La diócesis de Osma-Soria inicia un nuevo proyecto de discipulado

La Diócesis de Osma-Soria, desde la Delegación episcopal de laicos, ha presentado para el presente Curso pastoral un proyecto de discipulado denominado “Discípulos-misioneros” por medio del cual se va a centrar “la atención y nuestro trabajo en el laico de a pie, es decir, en todos aquellos que estáis viviendo la fe en las parroquias y no pertenecéis a ninguna nueva realidad eclesial ni movimiento que os acompañe en el cultivo más específico de vuestra fe”. Según Mons. Melgar Viciosa, Obispo de Osma-Soria, “tenemos que partir de tres convencimientos básicos: el Evangelio no es un ideal inalcanzable ni tampoco una utopía sino que es algo que podemos y debemos vivir; el mundo no puede ser por más tiempo el lugar en que Dios es silenciado, ignorado y el gran desconocido; y, finalmente, recordar que cada uno de nosotros somos responsables de comunicar a los demás lo que nosotros hemos descubierto: a Cristo vivo”. El mencionado proyecto de discipulado arranca en el mes de noviembre.

El Obispo de Osma-Soria, en una reciente carta, ha recordado que la aportación de los laicos es insustituible porque “la nueva evangelización o se hace por los laicos o no se hará” (CLIN nº 148)

Los grupos de laicos que participen en el proyecto “Discípulos-misioneros” (dirigido a todos pero especialmente a jóvenes, adolescentes de post-confirmación, matrimonios y familias) arrancarán en el mes de noviembre y se desarrollarán en dos etapas:

1. Una primera en la que se pondrá el acento en el discipulado por medio de la Lectio divina, la oración en grupo, la celebración de la fe (Santa Misa y Sacramento de la reconciliación), y la reflexión personal y en grupo. La metodología a seguir será la siguiente: tiempo diario de oración personal por medio de un subsidio editado por la Diócesis que recibirán todos los laicos participantes; oración quincenal en grupo por medio de la Lectio divina así como celebración de la Eucaristía; celebración penitencial; y reunión trimestral de todos los grupos con una cena de todos los participantes. Además, en Adviento se ofrecerá un retiro y en Cuaresma los ejercicios espirituales.

2. La segunda etapa se centrará en el aspecto misionero invitando a los laicos “a ser misioneros y portadores del mensaje de Cristo y su Buena Noticia al corazón del mundo”. En esta etapa se hará hincapié en la necesidad de “llevar lo que se vive en los grupos a los ambientes sociales, a la familia, a los amigos”.

Finalmente, durante el Curso pastoral, Mons. Melgar Viciosa presidirá una celebración en la que los participantes emitirán su promesa solemne de fidelidad a los compromisos que exige el discipulado y serán enviados por el Obispo.

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