La Diputación rinde un homenaje a Áurea Isla Álvarez con motivo de su centenario

Áurea nació en Valdenebro el 28 de julio de 1918. Su padre fue secretario de la localidad y siendo niña, con ocho años aproximadamente, la familia se trasladó a vivir a Andaluz donde fue destinado su padre como secretario. Allí ha vivido hasta hace tres años

La Diputación Provincial de Soria ha celebrado con Áruea Isla Álvarez su 100 cumpleaños en la residencia Nuestra Señora del Mercado. El CEAS de Berlanga de Duero ha organizado los actos con los que se ha querido rendir homenaje a Áurea, que ha estado acompañada por sus familiares en esta entrañable fecha.  La iglesia de San Miguel de Andaluz ha acogido una misa para después celebrarse el acto institucional organizado por la Diputación en colaboración con el Ayuntamiento de Berlanga de Duero.

El diputado Jesús Cedazo ha entregado a Áurea una placa conmemorativa y un pergamino con el acta de nacimiento. Por su parte, el consistorio berlangués también le ha hecho entrega de un regalo. A continuación la familia ha invitado a un vino español a todas las personas que han querido acompañarles en este día.

Áurea nació en Valdenebro el 28 de julio de 1918. Su padre fue secretario de la localidad y siendo niña, con ocho años aproximadamente, la familia se trasladó a vivir a Andaluz donde fue destinado su padre como secretario. Allí ha vivido hasta hace tres años, y actualmente se encuentra en la residencia Nuestra Sra del Mercado de Berlanga.

 

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Se casó en Andaluz con Gregorio Hidalgo agricultor y ganadero natural de Valderrueda. En Andaluz nacieron sus cuatro hijos: Berardo, Sigifredo, Rosa María y Miguel. También tiene doce nietos y once biznietos.

Áurea compaginó el trabajo en el campo con el cuidado de sus  hijos. Los que la conocen, dicen de ella que ha sido una persona muy trabajadora, vital, con carácter, presumida y elegante.

 Aprovechando  los productos de la localidad, elaboraba y conservaba  la típica mermelada de ciruela claudia de Andaluz así como dulces y  rosquillos.

Enviudó a los 85 años. Goza de buena salud, sus aficiones han sido hacer ganchillo y jugar a la brisca.

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