Una tesis explica la situación de la perdiz en Soria tras analizar 5.000 muestras durante 13 temporadas

El pasado sábado, a convocatoria de la Federación de Caza de Castilla y León y de su Delegación en Soria, cazadores y amantes de la perdiz en general, se dieron cita en el centro cívico de Camaretas con el objetivo de intercambiar opiniones en relación a la situación por la que pasa esta especie. La apertura corrió a cargo del delegado provincial de la Federación de Caza, D. José Manzano que dio la palabra a D. Santiago Iturmendi, presidente de la Federación de Caza de Castilla y León que repasó la situación federativa y los proyectos en los que está participando la Federación Autonómica junto con la Oficina Nacional de la Caza.

Para describir la situación de la perdiz en Soria, el Dr Jesús Llorente Gil, expuso las principales conclusiones de su tesis doctoral, que ha sido dirigida por el Dr Jesús Nadal de la Universidad de Lérida, en la que se analiza la abundancia, el uso del espacio, el aprovechamiento cinegético y la importancia económica de la perdiz entre las temporadas 1997/98 y 2009/09.

Se ha tratado de un trabajo eminentemente práctico con el objetivo de obtener unas conclusiones que sean aplicables a la mejora de la gestión de la especie. Para ello ha sido fundamental la colaboración de cientos de cazadores de la provincia que a lo largo de 13 temporadas han guardado las más de 5.000 muestras de las perdices analizadas, en un estudio sin precedentes tanto por el volumen de muestras como por la continuidad en el tiempo. Combinando la información de las muestras biológicas con datos de abundancia, obtenidos a través de censos realizados en todas las estaciones del año y con encuestas se ha podido conocer la evolución de la especie a lo largo de estos más de 10 años.

Entre las conclusiones expuestas que derivan en directrices para la gestión cinegética de la perdiz roja en Soria, cabe señalar:

•    Soria cuenta con bajas densidades de perdiz roja pero con un importante potencial reproductor que hace que los años en que las condiciones son favorables la población se incremente de forma importante.

•    La importante mortalidad que se produce entre los meses de final de verano y principio de otoño, en los que llegan a desaparecer 3 de cada 4 perdices. "Es fundamental actuar en este punto si queremos incrementar el éxito reproductor de la especie", apunta el creador de la tesis, Jesús Llorente. A pesar de ello, la población de perdiz se puede calificar de moderadamente productiva, con dos jóvenes por cada adulto durante la época de caza.

•    La estructura de la población durante el otoño muestra un ligero desequilibrio a favor de los machos indicador de la existencia de una mortalidad diferencial que afecta en mayor medida a las hembras. La predación o el impacto de la maquinaria agrícola pueden ser las causas.

•    Se ha observado la existencia de cotos que durante la primavera actúan como fuente de perdices mientras que otros hacen de sumidero. "Es necesario implantar un sistema global de gestión que reconozca a los cotos que cuidan y aprovechan menos las poblaciones y no se ven perjudicados por aquellos otros próximos que las sobre explotan".

•    Aunque los niveles de ejemplares de granja son bajos comparados con otras zonas de la Península, "es importante minimizar estas prácticas y restringirlas a ciertos lugares por el efecto negativo que tienen en la conservación de la perdiz roja silvestre".

•    La variabilidad en la abundancia de la especie no permite determinar una tendencia clara de las poblaciones. "Sería importante acumular más información en la línea de la generada en este estudio para seguir evaluando la evolución de las poblaciones de perdiz roja en el futuro".

•    La calidad de los hábitats condiciona la abundancia de perdices de forma que "se ha encontrado una relación entre los puntos dónde se han detectado las perdices y la calidad de los hábitats, jugando un importante papel las escasas estructuras (ribazos, majanos, eriales,…) que quedan en las áreas de cultivo. Es importante conservar estas estructuras en el futuro y fomentar su creación.

•    El tamaño y la estructura de los cotos favorece la gestión de la perdiz roja y en términos generales el número de cazadores por superficie es adecuado con la presión que admite la especie".

•    Los rendimientos de perdices por unidad de superficie son intermedios comparados con otras áreas del norte de la Península. Las capturas son suficientes para mantener la afición de la cuadrilla de cazadores, que de media está compuesta por 2 cazadores y al menos 2 perros.

•    La efectividad, entendida como número de perdices por jornada, aumenta con el incremento del tamaño de la cuadrilla tanto en número de cazadores como de perros.

•    Las cuadrillas más numerosas o con más perros dejan menos ejemplares heridos en el campo.

•    El tiempo que requiere la cuadrilla para capturar un ejemplar disminuye conforme retrasa el inicio de la jornada de caza, debido a que se aprovechan del trabajo de dispersión de las perdices que han realizado cuadrillas que comenzaron antes la caza. Limitar la duración de la jornada puede ayudar a evitar este fenómeno.

•    Los modelos ecológicos de análisis de la sostenibilidad permiten valorar que el grado de aprovechamiento de las poblaciones de perdiz ha sido correcto, encontrándose en torno al 40% de la abundancia. Sería importante que las administraciones implantaran sistemas de este tipo para monitorizar el aprovechamiento que se realiza de la especie.

•    La actividad cinegética de caza menor genera en su conjunto 34,67 €/ha, una cantidad nada desdeñable que llega a suponer un 16% de lo que reporta los cultivos herbáceos.

•    La PAC y sus ayudas "se pueden convertir en la herramienta para compatibilizar la producción agrícola y la conservación, de forma que en el marco de su aplicación hay margen para implantar muchas actuaciones que sin suponer ninguna merma en la producción agrícola pueden ayudar en gran medida a mejorar la calidad del medio natural".

•    Cazadores, agricultores y administración t"ienen que trabajar codo con codo para conservar los hábitats actuales e ir mejorándolos de cara al futuro. Además, con pequeñas variaciones o compensaciones, es posible suavizar algunas actividades agrícolas que ocasionan un importante impacto en las especies silvestres2

Llorente apunta que "las 20 fichas desarrolladas pueden servir de ejemplo práctico para implantar las primeras actuaciones". Para finalizar, el autor quiso agradecer la implicación de decenas de sociedades y clubs de caza y el apoyo de la Federación de Caza de Castilla y León a través de la Delegación de Caza en Soria para la realización de este estudio.

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