La villa romana de La Dehesa acoge una exposición sobre la escultura de la diosa Fortuna de Clunia

El delegado territorial, Manuel López, ha presentado esta mañana en la villa romana La Dehesa, en Las Cuevas de Soria, una exposición itinerante con diferentes recursos didácticos sobre el trabajo de restauración realizado con la escultura de mármol de la diosa Fortuna de Clunia, de tamaño superior al natural y excepcional obra dentro de la escultura romana y el patrimonio arqueológico de Castilla y León.

Junto al delegado territorial, han estado el presidente de la Comisión de Cultura, Deportes y Juventud de la Diputación Provincial de Soria, Amancio Martínez, y el jefe del Servicio Territorial de Cultura, Carlos de la Casa.

Esta muestra es una continuación del proyecto cultural de la Consejería de Cultura y Turismo denominado ‘La escultura romana de diosa Fortuna del teatro de Clunia’, desarrollado en el Museo de Burgos en el pasado mes de noviembre. La exposición itinerante recorrerá, en colaboración con los titulares de los distintos bienes, las cuatro villas romanas visitables de la Comunidad. En mayo se exhibió en la villa de Almenara-Puras (Valladolid), el mes de julio podrá visitarse en La Dehesa, en agosto en la de Camarzana de Tera (Zamora), y concluirá el periplo, a finales de verano, en la villa de la Olmeda (Palencia).

La diosa Fortuna de Clunia

Durante las campañas de excavación de 2007 y 2008 aparecieron en el postcaenium del teatro romano de la Colonia Clunia Sulpicia, situada entre las localidades de Peñalba de Castro y Coruña del Conde, en el sur de la provincia de Burgos, un gran número de fragmentos (casi 200 elementos) de una escultura monumental femenina.

Con toda probabilidad, la escultura formaría parte de la decoración y el programa iconográfico del teatro y posiblemente, en origen, se ubicaría en uno de los intercolumnios del frente de la escena. Las investigaciones en este yacimiento han confirmado que dicho teatro se construyó a finales del siglo I de nuestra era, y que apenas un siglo después, en la segunda mitad del siglo II después de Cristo, sufrió una profunda transformación. Según los datos aportados por las excavaciones, durante este proceso el gran almacén subterráneo, situado bajo el proscenio, se utilizó como escombrera de los materiales constructivos no reutilizables, y allí, por motivos que se desconocen, acabó la escultura en múltiples fragmentos, calcinándose algunos de ellos.

Por la iconografía, la estatua se atribuye la diosa grecorromana Fortuna, identificada por la cornucopia o cuerno de la Abundancia que porta en su brazo izquierdo. De tamaño mayor al natural, más de dos metros de altura y dos toneladas de peso, la ejecución estilística de la talla, la vestimenta (a la manera griega con túnica ceñida bajo el pecho y cubierta parcialmente por un manto) y los datos sobre el peinado y diadema hacen que se atribuya a época Julio-Claudia.

El proyecto de investigación y restauración, realizado en el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León (CCRBC de Castilla y León) entre los años 2009 y 2015, se abordó de forma multidisciplinar, junto a al equipo de investigación del yacimiento, realizando un completo estudio de caracterización del material escultórico y su procedencia, así como de la composición y estructura de los distintos fragmentos.

La caracterización del material utilizado determina que el conjunto escultórico (cuerpo y cabeza) está realizado con dos mármoles diferentes: el de la cabeza ofrece muchas similitudes con el de canteras de Almadén de la Plata (Sevilla), y el del cuerpo, sin embargo, se relaciona con las del sur de Portugal, también dentro del Macizo Hespérico.

Al reconocerse evidencias de policromía en algunas zonas de la superficie, se abordó un estudio sobre los pigmentos y cromatismo de la escultura a través de técnicas que no requerían la toma de muestras, como la fluorescencia de rayos X y análisis químicos a través de microscopía óptica y electrónica, que han permitido llevar a cabo una recreación del color de la misma.

Utilización de novedosas tecnologías

Para la realización de estas investigaciones, además de con el Laboratorio de Física y Química del CCRBC de Castilla y León, se ha contado con la colaboración de otras instituciones, como la Universidad de Zaragoza o el Instituto de Patrimonio Cultural de España.

Con el objeto de generar un modelo virtual, la volumetría y el estado de conservación de los fragmentos fueron objeto de documentación por medio de escaneado láser 3D. De cada uno de estos elementos también se realizó una impresión en 3D para proceder a una aproximación al montaje y reconstrucción del volumen de la pieza, aspecto que revestía una gran dificultad, si tenemos en cuenta el tamaño y el peso de la mayoría de ellos, que hacían muy compleja su manipulación.

El proceso de restauración y montaje de la escultura hizo preciso recurrir a procedimientos no habituales dentro del ámbito de la intervención en este tipo de obras, planificando una metodología específica.

En primer lugar se realizó una consolidación estructural de todos los fragmentos mediante tratamiento químico. Después de procedió a la limpieza de cada uno de ellos, combinando procedimientos mecánicos y limpieza fotónica a través de láser.

Para el montaje se diseñó y construyó una estructura interna y autoportante que permitió, mediante ligeros rebajes, ubicar cada uno de los fragmentos y anclarlos entre ellos sin utilizar adhesivos.

Para concluir el trabajo se reconstruyó el volumen de algunas zonas al objeto de facilitar una lectura visual del conjunto y suplir pérdidas relevantes. Con la misma intencionalidad, también se realizó una aproximación volumétrica del rostro, motivada por la pérdida de la parte anterior de la cabeza. La intervención se completó con una entonación cromática (semejante al soporte pétreo existente) de los elementos de nueva factura.

Gracias a los diversos ensayos y estudios ha sido posible no sólo recuperar físicamente la escultura y disfrutar de su valor estético, sino también, y lo que es más importante, recuperar la información inmaterial asociada a su construcción y utilización para ofrecerla a la sociedad.

El proyecto finalizó con la instalación de la escultura en el centro de interpretación de Clunia, con la colaboración de la Diputación de Burgos y el equipo de investigación del yacimiento (Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Valladolid y Universidad de Barcelona).

Para contribuir a la interpretación de esta magnífica pieza, y al fortalecimiento del discurso didáctico de este singular yacimiento arqueológico, se realizaron una serie de materiales didácticos de apoyo, como paneles explicativos, panel con recreación del cromatismo de la escultura, y un audiovisual en el que los técnicos participantes explican el proceso de estudio y restauración de la diosa Fortuna de Clunia.

Entrando en la página solicitada Saltar publicidad