La Diócesis de Osma-Soria celebra mañana la Jornada Mundial por el Trabajo Decente

Con motivo de la celebración de la Jornada Mundial por un Trabajo Decente para todas las personas (que se celebró el pasado viernes) mañana, viernes 14 de octubre, la Diócesis de Osma-Soria celebrará la Santa Misa en la iglesia de San Juan de Rabanera (Soria) a las 19.00 horas presidida por el Administrador diocesano, Gabriel-Ángel Rodríguez Millán. A continuación los convocantes (Caritas, CONFER y HOAC en la Diócesis) invitan a una concentración en la Plaza de San Esteban donde se dará lectura al manifiesto por el trabajo decente en el que, "como afirma el Papa Francisco, se reafirmará que el trabajo es una realidad esencial para la sociedad, para las familias y para los individuos, y que su principal valor es el bien de la persona humana".

Iglesia por un trabajo decente. Artículo de opinión del sacerdote diocesano Martín Zamora Borobio, consiliario de la HOAC

"Éste es el segundo año consecutivo que nuestra Iglesia diocesana se unirá a la celebración de la Jornada nacional por un trabajo decente del 7 de octubre que nosotros vamos a celebrar el 14 de octubre.

El 1 de mayo del 2000 San Juan Pablo II, con ocasión del Jubileo de los trabajadores, hizo un llamamiento mundial a todas las organizaciones del trabajo para unir fuerzas en una coalición mundial a favor del trabajo decente alentando la estrategia de la OIT. Benedicto XVI, en su Encíclica “Caritas in Veritate”, definía así el trabajo decente: “Es la expresión de la dignidad de todo hombre o mujer; un trabajo libremente elegido, que asocie efectivamente a los trabajadores al desarrollo de su comunidad; un trabajo que de este modo haga que los trabajadores sean respetados evitando toda discriminación” (CV 63). El Papa Francisco insiste constantemente en la importancia decisiva de la dignidad del trabajo y del trabajo digno para la realización de la dignidad humana. La lucha contra la pobreza y la configuración de una sociedad que, con el trabajo de las personas, cuide la vida de todos y de la casa común realizando así la vocación humana (cfr. Laudato si’ 128) También los Obispos españoles (en el n. 32 del documento “Iglesia, servidora de los pobres”) han subrayado que lograr un trabajo digno debe ser empeño de todos, empeño que reclama la implicación de las comunidades cristianas en razón de la caridad y la justicia.

Desde el año 2008, por iniciativa de la Confederación Sindical Internacional, se viene celebrando esta Jornada a nivel civil. En 2014 se reunieron en Roma representantes de organizaciones de inspiración católica y líderes de la OIT para pedir conjuntamente el trabajo decente para todas las personas entre los Objetivos del Desarrollo Sostenible en la Agenda Post2015. Secundando estas iniciativas, ya a nivel nacional, Cáritas, HOAC, CONFER, Justicia y Paz, JEC y JOC -apoyados por más de sesenta organizaciones eclesiales- asumieron conjuntamente la responsabilidad de celebrar esta Jornada a nivel eclesial con una vigilia y un acto en la calle reclamando un trabajo decente. Éste es el motivo por el que queremos hacer un llamamiento a todos para participar en la celebración de la Eucaristía en la iglesia de San Juan de Rabanera el viernes 14 a las 7 de la tarde y en la posterior concentración en la Plaza de San Esteban.

Todos sabemos de las situaciones de falta de trabajo en nuestras propias familias, jóvenes y parados de larga duración de más de 45 años. Sabemos también de la precariedad de los contratos temporales por meses, por días o por horas, que las personas aceptan porque no les queda otro remedio pero conscientes de que en esos contratos no se respeta la dignidad del trabajador, horarios ni derechos laborales. Sí hemos bajado la cifra de parados pero ¿a qué precio y en qué condiciones? Todos los sorianos somos testigos de la falta de oportunidades para nuestros jóvenes que, al no existir industrias, tienen que salir fuera a buscar trabajo y ya no vuelven, dando lugar a una despoblación y un envejecimiento continúo de nuestra gente. Todos hablamos de despoblación pero pocas iniciativas existen para poner remedio a estos graves problemas.

Como Iglesia queremos estar junto a los que reclaman un trabajo decente, un trabajo digno de la persona que lo ejerce. Nuestra presencia quiere hacerse oración para pedir a Dios por este problema tan vital para las personas y nuestra presencia en la calle quiere reclamar ante la sociedad, ante nuestros políticos y agentes sociales un esfuerzo entre todos para luchar contra la desigualdad social que tanto daño está haciendo en las familias pobres".

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