Ayer falleció el escritor soriano Juan José Peracho (Rioseco de Soria, 1955), como consecuencia de un infarto. Peracho, además de colaborar en varias obras corales de la provincia, escribió libros en solitario como 'Nitrato de Chile', 'Soria-Sáhara','Tuercebotas' o 'Numancia. El año que no vinieron las golondrinas'. Peracho, colaborador de los medios, publicó ayer mismo un retrato en 'El Día de Soria' sobre Isidoro Sáenz Ferrón. Termina así: "El pasado otoño, buscando boletus por los robledales donde se halla enquistado Oteruelos, escuché el canto de la fragua de Isidoro y pensé por un momento que había regresado a mi infancia". La foto, en la casa de su amigo Fernando Sánchez Dragó.
Sánchez Dragó, recién llegado de París, definía a Peracho como "un hombrón en lo físico y en lo moral, un gran personaje y una gran persona. Aunque dejó de trabajar conmigo en 2006, y desde entonces prácticamente no nos habíamos visto, esta mañana cuando me he enterado me he llevado una sorpresa, un sofocón y un gran disgusto".
El conocido escritor comentaba que "teníamos una gran amistad desde hace 40 años. Cuando se fue el Sáhara, recuerdo que le dejé las ruedas para su Land Rover...".
Acerca de su literatura, Dragó destacaba de Peracho su gran afición andariega "y para ello le venía muy bien Soria, porque Soria tiene unos horizontes vastísimos. A eso se unían sus otras aficiones como el Sáhara. En general, en su literatura se mezclaban los tambores cercanos y los tambores lejanos".
Leer una crítica de 'Numancia. El año...'
