Por: Virginia González

Daniel Rodríguez. Itinerante 'In Itinere'

Para Daniel cada abrir de ojos es una emoción única: la sonrisa irrepetible, la actividad convertida en sosiego, piel sin cicatrices, algún que otro tatuaje, una mujer que dobla una esquina, un rostro en el que reconocerse, la piel que se eriza, un pezón se eriza también, un león bostezando, alguien pestañea, las velas crepitando al derretirse, la niña que te guiña el ojo, alguna planta brota, y algún que otro insecto se posa, otro sin embargo echa a volar asustado, al abuelo se le cae un pimiento, el mirlo en el jardín de cada tarde, el gato que te olisquea interesado, o el perro que, atento, levanta las orejas…

Sí; tanto el perro como Daniel, los dos han oído el mismo sonido: el sonido de lo cotidiano. Es un murmurar del que nadie se da cuenta, que pocos intuyen de forma habitual. Actualmente todos somos, o creemos ser, demasiado superiores para percibir cualquier pequeño (gran) detalle, de los que no tienen importancia, claro. Mejor tapiar, mejor fingir, mejor mentir. Dicen por ahí que los artistas son una mentira. En el terreno artístico y personal de Daniel no hay sitio para tapias, ni para mentiras. Ahí hay una sensibilidad congénita, y también muy trabajada. No se deja convencer por los sibaritas de la fotografía. Influenciado por la sencillez de Machado, fotografía andando. Vive andando, y ahí donde tropieza, acierta.

Daniel no concibe la pausa; relativiza el lapso; le quita toda su importancia. Concibe la vida, y la fotografía, solo como sensación de movimiento, pero no como paso del tiempo. Lo para. Se oye el ruido del obturador. Aunque a algunos, como a mí, no nos parece que ese sonido sea un obturador terminando su trabajo. Nos suena a “tac”; ese que sigue al “tic”; ese que anuncia que un segundo del reloj ha terminado justo ahora para empezar otro nuevo segundo. Y ese es exactamente el tiempo que se tarda en entrar en su mundo. Y justo en ese segundo, sin que nos demos cuenta, Daniel ya ha conseguido captar otro instante en el cual poder recrearnos. Son esos instantes, por los que todos paseamos alguna vez sin mucha consciencia, los que, cuando llegue el momento de apagar los párpados, recordaremos con más fuerza que ninguno.

Daniel quiere que tiremos nuestras propias fotos, que nos quedemos a solas con la intimidad, y que ésta nos resulte vivaz. Quiere que dejemos de oír el tic tac. Quiere que presenciemos. Solo nos deja pararnos para tomar aire y activar los sentidos, para prestar atención, contemplar, atender y entender, descubrir, desnudar, reflexionar, concienciarnos. En fin, apreciar lo que tenemos delante; captar el defectuoso e imperfecto perfecto desorden del mundo, sin ser protagonistas y sin meterle mano. Consigue que la fotografía menos pensada, sea la casualidad menos casual, y cobre un intenso significado a nuestros ojos. En sus fotos no hay lugar para el maquillaje de la imaginación, porque la vida, y lo que su objetivo, ligero de equipaje, vigila agazapado, es mucho mejor.

Virginia González, compañera en los viajes.

IMÁGENES
 
 ESTO NO ES UNA HISTORIA
Con este foto-libro he querido dar una unidad y un sentido de lectura a un pequeño conjunto de imágenes producto de los últimos meses de trabajo. No tiene mayor pretensión que el dar la posibilidad de su visionado a estas fotografías en un formato físico, que de otra manera se perderían entre el inmenso flujo de información al que estamos acostumbrados hoy día. En definitiva “Esto no es una historia” cuenta lo que cada persona sienta al ver el libro.

EL AUTOR

DANIEL RODRÍGUEZDaniel

Aunque mi formación académica proviene del humanismo como el de una licenciatura en historia, hace ya más de dos años que decidí completar mis estudios con el terreno de la fotografía, añadiendo de esta manera la formación grafica de la que siempre he disfrutado.

Una de las ramas de la fotografía que mayor interés despierta en mi es aquella que funciona como testimonio del mundo, se ha dicho infinidad de veces, pero una fotografía atrapa un instante y ese será siempre su gran valor. De esta manera comencé a colaborar con varias agencias de prensa como fotógrafo, principalmente para temas de contenido social.

Por otra parte, desarrollo una fotografía más personal, lo que normalmente se ha venido denominando “fotografía artística”; que para mí, cumple principalmente esa función testimonial de la que hemos hablado, pero en esta ocasión de una manera más reflexiva y pausada.

Dani Rodríguez en Facebook

Más en BuenasArtes
Entrando en la página solicitada Saltar publicidad