Joseba Díaz: De las montañas de Azkoitia a las de cualquier lugar... siempre corriendo

Foto: Concha Ortega

HISTORIAS DEPORTIVAS Joseba Díaz López (Azkoitia, Guipúzcoa, 9-3-1995) llegó a Soria hace cuatro años para estudiar Fisioterapia. Está a punto de terminar. En la ciudad castellana no existen los increíbles desniveles de su País Vasco, pero para sus entrenamientos está más que contento con lo que encuentra en la Sierra de Santa Ana.

Joseba es corredor de montaña. Empezó haciendo atletismo con nueve años, combinando pista y campo a través, pero lo que de verdad le gustaba era esto último. Ya en categoría cadete, con 14-15 años, empezó a destacar y a acudir con la selección del País Vasco a los Campeonatos de España de cross. Y muy poco después, con 16 años, empezó a correr montaña. Es una edad temprana, pero relativamente habitual en una tierra tan aficionada a los montes.

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Sus primeras competiciones llegaron también joven, a los 18 años. De hecho, fue entonces cuando completó la prueba más larga que ha hecho hasta la fecha, la Apuko Long Trail: 65 kilómetros y unos 9.000 metros de desnivel acumulado. Como podía suceder... pinchó, pero su afición por las montañas no se vino abajo.

De hecho, nada más llegar a Soria, una de las primeras molestias que se tomó fue la de ponerse en contacto con uno de sus clubes de montaña, el Banzaii Antártica, para compartir con ellos entrenamientos y excursiones.

Hasta ahora, esos entrenamientos los hacía todos por su cuenta, según las sensaciones y el tiempo del que dispusiera. Hace unos meses, sin embargo, decidió dar un giro a su carrera deportiva. Para empezar, le patrocina la marca Scott a través de la tienda All Track Running. Y, tan importante como ello, desde diciembre tiene entrenador. Josu, 'Epi', licenciado en INEF también de Azkoitia, ha empezado a guiarle esas sesiones de trabajo.

Dos o tres días a la semana hace asfalto, carrera continua, sin meter series, solo volumen. El entrenamiento más específico, el de la montaña, le ocupa entre una hora y media y tres horas diarias. En ese tiempo, ya sí, hace trabajo concreto, series más cortas o más largas según el momento de la temporada en que se encuentre o según la inminencia de alguna competición. En total, y completando todo ello con gimnasio, entrena seis o siete días a la semana, más allá de que también esté haciendo especial hincapié en el llamado entrenamiento invisible (alimentación, descanso, rutinas...).

Los resultados de todo ello no se han hecho esperar mucho. El primer fin de semana de abril, Joseba compitió en la prueba que más le ha marcado hasta la fecha, el Cabrales Tres Verticales. El sábado 1 de abril se subieron el Calluenga (2.400 metros) y el Subisomas (3.000). El domingo, lo más salvaje, el Aventón: un kilómetro vertical en apenas 1.800 metros. El azkoitiarra terminó cuarto en la general con un tiempo de 1h52:50, a apenas 39 segundos del bronce. Además, fue el primer Sub 23.

Aprovechando ese buen momento de forma, el pasado fin de semana se desplazó a Otañes (Cantabria) para participar en la primera prueba de la Copa de España de Kilómetros Verticales. Lo ganó con cierta holgura, aventajando en un minuto al segundo. Esta Copa de España la completan las citas de Artenara (Las Palmas, 16 de junio), Palacios de Sil (León, 22 de julio) y Becerril de la Sierra (Madrid, 7 de octubre). A León y a Madrid tiene intención de ir, pero lo de Artenara no lo tiene tan claro, entre otras cosas, porque dentro de dos fines de semana va a participar en una de las grandes carreras del mundo, la Transvulcania.

Allí, en la isla de La Palma, va a competir dos veces. Primero, en el kilómetro vertical, el jueves 11 de mayo, donde no piensa guardarse nada. Ahora, por sus entrenamientos y por su juventud, estas pruebas explosivas se le dan mejor que las carreras más largas, "para las que se necesita más tiempo y más motivación". Y después, el sábado 13, hará precisamente una de esas carreras, la Transvulcania Maratón, 45 kilómetros en los que algo de sufrimiento habrá, pero en la que sobre todo tiene intención de disfrutar de los espectaculares paisajes de La Isla Bonita. Varios sorianos le acompañarán en La Palma.

Y para el futuro, su objetivo es tan fácil como difícil: "Me gustaría mantener este nivel y subirlo, no estancarme". Con el camino que ha comenzado este año, y con su juventud, habrá de conseguirlo.