Marta Esteban: Una zapatilla pensando en Londres, otra zapatilla pensando en Tokio

Foto: Concha Ortega

HISTORIAS DEPORTIVAS El domingo 6 de agosto a las 14.00 hora local, el Puente de la Torre (Tower Bridge) de Londres escuchará el pistoletazo de salida de la maratón femenina del Campeonato del Mundo de Atletismo. En ese momento, formando parte de las mejores maratonianas del mundo, empezarán a correr tres españolas: Paula González, Marisa Casanueva y Marta Esteban Poveda. Esta última, desde hace aproximadamente media docena de años, comenzó una relación con Soria que se mantiene muy viva y que ha coincidido con sus mejores años de atleta.

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Marta Esteban, de padre de Albacete y madre de Cuenca, nació en Valencia el 6 de noviembre de 1982 y creció en el barrio de Campanal. En sus primeros años de vida, sus actividades deportivas eran otras. Empezó con el judo entre los cuatro y los nueve años. Siguió con el hockey hierba con diez, durante un año, mientras eran posibles los equipos mixtos. Después, aproximadamente entre los 12 y los 17 años, jugó al baloncesto, de alero. Su labor era más defensiva, aprovechando su 'incansabilidad', robando muchos balones para que anotaran sus compañeras.

En aquella época, y como su padre siempre ha sido aficionado a las carreras populares, Marta ya se iba inscribiendo a algunas. Solía conseguir buenos puestos dentro de su categoría, pero siempre en pruebas populares, sin metodología alguna de entrenamiento y sin zapatillas específicas, sin tocar el tartán.

De hecho, no tuvo su primer entrenador hasta los 18 años, cuando se apuntó al equipo de atletismo de la Universidad de Valencia, donde empezó a estudiar Medicina. Todavía hacía entrenamientos como deportista aficionada, dos o tres días a la semana, mientras seguía cursando sus estudios.

Su primer contacto con el maratón fue en 2009. Se estaba preparando para el de Valencia, que todavía se celebraba en febrero, pero una anemia esos días le impidió participar. Al final, debutó en la mítica distancia el 5 de abril de aquel año, en la ciudad holandesa de Rotterdam. A partir del kilómetro 30, todo el 'muro' se le vino encima y finalizó en una marca de 2h53:48, muy buena para una atleta popular, muy lejos todavía de la élite.

Doble sesión

Todavía tuvieron que pasar un par de años más, hasta que terminó el MIR y la rama de Medicina Nuclear, para que la valenciana empezara a entrenar con mayor frecuencia, doblando sesiones. Se levantaba a las seis de la mañana para ir corriendo al trabajo, se duchaba, hacía sus ocho horas, y volvía a ejercitarse por la tarde.

Además, en aquella época conoció la plataforma Strands, en la que estaba como entrenador Abel Antón. El bicampeón del mundo y la incipiente maratoniana empezaron a trabajar juntos, siempre a distancia salvo algunas visitas esporádicas de Marta a Soria para las planificaciones de las temporadas. Los primeros resultados empezaron a intuirse pronto: 2h38:05 en Valencia en noviembre de 2011, un tiempo ya importante y segunda posición en la prueba. En cualquier caso, por su cabeza nunca pasó la idea de hacer la mínima para los Juegos de Londres. En el tartán, de esa misma temporada es su mejor marca en 5.000: 16:33.30 en Barcelona.

Lesionada en la maratón de Valencia (noviembre 2012) y retirada en el 28 en Rotterdam (abril 2013), de nuevo corrió en su ciudad natal en noviembre de 2013, donde sufrió muchísimo en los últimos kilómetros pero se 'negó' a retirarse: 2:40.56. En 2014 mejoró su marca en media maratón hasta 1h14:41, pero las lesiones le impidieron participar en la maratón valenciana. Marta Esteban ya no trabajaba en esos días por cuenta ajena, sino que montó una clínica en la que también hacía quiromasaje. Según iba mejorando resultados, menos horas pasaba en esa clínica, ya solo con amigos o con pacientes especiales.

Y la primera parte del gran salto llegó un año después, en la 2015-16. Para entonces, Marta Esteban ya no entrenaba con Abel Antón por esa razón de la distancia. Tampoco entrenaba con un técnico valenciano con el que probó, pero con el que las sensaciones eran muy distintas que con el soriano. Por ello, a base de formación específica y de la que ya tenía como médica, decidió empezar a autoentrenarse, situación en la que continúa. En noviembre de 2015, como siempre en Valencia, corrió en 2h34:42. A esas alturas ya es imposible no pesar en los grandes campeonatos, pero Esteban asegura que corrió exactamente al ritmo que había planificado, y que probablemente no habría podido hacerlo más rápido pensando en Río de Janeiro. Poco después volvió a mejorar marca en media, 1h13:16 en Barcelona, en febrero de 2016, lo que le valió para debutar con la elástica española en el Mundial de Cardiff de esa distancia (64ª con 1h16:52).

Su mejor temporada

Aquello fue la antesala de la mejor temporada de su vida, la que está viviendo en 2016-2017 (en atletismo las temporadas empiezan el 1 de noviembre): pulverización de su mejor marca en maratón en noviembre de 2016 en Valencia con 2h30:47, lo que le abría las puertas del Mundial de Londres; mejora también de su marca en la media hasta dejarla en 1h12:08, otra vez en Barcelona, en febrero de este año; y participación en la Copa de Europa de 10.000 en Minsk (Bielorrusia) con sexto puesto en la final B y su mejor marca (34:10:42).

Aquella relación iniciada con Abel Antón no se ha perdido. Desde 2014, Marta Esteban entrena en verano en Soria. Empezó un mes pero ha ido aumentando la dosis. El año pasado ya estuvo agosto, septiembre y comienzos de octubre. Este año, con el cambio de objetivo, lleva en tierras castellanas desde junio. En estos últimos días está entrenando menos volumen, nada que ver con los alrededor de 200 kilómetros que ha hecho en los periodos más fuertes de carga.

Pronto marchará a Valencia a recoger algunas cosas y, desde ahí, a Madrid y a Londres. En la capital del Reino Unido estará cuatro o cinco días con el resto del equipo de la RFEA, preparando la gran fecha del 6 de agosto. ¿Objetivo? Hacerlo lo mejor posible. Eso no significa que no se atreva a decir un puesto: "Estar entre las 20 primeras estaría muy bien". Hay muchas incógnitas como el calor que puede hacer a mediodía en Londres, la humedad, la ausencia de liebres, el desconocimiento tanto de las rivales como del recorrido...

Después de Londres, descansará pero no descansará. Descansará, porque se irá del 14 al 30 de agosto a los Estados Unidos a hacer carrera continua y poco más. Y no descansará, porque irá a Boulder (Colorado) a integrarse unos días al grupo de entrenamiento de Brad Hudson: "Los mejores fondistas son africanos, pero la ciencia de verdad está en Estados Unidos". Allí tratará de seguir formándose de cara a sus tres siguientes objetivos: clasificarse y hacerlo lo mejor posible en el Mundial de Media Maratón que se organiza en Valencia el 24 de marzo de 2018, bajar de 2h30 en maratón, y tratar de estar en los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020, a los que llegará con 37 años.

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