Un repaso de Norberto Moreno a la historia musical de la Semana Santa

El soriano Norberto Francisco Moreno Martín, Graduado en Geografía e Historia por el Espacio Europeo de Educación Superior por la UNED especialista en Historia antigua, ha escrito un artículo sobre algunas curiosidades históricas de la música relacionada con la Semana Santa. Moreno es también saxofonista y compositor. La foto, la antigua Lira Numantina.

Artículo:

Tiempo de Pasión; de pasos, faroles, hábitos y procesión; de calles colmadas de aroma a canela e imagen de bendición: Sobria, austera y típicamente castellana tradición.

Efectivamente la semana Santa Soriana no es sólo una profesión de fe y acompañamiento (con mayor o menor intensidad) a una realidad milenaria que revivimos para redimir nuestro alma o lo que quede de ella.  Es un conjunto de tradiciones, ritos y cultura declarado de Interés Turístico Regional y donde no puede faltar por su puesto LA MÚSICA.

Como veremos durante estas líneas, mucha de esta música incluso nace del propio elemento místico;  el misterio de la Fe.

¿Qué puede la música rescatar de nuestra historia para evocar un sentir popular e insertar al oyente en una catarsis mística escuchando una marcha de procesión? ¿Por qué es una música que nos  emociona tanto y  nos acerca al misterio? ¿Qué repertorio procesional poseemos en España?

El concepto de Marcha de Procesión tal y como hoy lo entendemos es relativamente reciente, de finales del siglo XIX, gracias a la aportación de las bandas militares.  Hasta su aparición, las composiciones que se interpretaban tras las procesiones, aparte de la "música de capilla", eran instrumentaciones para bandas de música de obras del género clásico como la marcha fúnebre de Chopin o la "Muerte de Ases" de Grieg. A partir de ese momento en nuestro país el repertorio procesional musical empezó a forjarse una larga trayectoria hasta nuestros días.

A partir del XIX Las bandas militares fueron introduciendo a través de sus directores numerosas marchas procesionales;  entre las agrupaciones más prolíficas en la interpretación y creación de este repertorio estará siempre  en Sevilla la banda del Regimiento de "Soria 9" y "Regimiento de Granada nº34".

Así  se fraguan las primeras marchas con gran renombre que han llegado hasta nuestros días (La saga Font para muchos autores), sobre todo "Quinta Angustia" de José Font Marimont (1895) y "Virgen del Valle" (1898) de Vicente Gómez Zarzuela, aunque existen otras como "La Coronación de Espinas" (1895) de Lerdo de Tejada y "El Señor de la Pasión" (1897) de Ramón González,. Estas composiciones, junto con las de Manuel Font de Anta,  ya marcan un base importante en el género: Camino del Calvario” (1905), “La Caridad” (1915), “Amarguras” (1919) y “Soleá dame la mano” (1924).

Ya en el siglo XX, el público comienza a demandar un mayor número de marchas procesionales dedicadas especialmente para cada uno de los pasos, aumentando progresivamente ésta música su brillantez y calidad. La historia de Emilio Cebrián (1900-1943)  merece, por ejemplo un capítulo aparte.

El Viernes Santo de 1934 durante el trascurso de la procesión, el maestro abandonó momentáneamente su condición de director de la Banda Municipal de Jaén para portar el paso de Nuestro Padre Jesús desde el “Cantón de la Ropa Vieja” al “Campillejo de Santiago”. Al salir de los faldones del paso notablemente emocionado por la experiencia vivida con la imagen a cuestas de “Nuestro Padre Jesús Nazareno” aseguró que trasladaría lo vivido a una marcha procesional de manera inminente con este nombre.  Junto a estas obras Cebrián crearía otras a destacar como “Macarena”, “Cristo de la Sangre” o “Jesús Preso”.  Lástima que esta experiencia de fe no le evitará morir en 1943 en Liria (Valencia)  tras caer desde un balcón en el que, al asomarse antes de un concierto, cedieron los barrotes y sufrió un mortal accidente.

Otro compositor de renombre del pasado siglo fue el Coruñés Ricardo Dorado Janeiro (1907-1988) autor, entre otras marchas de : ”Mater Mea”, “Cordero de Dios”, “Altare Dei”, “Getsemaní”, “Hossanna” o “Dominus Tecum”.  Su producción es mucho más amplia y abarca otros estilos musicales como pasodobles, sainetes, o bandas sonoras; tuvo como maestros a nombres destacados como Joaquín Turina y a su vez,  enseñó a muchos otros  compositores militares.

Pero la música procesional no sólo se limitó a acompañar a los pasos en Semana Santa. Esto lo conoce muy bien el compositor y director de la “Banda del Regimiento Soria 9” durante varios años,  Abel Moreno (1944). Su obra magistral procesional “La Madrugá” sirvió como telón de fondo del final de la Película “Alatriste”. Dentro de su producción destacamos “Hermanos Costaleros”, “Macarena”, “Soledad Franciscana” o “Encarnación coronada”,  muchas de ellas interpretadas magistralmente cada año por nuestra Banda Municipal de Música de Soria.

Es una gran noticia que las bandas de cornetas y tambores de nuestra ciudad también poco a poco hayan empezado a incorporar este repertorio e incluso a transmitirlo en conciertos  públicos.

Entrando ya en las “últimas tendencias de la música procesional” podemos citar a un sinfín de autores que han sabido recoger por un lado la herencia de los anteriores y, por otro, ampliar los recursos con las nuevas posibilidades instrumentales y técnicas de los intérpretes. Entre ellos quiero destacar a dos muy especiales por su gran calidad:

Juan José Puntas (1960) compositor nacido en Guillena (Sevilla)  tuvo  también como primer destino el Regimiento Soria nº 9 de Sevilla. En 1982 embarca en el Buque Escuela Juan Sebastián Elcano en su 54 crucero de instrucción. Navegando por medio mundo. Ha compuesto 18 marchas procesionales destacando “A ti Manue……..”, “Granada Cononada” o “Tu dulce mirada”.

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