La lucha de Baltasar Garzón por la Memoria Histórica llena el Palacio de la Audiencia

El juez Baltasar Garzón, uno de los principales estandartes de la lucha de la recuperación de la memoria de las víctimas del franquismo, ha clausurado esta tarde en Soria la Semana de la Memoria Histórica, organizada por la Asociación Soriana Recuerdo y Dignidad. El Palacio de la Audiencia ha registrado un lleno total para escuchar su conferencia. Garzón ha recordado la importancia de este tipo de asociaciones ante la falta de apoyos institucionales para “traer a presente lo que realmente nunca se ha olvidado”. En la rueda de prensa previa a su intervención pública, el magistrado ha explicado que iba a dar a conocer algunas de sus reflexiones políticas, jurídicas y sociales sobre este movimiento de recuperación de la memoria. Ha subrayado que España es el segundo país del mundo en número de personas desaparecidas, superado únicamente por Camboya.

Garzón ha criticado la indiferencia tanto gubernamental como de los jueces a la hora de luchar contra este olvido, “salvo honrosas excepciones como aquí en Almazán, donde se consiguió una orden para la exhumación de los cuerpos de Barcones. Hay que luchar por la justicia, la verdad y la reparación de unos crímenes que pueden considerarse de lesa humanidad”.

Por lo que se refiere a su opinión sobre la situación del actual Gobierno, estima que no va ha haber voluntad de cambio, “tampoco vamos a pretender que los olmos den peras”. Piensa que se van a poner “excusas” como las de los últimos tiempos, de falta de presupuesto para no desclasificar archivos que llevan sin conocerse desde 1936, con lo que va a ser muy difícil, según Garzón, aplicar la Ley de la Memoria Histórica que se aprobó en el año 2007.

El trabajo de Garzón, según ha recalcado, “no es tanto de pasado como de futuro, para que no se repitan situaciones que parecían olvidadas”. En este sentido, ha comentado que hace años eran impensable imaginar el auge de los partidos de extrema derecha en la Unión Europea, auge que ha sido posible gracias a la indiferencia de los Gobiernos.

El juez sí ha elogiado el trabajo de municipios o comunidades autónomas que han impulsado iniciativas que van incluso más allá de la Ley de la Memoria Histórica, y ha recordado que “no se trata de sectarismo, sino de reparar a todas las víctimas para no seguir siendo responsables de aquello”. Garzón ha explicado que “todos los organismos internacionales, desde la ONU y sin excepción” lamentan la actitud del Gobierno español en este asunto.

Baltasar Garzón es optimista en el sentido de que si bien la primera generación tuvo miedo y la segunda, “nosotros”, se ha ido dando cuenta de la importancia de la recuperación de la memoria histórica, “son realmente las personas de la tercera y cuarta generación, nietos y bisnietos, los que quieren saber, los que hacen preguntas y no encuentran respuestas”.

Preguntado específicamente por la situación de denominaciones como la de San Leonardo de Yagüe, Garzón ha asegurado no comprender que haya Ayuntamientos, “sean del sesgo que sean, que se decidan a mantener estos nombres solo por la excusa de que hizo cosas para su pueblo. Me imagino que San Leonardo existiría antes del general Yagüe, y debería volver a llamarse simplemente San Leonardo”.

El gran adalid de esta lucha por evitar todos los nombres franquistas es el abogado Eduardo Ranz, del que ha comentado que “lo que está haciendo es muy loable. Además, estamos en proyectos comunes, como es el de conseguir que se exhumen los cuerpos de Franco y de Primo de Rivera del Valle de los Caídos. No puede haber todavía en España demócratas que reivindiquen aquel periodo”.

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