El viernes 31 de julio, la Villa Romana La Dehesa estaba preparada como en sus mejores tiempos, hace 1.700 años, para seguir la tradición romana de disfrutar y difundir la belleza de la música, no importando de qué época sea o de dónde proceda. La civilización romana es recordada por su refinamiento y el gusto por lo bello que, junto a un espíritu práctico y abierto, enriqueció esta cultura que fue asimilando desde lo sencillo hasta lo más exótico, logrando así una amalgama que dio lugar a obras de gran calidad y belleza, como bien muestra el yacimiento de esta lujosa villa romana. Evocando las fiestas romanas que se amenizaban con las más variadas músicas e instrumentos traídos de los diversos territorios del imperio, en la Villa se dieron cita armonías orientales, con los cuencos tibetanos de Joaquín González; música tradicional con Sochantría; música antigua del Mediterráneo con Breogán Prego; música del Renacimiento con el dúo Renaisance y Javier Campos interpretó Jazz. Las musas, que estuvieron muy presentes, inspiraron a todos ellos en sus magníficas interpretaciones en la velada y guiaron a los espectadores, acompañándoles en el que fue un viaje para los sentidos a través de músicas de diferentes tiempos y lugares. Una velada mágica para recordar.