Emociones milenarias y momentos de tensión antitaurina en el Toro Jubilo de Medinaceli

El Toro Jubilo de Medinaceli celebrado cerca de la medianoche de ayer sábado tuvo los dos ingredientes esperados. Por un lado, la emoción de los medinenses ante una fiesta única en España, centenaria y probablemente milenaria. Junto a ellos, varios cientos de personas llegados de Soria y de las provincias cercanas para participar de la fiesta. Por otro lado, la protesta de los antitaurinos hizo que se vivieran momentos de tensión tanto antes como después del festejo.

Fue necesaria la presencia de un amplísimo equipo de la Guardia Civil para que el Toro Jubilo pudiera desarrollarse con algo parecido a la normalidad con la que se ha desarrollado hasta hace escasos años. Finalmente, tras algunos encontronazos debajo del balcón del Ayuntamiento y en el mismo pasillo por el que sale enmaromado el toro, el acto pudo comenzar poco después de las 23.30, la hora oficial.

Atado a la estaca situada cerca del centro de la plaza, el toro, llamado 'Polvorín' y de unos 450 kilogramos de peso, ha sido sometido al ritual habitual: el embadurnamiento en barro para minimizarle los efectos del fuego, la colocación de la gamella artesanal y, sobre ella, de las dos antorchas, antes de prenderles fuego. Para todo ello son necesarios más de una docena de jóvenes del pueblo.

Sin embargo, para el momento más esperado solo es necesario uno. Anoche, el privilegio de cortar la maroma fue de Daniel Peregrina, instante tras el cual se escuchan los principales aplausos de la noche.

A partir de ahí, el toro permanece en la plaza hasta que se le apagan las dos bolas, aproximadamente media hora. En ese tiempo, todo aquel que lo desea puede saltar a la plaza, donde lucen varias hogueras, para correr el toro y recortarlo. Cuando se le apaga la segunda bola, el toro es devuelto a su corral y comienza una salva de fuegos artificiales y petardos. Termina una fiesta y comienza otra, la de las numerosas personas que se quedan a vivir la noche en Medinaceli.

Protesta antitaurina

Para entrar anoche a Medinaceli sorprendía el amplio despliegue de los Cuerpos de Seguridad del Estado. Estos se encargaban de revisar mochilas y las cazadoras a todas las personas que se dirigían a la plaza. Todo ello se debía a la esperada presencia de los antitaurinos.

La protesta comenzó poco antes de las 23.00 horas, cuando este grupo situado bajo el balcón del Ayuntamiento empezó a entonar algunos cánticos como "No pararemos hasta la abolición", "Medinaceli, vergüenza nacional", "Esta es la educación que les dais a vuestros hijos" o "Tortura no es cultura".

Según se acercaba la hora del comienzo, el grupo se disgregó y algunas personas se acercaron hasta el pasillo por el que salía 'Polvorín'. Allí volvió a haber enfrentamientos principalmente verbales con los vecinos, hasta que efectivos de la Guardia Civil se acercaron a poner orden.

La protesta continuó mientras duró el festejo en sí. Y, poco antes de que este terminara, la Guardia Civil inició el desalojo de todas las personas que se habían sentado en el suelo y que se negaron a abandonarlo. Fueron conducidas a un espacio del pueblo que ya había sido previsoriamente preparado, y en el que se procedió a la identificación de todas ellas.

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