Yolanda Martín: El Moncayo destapó su pasión por la montaña y gracias a ella forma parte de un proyecto nacional

Yolanda Martín. Foto: Concha Ortega.

HISTORIAS DEPORTIVAS. Yolanda Martín Ramos (18-02-93) comenzó a dar sus primeras zancadas con "7 u 8 años" de la mano del colegio de Las Pedrizas. Ganó el primer cross en el que compitió, en Almazán, y empezó a pensar que el atletismo era lo suyo. Ramón Zapata comenzó a convertirla, como a muchos de sus pupilos, en una atleta que acumularía en su currículum mucho más que esa medalla de Almazán. Su amor por el Moncayo y su participación en el Kilómetro Vertical le decantaron por el trail. En 2016 decidió dar un paso más y fue subcampeona de España de Carreras de Montaña. Ese año debería haber participado en el Europeo de Trail y de Cross pero lo que Yolanda cuenta con resignación que forma parte del "atletismo" fue una de las mayores injusticias de este deporte. Desde hace unos meses forma parte del Wild Trail Project, compitiendo en varias citas nacionales bajo el paraguas de Nike. Hace unos días aprobó el MIR y ahora, no quiere descuidar la montaña pero mucho menos a sus pacientes. Esta es su historia.

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Los primeros pasos de Yolanda Martín fueron en las pistas y en los crosses de la provincia, de la mano del colegio Las Padrizas. Un compañero de su madre, del colegio de Almazán, la animó a que la llevara a competir en el cross de la localidad. Yolanda ganó. Empezó a correr de manera federada durante varios años bajo las órdenes de Ramón Zapata en el Club Atletismo Soria, pero en el año 2012 fichó por el Bidezabal para poder competir en Ligas. Allí estuvo dos años para subir un escalón más y fichar por el Club Atlético San Sebastián, aunque la pista no terminaba de ser lo suyo, por lo que el paso definitivo a la competición de montaña lo dio con su club actual, Club Añares Rioja. Lleva cerca de cuatro años de la mano de José Luis Mareca, un veterano técnico que acumula 45 años ligado al atletismo con un grupo de fondistas como Toni Abadía o Carlos Mayo.

Yolanda recuerda con especial cariño su primera participación en el Kilómetro Vertical del Moncayo, una prueba con una "dureza tremenda" pero que le "encantó" y le terminó por convencer de que lo suyo era la montaña. Si le quedaba alguna duda, la victoria en la Trail de Alquézar, prueba de 13,5 kilómetros de Ultra-Trail Guara Somontano, corroboró que sus piernas estaban destinadas para el barro y el riesgo.

Fue esta victoria la que le abrió, hace apenas unos meses, una de las puertas más importantes de su carrera ya que  Wild Trail Project comenzó a fijarse en ella, y la fichó para este proyecto formado por atletas del trail bajo la marca de Nike. Este proyecto nació hace dos años y en diciembre incorporó a la soriana, Pablo Villa (campeón por equipos en el Campeonato del Mundo de trail), Pau Bartoló y Antonio Martínez. Cinco chicas y dos chicos que, como Yolanda explica, no tienen "nada que ver" ya que cada uno es de una parte de España y tiene su profesión pero, eso sí, comparten el amor por la naturaleza y la montaña. Formar parte de este proyecto le compromete a participar en distintas citas a nivel nacional vistiendo la marca Nike.

Otro de los momentos que Yolanda recuerda, eso sí con un sabor agridulce, fue su primer Campeonato de España de Carreras de Montaña. "Le dije a Mareca, ¿por qué no lo preparamos? y fue magnífico porque quedé subcampeona y me decidí por completo por la montaña", cuenta la deportista soriana, poco antes de rememorar que ese mismo año, y de manera injusta, se quedó fuera del Europeo, "es lo que tiene el atletismo, tu corres pero mandan otros".

Lo que sucedió en ese 2016 fue que competían en el Europeo, o al menos así lo marcaba la normativa, las cuatro primeras chica de cross (Yolanda fue cuarta) y las tres primeras de Trail (Yoli fue segunda, subcampeona), cumplía los requisitos pero sin embargo, cuando la Federación dio a conocer la lista, el seleccionador la dejó fuera. Los motivos de esta decisión casi personal nunca terminarán de conocerse y mucho menos aún de justificarse.

Yolanda lo recuerda con algo de resignación y nostalgia, pero lejos de tirar la toalla, decidió que quería seguir echando un pulso a la montaña pero eso sí, siendo consciente que era su afición y disfrutar, su objetivo, porque "si lo hiciera por conseguir medallas, hace tiempo que lo habría dejado". Aunque a día de hoy su vitrina está llena de medallas (Boalares de Ejea, Ultra Trail Guara Somontano, Alquézar Trail, Subida al Palillo, Travesía Alto Duero...) 

A pesar de este mazazo, y tras un año sin inscribirse, este 2018 volverá a participar el 12 de mayo en el Campeonato de España de Montaña en Peñagolosa (Castellón) y quién sabe si en esta ocasión vuelve a hacerlo tan bien como la primera vez y no hay más piedras en el camino que las que se le crucen por la montaña. Seguro que en este 2018 merece la pena no desfilar de piñora el Domingo de Calderas, y es que el Europeo de Montaña en Macedonia coincide con el día de 'más esplendor'.

La pasión de Yolanda por la montaña (a caballo entre Alconaba y Abejar) le viene desde muy joven aunque siempre "piensas que eres pequeña para estar sola en el monte". Ahora entrena a diario en Zaragoza, compaginando series con su grupo de entrenamiento con tiradas de montaña. Uno de sus objetivos a corto plazo es ir a entrenar a los Pirineos, aunque..."teniendo el Moncayo", y es que reconoce que "es un privilegio" entrenar cuando viene a Soria. Aquí mezcla series en el Pinarcillo con montaña en Santa Ana, el Pico Frentes o en el propio Moncayo.

Reconoce ser un poco "cabeza loca" y eso le "beneficia" a la hora de arriesgar para subir a las alturas y lo que es más importante, en las bajadas por pendientes y cortados. Aunque también es cauta y a pesar de disfrutar de la soledad de correr en contacto con la naturaleza, prefiere hacerlo arropada por compañeros y es que "siempre puedes torcerte algún tobillo y es bueno tener a alguien al lado".

Yolanda tiene por delante un mes de mayo especialmente dulce, con el Europeo y con su participación en el Kilómetro Vertical de Zegama (Gipuzkoa), "la cuna de todas las carreras trail del mundo y el sueño de todo corredor de montaña" en la que tiene el privilegio de participar el próximo 25 de mayo y que afronta con ganas de vivir "la sensación y el ambiente". Una cita única en la que "hay gente que nunca en su vida logra un dorsal" y es que, según las estadísticas, la posibilidad de que toque uno por sorteo es del 2,63% (250) mientras que el resto se reservan a profesionales.

Esta cita y la probabilidad de ir al Europeo le mantienen "ilusionadísima" pero aún lo hace más la idea de "empezar a trabajar". La soriana comenzó hace 8 años la carrera de Medicina en Zaragoza, hace unos días aprobó el MIR y comenzó su sueño. Ahora le toca elegir destino y empezar a compartir el amor por la montaña con sus propia pasión, la medicina. Y es que, de manera sensata muestra sus ganas de ponerse la bata blanca mientras asegura con rotundidad que, a partir de ahora, "lo primero van a ser mis pacientes".

Por Teresa Arroyo

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