Castilla y León cuenta con más de 2.000 cooperativas con actividad económica anclada al territorio

La Comunidad cuenta con más de 2.091 cooperativas en funcionamiento que dan empleo a 18.000 trabajadores y facturan más de 3.000 millones de euros. Constituyen una herramienta económica para la cohesión social y territorial de la Comunidad. En Castilla y León se ubican grandes empresas cuya forma jurídica es la de cooperativas, con algunos ejemplos como, COBADU, ACOR, COPISO o AGROPAL.

El cooperativismo favorece el impulso de nuevos proyectos empresariales y ejerce una actividad importante en la vertebración social y en el desarrollo de la economía en zonas geográficas periféricas, generalmente en el medio rural, afectando a la creación de servicios y actividades emergentes.

Además la actividad económica de las cooperativas tiene un papel en la mejora de la competitividad, la innovación y el desarrollo empresarial, impulsando el mantenimiento y  crecimiento de empresas tractoras en entornos rurales con mayor capacidad para la atracción de otras empresas.

La Comunidad cuenta con grandes empresas cooperativas como COBADU, ACOR, COPISO o AGROPAL, entre otras, que se encuentran entre la diez mayores cooperativas agroalimentarias españolas, ocupando los puestos segundo, tercero, quinto y noveno, respectivamente.

Resistencia de las cooperativas y creación de empleo

Las sociedades cooperativas han tenido una especial capacidad de resistencia en situaciones de dificultades económicas como los vividos estos últimos años. Este tipo de sociedades han logrado mantener un nivel de actividad económica y de generación de empleo notable. Una vez pasados los peores años de la crisis están contribuyendo activamente a la creación de empleo y, fundamentalmente, empleo de calidad, con especial incidencia en el ámbito local y rural.

Las razones del éxito de las empresas que revisten la forma de cooperativas se basan en el espíritu del cooperativismo, que se define como el trabajo en un fin común que lleva a que un grupo de personas asumen iniciar un proyecto empresarial común, como socios, entendiendo que varios o muchos tienen más opciones y más posibilidades de éxito que solos.

También tiene que ver con su éxito, el funcionamiento democrático de las cooperativas, que hace que decisiones estratégicas para su funcionamiento como empresas sean tomadas por el conjunto de sus socios, lo que supone que éstas puedan ser más acertadas y por otro lado asumidas por todos. Por otra parte, su vinculación directa con el territorio ha contribuido fundamentalmente a esta capacidad de resistencia, propiciando la ausencia de procesos de deslocalización.

Este último aspecto es imprescindible en Castilla y León, que necesita una estructura productiva capaz de adaptarse a un territorio de gran extensión y con una elevada dispersión de su población, aspecto en el que más ha contribuido el cooperativismo al sumar las posibilidades económicas del medio rural, con el mantenimiento de la actividad y el empleo.

Datos de cooperativas y empleo

En este contexto geográfico, económico y social,  Castilla  León tiene registradas 2.091 cooperativas, a fecha 30 de junio de 2015.  De estas, destacan por su número las más de 1.100 agrarias -579 agrarias puras y 539 de explotación comunitaria de la tierra-, 624 de trabajo, 237 de vivienda o las 38 de segundo grado -las constituidas por  al menos otras dos cooperativas-, participando, todas ellas, en el desarrollo económico y la generación de empleo de calidad de las zonas geográficas en que desarrollan su actividad.

En su capacidad para resistir las dificultades, las cooperativas han mostrado un comportamiento especialmente positivo en el mercado laboral. La destrucción de empleo durante la crisis ha sido un 8 % inferior en las cooperativas que en el resto de las empresas, y casi el 80% de los contratos en las cooperativas tienen carácter indefinido. Esto es consecuencia de la actitud emprendedora y el trabajo diario de los socios y de la cada vez más decidida apuesta por el uso de las nuevas tecnologías que ha facilitado que su actividad se haya dirigido a otros campos más rentables.

Las cooperativas tienen un papel importante en la creación de empleo estable y de calidad promoviendo, además, la igualdad de género en el ámbito laboral, dando oportunidad a los jóvenes, contribuyendo de forma muy efectiva al desarrollo local y siendo un referente de la responsabilidad social.

Impulso a la promoción y desarrollo de las cooperativas

Las cooperativas también tienen que impulsar la competitividad, la calidad, la internacionalización, la innovación y la formación. La Estrategia Integrada de Empleo (2012-2015), que incluye el VI Plan de Empleo impulsado por la Junta, considera a la Economía Social como pieza clave en el nuevo modelo productivo. La estrategia incluye medidas de fomento del empleo, formación, apoyo a la inversión y financiación para proyectos generadores de empleo.

Además, en un momento como el actual de recuperación económica, la Junta esta priorizando el apoyo a las empresas para que actúen para la recuperación del crecimiento y la creación de empleo. Precisamente en este entorno se mueven los emprendedores sociales, las cooperativas y, en definitiva, las empresas de Economía Social, como fórmulas de emprendimiento basada en los principios de participación, cooperación, sostenibilidad, integración y confianza en las personas.

La Comunidad necesita más empresas, más fuertes y más competitivas, por tanto la Junta está realizando un esfuerzo especial en crear un entorno atractivo y amable para el emprendedor. Por ello, siguiendo la línea iniciada por el Gobierno de España a través de la Reforma Laboral y la Ley de apoyo a los Emprendedores, la Junta de Castilla y León, aprobó la Ley de Estímulo a la Creación de Empresas con el fin de impulsar el desarrollo de políticas de creación de empresas que permitan un amplio reconocimiento social a la figura del emprendedor y un marco propicio al desarrollo de su actividad.

La Ley, que establece como destinatarios a los emprendedores y los autónomos, y a las empresas de Economía Social en particular, entre ellas las cooperativas, se desarrolló con el Plan de Apoyo a la Creación de Empresas que se estructura en cuatro programas con el fin de fomentar el espíritu emprendedor, la formación de emprendedores, la racionalización y simplificación administrativa y, por último, el apoyo a la puesta en marcha, desarrollo y consolidación de los negocios.

Ley de Cooperativas

Por último, la Consejería de Empleo está impulsando los trabajos, en colaboración con el sector, para modificar la Ley de Cooperativas de Castilla y León, con el fin de adaptarla a la situación económica y social actual y conseguir, entre otros, una reducción de obligaciones y cargas administrativas, que facilite su puesta en marcha, así como un marco más apropiado para el desarrollo de su actividad. Esta modificación favorecerá el desarrollo de las cooperativas incorporando nuevas iniciativas que les permitan desarrollarse económica, social y empresarialmente.

El objetivo de esta modificación es contribuir eficazmente a fomentar la creación y constitución de nuevas cooperativas, así como al fortalecimiento de las ya existentes, haciendo residir en torno a ellas el desarrollo de nuevos yacimientos de empleo, sobre todo en ámbitos rurales y periféricos, lo que incidirá de manera positiva en el desarrollo económico y social la Comunidad.

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