La fiesta en las Cuadrillas y botas que se subastan por 650 euros

El subastador de El Rosel lanza una de las botas. Foto: Carlos Arlegui

SÁBADO AGÉS Las fiestas de San Juan ya han superado su ecuador. Comienza la cuenta atrás, con otros tres días intensos hasta la noche del lunes. Hoy, Sábado Agés, es el día de la fiesta en las Cuadrillas. Por la mañana, de 9.00 a 13.00, miles de sorianos han ido por sus respectivos locales para recoger la tajada cruda y tomar un moscatel, una pastas y unas asadurillas. No suelen faltar algunas chucherías para los niños. Este detalle de recoger las tajadas, tanto la de hoy como la de mañana, es uno de los momentos más diferenciadores de las fiestas de San Juan. Muchos sorianos entran en dos o más Cuadrillas por los compromisos y por las amistades.

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Cada persona que entra en fiestas acude al local de Cuadrilla con el vale correspondiente al Sábado Agés. Entregado ese vale, coge un papel con un número. Ese número se corresponde con el trozo de carne que le corresponde, en un sorteo que, como tantas cosas en San Juan, se mantiene como un símbolo de los tiempos pasados. Ahora, las tajadas son casi todas iguales, de alrededor de 800 gramos. Antes, podía haber mucha diferencia entre tener suerte y no tenerla.

A las 13.00 horas de hoy, como es tradición, habrá una concentración de dulzaineros en la plaza del Olivo. Junto a las Cuadrillas, harán un pasacalles hasta la Dehesa, donde se rendirá el anual homenaje a los autores de las sanjuaneras, don Paco y don Jesús.

Por la tarde, a las 18.00 horas, corrida de toros de la ganadería de Adolfo Martín para Morenito de Aranda, Paco Ureña y Martín Escudero. Este último, por primera vez en su carrera, lidiará toros de su tío. Leer crónica de la corrida

Y a esa misma hora, a las 18.00, han comenzado los Agés en sí, el momento más significativo de la jornada de hoy, con sorianos y forasteros distribuidos por los 12 barrios de la ciudad sorteando los mejores trozos de carne de los toros, así como sus despojos.

Durante algo más de cuatro horas, los subastadores han hecho acopio de su ingenio, de sus tretas, de la música, del vino y de los bailes con los Jurados para conseguir las pujas más altas. Como es tradicional, ha destacado el alto precio que se ha pagado por algunas botas. Dos de El Rosel y San Blas, por ejemplo, se han subastado a 650 euros cada una.