Ángel Aguirre: Le esperan los 212 tresmiles del Pirineo en el próximo mes y medio

Foto: Concha Ortega

HISTORIAS DEPORTIVAS Ángel Aguirre Medina (Almazán, 18-3-1982) siempre tuvo gusto por el campo y, cuando empezó a estudiar Magisterio en Guadalajara, se aficionó fácilmente a la escalada gracias a la amistad que entabló con unos compañeros de Molina de Aragón. Terminado Magisterio, decidió licenciarse en INEF en Madrid. Allí, con un profesor llamado Fulgencio, conoció las técnicas del montañismo tanto a nivel teórico, que para eso estudiaba INEF, como a nivel práctico. A Ángel le gustaba la escalaba y le gustaba correr, así que la montaña terminó siendo el medio idóneo para él.

Hace casi 15 años ascendió su primero tresmil en el Pirineo, para lo que eligió todo un clásico como es el Monte Perdido, la tercera cima más elevada de la inmensa línea separadora de Francia y España. Aneto, Coronas, Salenques, Bachimala, Cresta de la Pez, Maladeta, la Cresta del Seil Dera Baquo, los Infiernos, el Posets, Gemelos, Veteranos, Perdiguero, Eriste, Diente de Llardana, Vignemale, Cerbillona, Punta del Sabre, Gran Facha, Argualas, Aguja de Pondiellos, Garmo Negro, Cilindro de Marboré, Jean Arloud, Gourgs Blancs... fueron acompañando al Perdido con el paso de los años, junto a otras aventuras pirenaicas fuera de los tresmiles pero también de nivel, como la Cresta de los 15 Gendarmes de Alba o una invernal al emblemático y solitario Midi d'Ossau.

Por supuesto, en todo este tiempo ha ido acompañando estos picos pirenaicos, míticos muchos de ellos, con otras ascensiones en los Alpes (Cervino, Mont Blanc, Monte Rosa, Castor), Picos de Europa (Urriellu), Atlas (Toubkal), el Sistema Central (Almanzor, Peñalara, Pico del Lobo)... Y, todo ello, sin abandonar del todo la escalada tanto en Soria y cercanías (Añavieja, La Toba, Boos, Abioncillo, Calcena, Embid de Ariza, Jaraba, Morata) como en otras localizaciones de España (Riglos, Galayos, Alicante).

Todo ese bagaje en la montaña, esa pasión especial por los Pirineos, le ha hecho afrontar un reto muy especial para este verano: intentar ascender los 212 tresmiles del Pirineo en un plan de 48 días. Lo tiene cerrado al 90% y, para conseguirlo, será necesario que acompañe el tiempo, será necesario que acompañen los amigos y será necesario que acompañen las fuerzas físicas y mentales.

Por lo que se refiere a las fuerzas físicas, Ángel lleva todo el invierno acudiendo con frecuencia a un rocódromo en Almazán y corriendo. Hizo la Media Maratón Azkoitia-Azpeitia en 1h23. En las últimas semanas, de un modo más específico, está entrenando la montaña, con subidas habituales al Moncayo.

Después de tanto tiempo de preparación concienzuda del plan, el primer día ya está a punto de llegar: este sábado 1 de julio. Ya ha comprado casi todo lo que llevará en su Peugeot Partner, porque esa es otra de las partes complejas y fundamentales en un viaje de este tipo: la logística, llevar todo lo necesario y solo lo necesario. Por ejemplo: latas, pan de molde, pasta, sopas, geles, barritas (y más comida, todo ello asesorado por una nutricionista), tienda de campaña, esterilla, saco, infiernillo para cuando esté dos o tres días sin ver el coche, fogón para el coche, ducha portátil, jabón ecológico, cuerda para tender, una cuerda de 60 metros de 8,2 milímetros, una cuerda de 30 metros de 8,2, cordinos, arnés, placa solar para el móvil, el frontal y el GPS, ordenador, piolet, crampones, friends, fisureros, casco, ropa, calzado... En estos últimos apartados, Ángel ha contado con la colaboración de la marca Joma para hacer más fácil su aventura.

Tres libros

Tres cosas más formarán parte de su equipaje. Primero, un libro electrónico para ayudar a pasar las horas en soledad, pues una de las grandezas de los Pirineos es que, fuera de sus montañas más conocidas, Ángel no se encontrará con mucha gente. Segundo, una de las ediciones del libro de Luis Alejos, 'Pirineos, guía de los 3.000 m'. Y tercero, basándose en ese libro de Alejos, Ángel Aguirre tiene un cuaderno en el que ha planificado todo este viaje que quiere terminar el 17 de agosto.

En ese cuaderno hay anotaciones de tiempo (espera hacer siete u ocho horas por jornada, pero hay algunos días en los que ha apuntado once), de si necesita ir acompañado, las cimas que puede tachar en cada jornada (hay varias crestas que rondan o superan la decena de tresmiles), los lugares en los que puede 'guardar' cosas para recogerlas a la vuelta, los abrigos en los que pasar una noche, las diferentes opciones según cansancio o acompañamiento, los refugios en caso de necesidad, las horas de viaje en coche entre macizo y macizo...

El gran viaje de este soriano empezará este fin de semana en los tresmiles más orientales del Pirineo, los que se encuentran en la provincia de Lérida, empezando por la cumbre más alta de Cataluña, la Pica d'Estats (macizo 1). Sin salir de Lérida, irá viniendo después para hacer los Besiberris y el Comaloformo (macizo 2). Después, casi nada, todos los tresmiles del Maladeta-Aneto: Alba, Maldito, Aragüells, Mulleres, Coronas, Russell... y así hasta 46 (macizo 3).

La zona del Clarabide-Perdiguero-Boum es su siguiente destino (macizo 4), con el Seil Dera Baquo, Portillón de Oô, Quayrat, Lézat, Crabioules, Lliterola. No se tendrá que desplazar en exceso para otro de los lugares míticos, Posets-Eriste (macizo 5), con los Gemelos, los Veteranos, el Diente de Llardana, las Forquetas... Seguirá en la provincia de Huesca cuando acometa las ascensiones de la zona Culfreda-Bachimala (macizo 6): Lustou, La Pez, Schrader, Sabre...

Los últimos macizos

En Francia se encuentra el Neouvielle-Pic Long, su próxima parada, (macizo 7), con picos como Los Tres Consejeros, el Ramougn o el Campbieil. Tendrá que cambiar de país para regresar a Aragón y hacer La Munia (macizo 8), donde están Sierra Morena o el Robiñera. El único plan que todavía no ha definido en su cuaderno es el de la zona de Monte Perdido (macizo 9), donde hollarán sus botas los Gabietos, los Astazus, el Taillon, Marboré o Cilindro, entre otros.

Desde ahí, y a falta de la decisión final, lo normal sería ir al Vignemale (macizo 10), con su Pique Longue, Cerbillona o Petit Vignemale. Si así lo hiciera, el colofón estaría en los tresmiles más occidentales y más cercanos a Soria, en el Balaitus-Infierno-Argualas (macizo 11), y en el que también se encuentran otros cumbres que a los montañeros no les resultarán desconocidas: Garmo Negro, Gran Facha, Pondiellos o las Frondellas.

En apenas cuatro días a contar desde hoy empiezan el viaje en coche y las caminatas. Retos así, que no son nuevos, no se los pone cualquiera. Con esa preparación previa, con los acompañamientos de algunos amigos y con la presencia de la suerte o ausencia de imprevistos, Ángel Aguirre regresará a Almazán a mediados de agosto con su lista de 212 tresmiles completada y con muchas historias que contar cuando todo aposente.

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