El sufrimiento de Jesús y su muerte se hacen verdaderos en Alcoba de la Torre

Foto: Sergio Tierno

Varios cientos de personas agradecieron ayer el esfuerzo y la calidad actoral de los vecinos de Alcoba de la Torre que, un año más, representaron en la zona del castillo y en un paraje cercano al pueblo los últimos momentos de la vida de Jesús. La Carrera de Alcoba es probablemente la representación de Semana Santa más espectacular de la provincia de Soria. Ayuda el entorno, con una acústica que permite que se oiga con claridad toda la recitación sin necesidad de altavoces. Pero lo que de verdad ayuda es ese trabajo de los vecinos de Alcoba, con una escenografía, unos trajes y unas actuaciones que no han hecho sino mejorar desde 1997.

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La de ahora es la tercera etapa de representación de la Carrera. Empezó en 1908 y se detuvo en 1936 por la Guerra Civil. Regresó en 1945 para desaparecer en 1955. Más de 40 años después, en el ya citado 1997, se recuperó la Carrera, y esperemos que por muchos años. La gran afluencia de público anima a que Alcoba se vuelque año tras año en esta celebración de la Pasión y Muerte de Jesús del Viernes Santo por la noche.

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La obra se representa en seis actos, desde la oración en el huerto de Getsemaní con la traición de Judas (qué susto nos dio a todos cuando se ahorcó anoche en Alcoba) hasta el Descendimiento de Jesús de la cruz, justo después de que crujieran las piedras y se desgajara el firmamento, haciendo ver a los soldados que era cierta la divinidad del hombre que acababa de morir.

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La Carrera dura 45 minutos. Empieza junto a las ruinas del castillo de Alcoba y continúa en un paraje cercano al que actores y todo el público van caminando lentamente, acompañados por la luz de las antorchas. La buena temperatura de anoche contribuyó a la belleza del espectáculo.

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