CONSEJOS NATURALES La piel es el único órgano que está en constante contacto con el exterior. Sus principales funciones son: proteger al cuerpo de agentes externos, del clima y de las bacterias. Además, interviene en la síntesis de vitamina D, en la regulación de la temperatura corporal y en la eliminación de toxinas a través del sudor.
Está formada por dos capas: la epidermis, en la parte externa y la dermis en la interna. La epidermis a su vez está formada por varias capas y en ella se encuentran los melanocitos, células que producen melanina (sustancia que protege de los rayos del sol y dan la pigmentación a la piel). Debido al constante desgaste que sufren, estas células se descaman pero la función autorregeneradora de la piel las reemplaza por otras nuevas.
En la parte interna de la piel se encuentra la dermis, que contiene abundantes fibras de colágeno y elastina que le dan la firmeza y elasticidad. En esta capa se encuentran los vasos sanguíneos, las glándulas sudoríparas, los folículos pilosebáceos, células del sistema defensivo y terminaciones nerviosas.
Aunque sorprende la capacidad regenerativa de la piel, es importante aportarle los cuidados adecuados especialmente según nos hacemos mayores. Hay dos momentos al año en los que es necesario un cuidado especial, el paso del invierno a la primavera y del verano al otoño.
En invierno, debido a la menor exposición solar, la piel produce menos vitamina D que es necesaria para la absorción de calcio. Según se acerca la primavera, y aumentan las horas de luz, es necesario eliminar las capas superficiales mediante un peeling para favorecer la regeneración de la piel y recuperar su luminosidad.
En el cambio de verano a otoño sucede lo contrario, la exposición al sol disminuye no sólo por las horas de luz sino por el cambio de vestuario según se acerca el frío. Por eso, es importante que la piel se prepare para mantener reservas de vitamina D y resistir el cambio de tiempo.
La función principal del peeling es eliminar las células muertas de la piel mediante un masaje exfoliante. Existe una gran variedad, según la profundidad que se alcance y las técnicas que se utilicen los resultados tendrán efectos antiacné, antiarrugas, antimanchas…
Los principales beneficios de los peelings sobre la salud y la piel son:
- Potencia la creación de colágeno que mejora la elasticidad de la dermis.
- Mejora la circulación en los vasos sanguíneos y aumenta su capacidad para mantener hidratadas las células.
- La piel del cuerpo tarda más en regenerarse que la del rostro, un peeling corporal profesional asegura una piel hidratada y resistente durante más tiempo.
- La exfoliación además de limpiar en profundidad, tonifica y devuelve a la piel un aspecto uniforme y un tacto suave.
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