José Plaza y Antonia Mallo, Jurados en 1966 y todavía fieles a sus fiestas de San Juan

"Corría el año 1966. La Cuadrilla de Santo Tomé, San Clemente y San Martín no tenía Jurados para las fiestas de San Juan. El Ayuntamiento realizó un sorteo y salió mi nombre.

Por aquel entonces, acababa de crear una empresa de futuro incierto, pues era por completo diferente a mis estudios terminados, y también mi economía era nula. Por tanto, mi situación estaba muy comprometida para poder ser Jurado de Cuadrilla.

Por otra parte, pensé que si tenía que serlo, lo sería, con todas sus consecuencias. Y lo fui.

Tuve la suerte de contar con un secretario y cuatros excelentes que me solucionaron cuantos problemas se me plantearon.

Desde entonces aprecio nuestras fiestas de manera diferente a como antes de ser Jurado las veía: tienen más sentido, son más entrañables, más sorianas. Hay un antes y un después de ser Jurado.

A los próximos Jurados de Cuadrilla les recomiendo que vivan sus Sanjuanes sin preocuparse y alegremente, que estos días se pasan sin darse cuenta. Y les digo lo que a mí tantos me dijeron: SALUD PARA CUMPLIR".

El autor de este breve y clarísimo texto es José Plaza, Jurado de la Cuadrilla de Santo Tomé, San Clemente y San Martín en 1966 junto a su esposa Antonia Mallo. Se cumplen, por tanto, 50 años de aquellos días que José y Antonio recuerdan perfectamente.

En todo este tiempo han cambiado muchas cosas salvo una: Antonia no se ha perdido nunca las fiestas de San Juan: "Porque somos los dos de Soria de toda la vida y nunca nos ha gustado irnos de vacaciones en estos días. Las fiestas de San Juan son lo más grande de Soria y las esperamos siempre con mucha ilusión".

No puede decir exactamente lo mismo José, que había estudiado Magisterio: "A mis 86 años, solo me he perdido unas fiestas de San Juan, y fue el año que tuve que hacer la mili. Coincidió que fue el año de los disturbios". Se refiere José a lo sucedido en 1953, cuando las modificaciones que pretendía introducir el gobernador civil Luis López Pando terminaron en importantes incidentes en la ciudad, el Lunes de Bailas.

Un autocar para llevar al Numancia

Cuando decía José en su texto inicial que "acababa de crear una empresa de futuro incierto", se refería a los Autocares Plaza: "Compré un autobús de 17 plazas para llevar al Numancia en sus viajes". Antes de ello, el equipo viajaba en un pequeño autobús del Gonzalo Ruiz "que cabía por el túnel de San Polo". La flota fue creciendo y diversificándose, pero más de medio siglo después continúa llevando a la plantilla del Club Deportivo Numancia por toda España. Tanto José como Antonia son socios del club, y José llegó a ser directivo cuando era presidente Julián Carro, entre 1972 y 1973.

Para la Compra de 1966 ya tenían un vehículo más grande, "un camión que le compré al Hergueta y que transformé en autobús". Tenía 42 plazas. La comitiva de las Cuadrillas estaba en la plaza Mayor y José, Jurado y conductor del autobús, entró a tomarse un café al Mesón Castellano. Uno de sus hijos, de apenas tres o cuatro años, se puso en el volante, tocó el botón de arranque y pisó el acelerador, con todo el mundo dentro del autocar. Afortunadamente solo avanzó unos centímetros porque había otros vehículos delante.

Antonia recuerda que las fiestas de entonces eran "muy distintas a las de ahora. Se hacían todas en casa. Nosotros teníamos la suerte de que vivíamos cinco familias juntas, en una casa en La Florida, y además teníamos un corral. Teníamos que cocer las tajadas, los huevos, llevar toda la cacharrería a Valonsadero... era muchísimo trabajo, pero la gente colaboraba mucho más que ahora".

Entrar en fiestas

La Jurada de 1966 explica que "es muy orgullo ser soriana y ser Jurada, es muy bonito poder contárselo a tus hijos". Los padres de José, casualmente, ya había sido Jurados 30 años antes, en 1936. José y Antonio siguen entrando todos los años en fiestas y consideran que todo el mundo debería hacerlo. "Y no solo entramos en la nuestra, también donde tenemos las cocheras con los vehículos", recalca José.

Como recuerda igualmente en su texto inicial, y como sigue sucediendo 50 años después, tuvieron la fortuna de encontrar un equipo que les ayudó a que todo saliera a la perfección en la Cuadrilla de Santo Tomé, San Clemente y San Martín. El secretario, Antonio Lapuerta, era el director del Instituto Nacional de Previsión. Casualmente, uno de los nietos de Antonio, Nacho, es este año Jurado de la Cuadrilla de San Juan.

Camilo José Cela

Aquellas fiestas de 1966 fueron además especiales porque fueron pregonadas por el gallego, y posterior Premio Nobel, Camilo José Cela, quien hace un elogio y una 'justificación' de las fiestas de San Juan que firmaría cualquier soriano y sanjuanero de pro: "Soria, que es la viva imagen de la sobriedad, se dispone a celebrar su anual fiesta del toro tirando la casa por la ventana, cantando hasta enronquecer, bailando hasta más allá del límite del fuelle y de los músculos, bebiendo vino (...). Aún quedan por el país, por España, sitios decentes en los que se adornan los caballos y los automóviles con guirnaldas de codornices y se corta el jamón con hacha de poco filo y se reparten (...). Una semana sin dormir no sienta mal al cuerpo si el alma se sabe mantener alegre a golpe de bota de vino tinto ... al puro rítmico y saludable compás de las 12 Cuadrillas y de las que van por libre...". El texto entero puede escucharse desde poco después del minuto 3 del vídeo anexo.

Esas palabras fueron escuchadas por Antonia y José como coprotagonistas de unas fiestas de San Juan que, desde 1966, son apreciadas y valoradas mucho más por ambos, como les sucede a la inmensa mayoría de las personas que cumplen con la tradición de ser Jurados de su ciudad.

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