Numancia sigue sin rendirse...2.150 años después

Más de 3.000 personas han vuelto a disfrutar esta tarde con aquello que sucedió hace 2.150 años en el mismo terreno que hoy: Numancia. Un año redondo que lleva el lema Numancia 2017 por museos, actividades y eventos de la provincia. La representación de 'La caída de Numancia' a cargo de la Asociación Tierraquemada ha emocionado a los espectadores con el papel asumido desde los más pequeños a los más veteranos numantinos, pasando por las tropas romanas. La entrega de Mancino, el nombramiento de Escipión para acabar con Numancia, el cerco de este cónsul a la ciudad de Numancia desde los campamentos, la inflexibilidad de Escipión, la inflexibilidad de los numantinos, el hambre, la lucha y el espíritu de libertad... todo ello ha cabido en una hora y media en el anfiteatro situado bajo las ruinas de la ciudad. Cerca de 200 personas han participado en la recreación.

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La representación ha comenzado con una breve introducción del director de las excavaciones en Numancia y encargado de los textos, Alfredo Jimeno. En la primera escena, Roma entrega a Mancino, general derrotado, a los numantinos pero estos no aceptan su entrega y culpan a la ciudad eterna de la ruptura de paz.

Publio Cornelo Escipión Emiliano, el mejor cónsul romano, toma las riendas para derrotar definitivamente a Numancia. Escipión se presenta en la ciudad y les pide la rendición, pero Megara se niega y le reta a que derrote a Numancia.

Escipión decide cercar Numancia decidiendo así tomar la ciudad mediante el bloqueo. Los numantinos observan los diferentes campamentos de romanos que les rodean. El jefe Megara intenta quebrar este cerco pero muere en el intento, y es honrado por su pueblo con un ritual fúnebre.

En el último acto, la Caída de Numancia, se ven diversos ataques contra el ejército romano sin éxito para los luchadores. Tras varios meses cercados y sin aceptar los tratos que los ofrecen los romanos, llegan las ausencias de todo tipo de comida, la ingesta de pieles cocidas hasta que estas se terminan, la decisión de empezar a alimentarse a base de los muertos y, finalmente, los suicidios colectivos y el prendimiento del fuego a la ciudad antes que la rendición. Roma se lleva a medio centenar de numantinos a la capital del Imperio como esclavos, enfermos y desnutridos.

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