente de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, pide a la ciudadanía extremar las precauciones en el desarrollo de actividades al aire libre durante el periodo estival.

En ese sentido, Protección Civil recuerda de nuevo algunas recomendaciones que conviene seguir para prevenir accidentes o situaciones de riesgo que puedan traer consigo la intervención de los servicio de emergencias. Entre esas medidas de prevención, la primera de todas ellas es planificar la actividad que se va a realizar, adaptándola a las capacidades de cada uno y, por supuesto, no sobreestimar estas. La planificación incluye tener en cuenta las horas de luz, la previsión meteorológica y el nivel de dificultad de la ruta que se vaya a abordar. No hay que olvidar equiparse adecuadamente y comunicar a alguien conocido dónde será la actividad y una hora prevista de regreso.

Si se necesita asistencia de los servicios de emergencia, hay que contactar con el número único de emergencias europeo, el 112. Al hacerlo, hay que proporcionar información lo más precisa posible sobre qué ocurre y dónde ocurre. En caso de que se precise atención médica, no hay que olvidar especificar para cuántas personas, así como una breve información sobre la situación de los pacientes.

Precaución en las zonas de baño

Las zonas de baño también pueden representar un riesgo para la seguridad, por lo que siempre es recomendable nadar en el agua en aquellas zonas que estén habilitadas y, de ser posible, nunca en solitario para poder recibir ayuda de inmediato en el caso de que sobrevenga alguna indisposición. En el caso de ríos, embalses o pantanos, se ha de permanecer muy vigilantes con los denominados riesgos ocultos de esas aguas, como pueden ser la profundidad indeterminada, las corrientes, ya que arrastran consigo objetos, o las pozas y los remolinos. Es importante mantener siempre bajo vigilancia constante a los menores mientras permanezcan dentro de estas zonas de baño.

El verano siempre trae consigo un aumento en el número de desplazamientos por carretera, y en consecuencia, un incremento en el número de accidentes de tráfico con heridos. Así, de los 5.196 accidentes con heridos registrados en 2017 en Castilla y León, el 29% de ellos ocurrieron en los meses de junio, julio y agosto. Por eso, la Agencia de Protección Civil insiste en recordar que se ha de mantener la atención constante en la vía por la que se circula, incluidos los denominados trayectos cortos, y mantener el vehículo en óptimas condiciones de circulación.

Golpe de calor

Las elevadas temperaturas que suelen registrarse en verano tienen también como efecto un aumento en las atenciones sanitarias en vía pública por desvanecimientos, lipotimias y, en ocasiones, también por golpes de calor. En este último caso, hay una serie de síntomas que permite identificar esa emergencia médica, como son el calentamiento de la piel sin sudoración, cefalea, calambres, mareos e, incluso, pérdida de conciencia.

Para atender a una persona que presenta síntomas de un golpe de calor se recomienda colocarla en un lugar fresco, refrescar la piel envolviendo el torso con una sábana húmeda o con paños húmedos hasta que la temperatura, que se controlará en todo momento, descienda a niveles normales.

 

Cuidado con las colmenas

Una de las peculiaridades que se viene detectando este verano en relación con años anteriores es el número de incidentes gestionados en el 112 por la presencia de colmenas de abejas y de avisperos, que se han multiplicado por cinco en comparación con el año 2017.

Cabe recordar sobre este caso particular algunas medidas de prevención para evitar la picadura de estos insectos, como por ejemplo alejarse de una colmena o un avispero con movimientos lentos en caso de toparse con uno, si se deja ropa en el suelo sacudirla antes de volver a ponérsela, o evitar caminar descalzo en zonas de hierba o en huertos en floración.

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