La colaboración entre la Junta y Cruz Roja permite atender a 18.000 personas vulnerables al año

La Junta aporta más de 10 millones a las mujeres y menores víctimas de violencia de género, la atención a drogodependientes o a las personas refugiadas

La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Alicia García, ha asistido al acto de reconocimiento a los socios y socias de Cruz Roja Española, en el que se ha puesto de manifiesto la colaboración de más de 100.000 personas en Castilla y León como socios de Cruz Roja, con al participación de presidente nacional de Cruz Roja Española, Javier Senent, y el de Castilla y León, José Varela.

Alicia García se ha referido a Cruz Roja como aliado fundamental y necesario desde hace muchos años en el desarrollo de los programas del Gobierno autonómico en el ámbito de los servicios sociales y ha destacado su participación fundamental como miembro de la Red de Protección a las familias y personas más vulnerables, como agente del modelo Objetivo Violencia Cero, en programas de apoyo a personas mayores, a la infancia, a los jóvenes, a la prevención y lucha contra la drogadicción y en la atención a los refugiados. En este sentido, en 2017, las aportaciones totales de la Junta a Cruz Roja Española ascendieron a 10,29 millones de euros, 5,51 de ellos canalizados a través del IRPF y otros 4,78 procedentes fundamentalmente de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, pero también de la Agencia de Protección Civil de Fomento y Medio Ambiente, el Ecyl, de Empleo, y cooperación al desarrollo, de Presidencia. En el campo de los Servicios Sociales, esas aportaciones posibilitaron la atención a más de 18.000 castellanos y leoneses el pasado año.

Junta y Cruz Roja: aliados indispensables en atención a personas vulnerables

En primer lugar, la colaboración se articula en la Red de Protección a familias y personas más vulnerables, ya que Cruz Roja participa en cada una de las tres fases de la Red de Protección: la prevención, la atención y la inserción e integración socio-laboral.

En la fase de la prevención, desarrolla programas orientados a la infancia, entre los que destacan los apoyos a familias y atención a jóvenes con dificultad, el programa de acogimientos familiares, en el que el volumen de acogimientos formalizados por Cruz Roja está permitiendo que cerca del 60 % de los acogimientos se realicen en familias. También se encuadra en esta fase el Programa de Voluntariado Joven, en el que participa Cruz Roja junto a 41 entidades colaboradoras y que ha permitido informar y formar a 1.924 jóvenes y contar con 325 jóvenes voluntarios. En total, más de 3.600 personas han sido atendidas. En la fase de atención, ha atendido las necesidades básicas de más de 8.400 personas y aquí destaca el programa de reparto de alimentos, que ha contabilizado desde su puesta en marcha casi 5.700 atenciones que han beneficiado a más de 14.300 personas. En 2017, han sido 295 las atenciones prestadas, lo que supone un nuevo descenso respecto a 2016, cuando fueron 335. El empleo para la inserción e integración socio-laboral es la tercera fase, a través de programas destinados a superar la exclusión social y favorecer el acceso al mercado laboral. Más de 1.300 personas beneficiadas y 173 empresas colaboradoras.

En segundo lugar, Cruz Roja es un agente del modelo de atención integral a las víctimas de violencia de género ‘Objetivo Violencia Cero’ y ofrece dos de las prestaciones recogidas en el catálogo de Servicios Sociales de Castilla y León que han atendido a más de 400 mujeres víctimas de violencia. Por un lado, presta acompañamiento, orientación y asesoramiento jurídico-social a las víctimas de violencia de género, tanto de forma presencial o telefónica, a través de abogados con especialización en materia de violencia de género, con 151 intervenciones en 2017. Junto a esto, atiende en centros de emergencia, casas de acogida y viviendas para víctimas de violencia de género, que en 2017 asistieron a 292 víctimas.

En tercer lugar, se encuentra el trabajo conjunto en ámbitos como la drogodependencia, la teleasistencia o la atención a los refugiados. En el ámbito de las drogodependencias, la colaboración se desarrolla a través de programas de prevención y atención que han beneficiado a 2.400 personas. Otro servicio importante que presta Cruz Roja es el de teleasistencia, con más de 23.000 personas atendidas en 2017. Junto a esto, García ha destacado la labor de Cruz Roja en favor de los refugiados ya que, junto a Accem y otras entidades, gestiona el programa del Gobierno en Castilla y León y que proporciona asistencia a estos refugiados, en estos momentos, a más de 1.200 en la Comunidad.

La importancia del voluntariado y de adaptarlo a los nuevos tiempos

En su intervención en el acto de reconocimiento de Cruz Roja a sus socios, Alicia García ha destacado la importancia del voluntariado para la acción social. Ha recordado que Cruz Roja es la mayor entidad de voluntariado de España y que con ella la Junta comenzó hace unos meses una ronda de reuniones con las asociaciones del voluntariado de la Comunidad con las que se quiere compartir el trabajo para la tramitación de la modificación de la Ley del Voluntariado de Castilla y León.

La consejera ha explicado que la nueva Ley vendrá a mejorar el actual marco normativo del voluntariado, que tiene 12 años de antigüedad, para reforzarlo y adaptarlo a las necesidades del voluntariado del siglo XXI, con el fin de promover y facilitar la participación solidaria de la ciudadanía en actuaciones de voluntariado a través de entidades de este tipo.

García ha asegurado que las cifras indican la importancia de la labor del voluntariado en Castilla y León, ya que la Comunidad cuenta con 386 entidades de voluntariado registradas y más de 200.000 voluntarios. Del total de asociaciones, más del 50 % son del ámbito de la acción social y los servicios sociales, seguido de entidades de fomento del voluntariado con un 10 % y de entidades de voluntariado de ocio y tiempo libre con un 8,2 %.

El Proyecto de Ley en el que se trabaja tendrá cuatro aspectos o novedades principales: será una Ley para promocionar y favorecer un voluntariado abierto a toda la sociedad; un voluntariado moderno con las modalidades más avanzadas y tecnológicas; que mejore la situación y protección del voluntariado y que garantice un voluntariado seguro tanto para voluntarios como para sus destinatarios.