'Doctor Zhivago' regresa a Soria medio siglo después

El alcalde de la capital, Carlos Martínez, ha inaugurado esta tarde la exposición ‘Doctor Zhivago, cincuenta años’ que permite recordar el rodaje de la oscarizada película y refrescar la memoria colectiva de varias generaciones de sorianos que han ido ‘heredando’ los recuerdos de esta superproducción y que ahora los pueden rememorar en imágenes y testimonios. Tras la apertura de la muestra, que se podrá visitar hasta el 30 de noviembre, se ha celebrado la puesta de gala del XXXII Otoño Musical que también ha rendido su particular homenaje musical a esta obra maestra del séptimo arte.

Durante la apertura de esta exposición, el concejal de Cultura, Jesús Bárez, ha querido mostrar su gratitud a “todas las personas que han colaborado aportando recuerdos, ya sean físicos como el material que podemos ver en esta muestra, o intangibles. Todos han aportado algo para recordar una película que significó un revulsivo social para nuestra provincia”. Por ello, el concejal ha querido animar a todos los sorianos a pasarse por la Audiencia “ya que aquí tienen una parte de su pasado reciente, de la vida de sus padres, de sus abuelos y seguro que servirá también de proyección a futuro para traer nuevos aires y esperanzas para Soria”.

La exposición, ubicada en la sala B de la Audiencia, recrea una pequeña sala de cine donde se proyecta un audiovisual y un área expositiva. Lucas Caraba, autor del documental, ha explicado el hilo argumental de su propuesta y ha señalado que este trabajo “me ha permitido conocer a 20 personas que nos han brindado sus recuerdos, escritos, hablados, vividos y emocionantes. También ha sido un lujo recuperar Soria como un plató de cine intacto, manteniendo los escenarios perfectos para ser rodados. En este caso, tenemos mucha suerte porque los escenarios que utilizó la Metro para rodar siguen preservando ese encanto y están disponibles para todos”.

Respecto al desarrollo del documental, de 75 minutos de duración, el responsable del mismo ha incidido en la oportunidad que le ha reportado de “conocer a personas con un tremendo nivel técnico. Me ha sorprendido conocer a Gil Parrondo o Miguel Sancho. Hablamos de personas que han trabajado el cine internacional durante muchos años y que, si ‘vivían’ ocultas para el cine español, era porque les tenían absorbidas las producciones internacionales. No tocaban el mercado nacional porque eran acaparados por el internacional”.

Otro aspecto que pone en evidencia el documental es “lo curioso que resulta el paso del tiempo para quien narra una historia en primera persona. Después de cincuenta años, las cosas no se tergiversan, pero sí se interpretan de distinta manera y resulta divertido ver cómo las versiones son flexibles y cada uno tiene una forma diferente de recordar las cosas que sucedieron”. Respecto a los testimonios recogidos, Lucas Caraba ha repasado algunos deteniéndose en “técnicos, figuración, gente que trabajó en decoración, en jardinería, fotógrafos de rodaje, personas que dieron de comer a los actores o personas que se enamoraron durante el rodaje…. El mosaico creado es muy divertido”.

El documental se pasará de forma ininterrumpida en la sala de cine diseñada para la ocasión en la sala B del Palacio de la Audiencia y permitirá disfrutarlo de forma íntegra o en píldoras. El Ayuntamiento tiene previsto realizar una proyección única en la Audiencia, aunque todavía no se ha concretado la fecha.

Lola Gómez Redondo, por su parte, se ha encargado junto a Silvia Garrote del montaje, diseño y textos de la muestra. La diseñadora ha explicado que el reto de la exposición era “presentar todo el material gráfico que teníamos y enmarcarlo dentro de una historia. Inicialmente pensamos en montar en la sala de abajo, pero esta parte de la Audiencia nos sugirió la posibilidad de emular una sala de cine donde poder proyectar el documental realizado para la ocasión y entonces pensamos en este espacio”. La exposición, como ha explicado también Silvia Garrote, incluye algunos guiños como los abedules que aparecen en los créditos de la película o los girasoles.

Uno de los protagonistas de la inauguración ha sido Miguel Sancho, jefe de eléctricos de la producción, quien ha querido estar hoy presente en este homenaje 50 años después de su visita como integrante del equipo de Zhivago. “Tengo muy buenos recuerdos, estuvimos casi un año y siempre decimos que fue el año que no nevó en Soria. Nos fuimos por una emergencia a Laponia y nos vinimos corriendo ya que allí no se podía rodar. Teníamos un tren en la estación del norte de Madrid porque éramos 700 personas de equipo técnico”, ha rememorado el técnico, quien recuerda que “en cuanto nos decían que nevaba, veníamos corriendo para poder acabar la película”. Miguel Sancho ha trabajado más de 40 años en una empresa inglesa y fue pionero en Londres como técnico eléctrico con 82 películas a sus espaldas, británicas y americanas.

Durante la inauguración, se ha querido realizar una mención especial a Julián de La Llana quien ha colaborado durante todo el proceso creativo del documental y ha demostrado una tremenda generosidad cediendo material, conocimientos y ofreciendo una ayuda constante y una disposición absoluta para facilitar contactos y recuperar recuerdos. También han destacado los responsables del montaje el apoyo de todo el personal municipal, especialmente del almacén municipal, cuyos trabajadores han realizado una gran labor en la rehabilitación de uno de los trineos que se puede ver en la muestra y que se utilizó en el rodaje, así como a los empleados del departamento de Cultura y la Audiencia.

Entre los elementos que se ven en la exposición destacan algunos de forma especial como el carruaje que se utilizó para el desplazamiento de la estación de Varýkino y el Palacete, cedido por la familia Morales o una primera edición del libro en inglés 'Doctor Zhivago' de Borís Pasternak ilustrado de 1956. Esta obra ha sido encuadernada por el Premio Nacional de Encuadernación 2011 Zigor Anguiano, quien lo ha cedido para la exposición y esta tarde también ha querido estar presente en la apertura de la muestra. También se exponen elementos de atrezzo como un trineo usado en el rodaje o una balalaika así como fotos cedidas por Gil Parrondo, Miguel Sancho y vecinos y vecinas de Soria además de planos de la reconstrucción de las calles de Moscú o documentos emitidos durante el propio rodaje como impresos de pago. Especial mención también para las fotografías de Teodoro de Miguel así como las instantáneas del archivo de Salvador Vives y Amador Carrascosa, que ambos estuvieron en el rodaje y pudieron inmortalizar estas escenas.

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