Por quinto año consecutivo, el Camino de Soria Contra el Cáncer ha vuelto monocromática la ciudad durante unas cuantas horas. Hoy ha sido el rosa el color que ha predominado entre los más de 8.000 sorianos que se han inscrito para participar en esta cita que tiene un objetivo principal: colaborar con la investigación contra esta enfermedad para seguir avanzando en su lucha, para minimizar su incidencia cuando llega y para aumentar todos los esfuerzos preventivos.
La actividad de hoy ha sido organizada por la Delegación Soriana de la Asociación Española Contra el Cáncer, con la dirección técnica de los Atletas Populares de Soria y la colaboración del Puente del Canto, además de instituciones y empresas. Una de las novedades de hoy ha sido el cambio de recorrido, que ha quedado reducido a aproximadamente cuatro kilómetros y que ha evitado el paso de la depuradora de años anteriores. Los participantes han subido la calle Caballeros, han girado a la derecha en el cementerio y han bajado por el paseo Valobos hasta el río, antes de girar a la izquierda para subir de nuevo hacia la ciudad.
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A las 11.30 estaba prevista la salida de esta carrera-marcha no competitiva, pero los preparativos del día han empezado cinco horas y media antes, a las 6.00 de la mañana, cuando miembros y voluntarios han quedado en la sede de la Asociación para hacer los miles de bocadillos para los participantes. Después se ha trasladado el operativo a Mariano Granados, con la instalación de las vallas, el arco de meta y unas cuantas mesas en las que era posible apuntarse a la cita hasta última hora.
De hecho, el sol y la buena temperatura (las 11.30 eran 'realmente' las 12.30) han animado a numerosas personas a tomar parte en esta prueba lúdico-deportiva-solidaria, fundamental para que la sociedad avance en uno de sus grandes retos científicos y humanos.
