Abel de Vicente: Dando al deporte tradicional una dimensión mundial

Foto: Concha Ortega.

HISTORIAS DEPORTIVAS Abel de Vicente de Diego (Covaleda, 02-10-1972) es actualmente el seleccionador nacional de Stihl Timbersports Series, una variante de los deportes tradicionales de corte de troncos que aglutina cuatro especialidades diferentes y que ya congrega a deportistas de 22 nacionalidades en campeonatos mundiales, convirtiendo este arte asociado a las zonas rurales, en un espectáculo global capaz de congregar a miles de personas tanto en directo como a través de la televisión. Además de competir a nivel internacional, De Vicente participa en más de 100 exhibiciones al año tanto en España como fuera de nuestras fronteras. 

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Siendo de Covaleda, no es de extrañar que Abel pronto se viera llamado por el monte y la madera. Claro que sus primeros pasos deportivos los dio dando patadas al balón o mejor, evitando los goles de sus compañeros, pues prefería la portería. También coqueteó con la pelota a mano, pero solo como entretenimiento esporádico y sobre todo como espectador aficionado, pues la llamada de la naturaleza pronto empezó a hacerse más fuerte en su interior. Lo primero que atrajo su atención fue la equitación, pasando muchas horas montando a caballo, hasta que con cerca de quince años comenzó a trabajar y el tiempo de ocio para practicar deporte se diluyó.

Al igual que a muchos trabajadores del monte, el pasar jornadas interminables cortando pinos no fue impedimento para aficionarse al deporte del hacha. Con veinte años comenzó a acudir a campeonatos en Navarra y a cortar, siendo la primera vez en su vida que iba a comenzar a prepararse físicamente para una actividad deportiva.

No sería de extrañar que haya entre los lectores quien cuestione si la actividad de Abel de Vicente entra en la categoría de deporte o no, si bien basta escucharle hablar de técnica, de fuerza, de entrenamiento, de disciplina, y sobre todo de su pelea para ganar unas décimas al cronómetro, para entender que sin lugar a dudas, estamos ante una variante deportiva, aunque eso sí, todavía carente de estamentos federativos ya que está eminentemente enfocado como un gran show. Este aspecto contrasta con los aspectos tradicionales de la corta de troncos y a los que Abel también da importancia, pues no duda en destacar que hay constancia histórica de que en el Siglo XVI, cuando en España contaba con la Armada Invencible, en Soria ya había apuestas entre los habitantes de Quintana Redonda y Pinares para comparar la destreza entre cortadores.

Pero volviendo a la Covaleda de los años 90, por entonces sin tanta afición a este deporte como ahora, más allá de las exhibiciones que se realizaban en fiestas, Abel junto con Francisco Escribano, así como con Ernesto Herrero, que también ha sido internacional de este deporte, y su compañero de la modalidad parejas, Raúl Herrero, comienza su andadura. De esos años, Abel recuerda que a sus vecinos más que sorprenderles su afición, les llamase la atención que pasara de ser "un juerguista" a ser muy disciplinado. Primero competiría a corte largo, es decir, a maratones de cortar muchos troncos. Serían años de competir en los concursos de Pinares, pero también a tener las primeras experiencias en la Sierra de Madrid y Segovia, hasta que las lesiones de espalda propiciarían que se fuera centrando en su mejor habilidad, la del manejo de la motosierra, herramienta con la que se ha convertido en un autentico artista capaz de hacer en pocos minutos espectaculares y complejas esculturas.

Corría el año 2002 cuando se instaura la modalidad Stihl Timbersports Series, que se caracterizan por la velocidad y al requerir una menor exigencia física, y Abel se convirtió en uno de los pioneros al adaptarse a este atractivo formato. Esta disciplina consta de seis modalidades de corte (corte horizontal con hacha, motosierra, corte de hacha vertical, sierra de mano, corte en altura y máquina caliente), por lo que se busca el cortador completo. Hasta 2006 participó en las citas nacionales cuando decidió dejar de competir salvo citas concretas para pasar a convertirse en organizador. Lo que no ha dejado es de entrenar ni de prepararse, ya que siempre ha mantenido su frenética actividad de exhibiciones nacionales e internacionales, que le han llevado incluso a cruzar el charco y demostrar sus habilidades en Colombia.

Desde 2008 es el responsable de este deporte en nuestro país, con la responsabilidad añadida de ser el seleccionador nacional. En este sentido lamenta que su labor se ha complicado ya que la crisis ha impedido que se disputasen las citas nacionales, que eran donde elegía tanto al campeón como al resto de hombres del equipo.  Pese a todo cree que España está mejorando a nivel internacional con gente joven, que aunque no tiene fácil entrenar ni iniciarse por los costes de la madera y las herramientas, tienen un gran talento.

Sobre el futuro, De Vicente tiene todavía muchos sueños que cumplir. Por un lado, reconoce que le gustaría ofrecer a los sorianos un espectáculo como es el campeonato de España, porque Mariano Granados sería un lugar óptimo para hacerlo, aunque lamenta que hasta el momento no haya habido demasiado interés por apoyar sus iniciativas desde las instituciones locales. Por el lado deportivo, ante el poderío de Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Cánada, estaría sobradamente satisfecho si España lograra meterse en un podio mundial o al menos, se convierta en uno de los mejores conjuntos del continente europeo. 

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