Cientos de años después, San Leonardo pingó el mayo de nuevo

Numeroso público asistió a la mezcla de fuerza, pericia y coordinación de los mozos pinariegos

Como cada primer día del mes de mayo, manteniendo una tradición que se remonta siglos atrás, a los tiempos anteriores al cristianismo, San Leonardo ha pingado esta mañana de nuevo su mayo. El esfuerzo y la coordinación de un centenar de mozos, guiados por Nacho Lomo como viene sucediendo en los últimos años, han servido para que alrededor de las 15.00 horas luciera vertical el gran pino de 25 metros (27 con la picota que se le ha añadido al comienzo) que poco más de una hora antes todavía estaba recostado en la plaza situada enfrente de la iglesia. El ritual de la Pingada empieza a las 13.00 horas, si bien es necesario esperar hasta aproximadamente las 13.30, para que el cura bendiga el pino una vez finalizada la misa y las campanas repique el Tenterenulo. Como viene ocurriendo también en los últimos tiempos, el pino pingado procede del paraje de Pasa Larga, su volumen es de 1,8 metros cúbicos y lo han traído en carro tirado por vacas serranas de Quintanar de la Sierra. A base de horquillas, de sogas, de fuerza, de pericia... el gran pino va aumentando los grados de separación con el suelo, hasta llegar a los 90 finales (suponiendo que el suelo fuera totalmente horizontal, que no lo es). Los mozos son jaleados por ellos mismos y por los numerosos visitantes de esta tradición, que este año finalmente se ha celebrado con una buena temperatura (fresca al principio) y un gran sol.

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