Javier Muñiz: "El festival es un granito de arena más para inyectar la cultura de Soria"

Foto: Concha Ortega

XVI CERTAMEN INTERNACIONAL DE CORTOS Joan Manuel Serrat cantaba aquello de “vamos subiendo la cuesta, que arriba mi calle se vistió de fiesta”. Pues más o menos es lo mismo: Soria se viste de fiesta para el XVI Certamen Internacional de Cortos ‘Ciudad de Soria’ (del 16 al 30 de noviembre). Y no hay mayor ocasión para reunirse con Javier Muñiz, director del certamen, para hablar sobre las expectativas y valoraciones que despierta el festival de cortometrajes. Muñiz, soriano de cuna, tiene dos recovecos claramente diferenciados en su corazón: el cine y la música.

El Festival de Cortos apaga las farolas de la calle y empieza a proyectar cine por cada rincón de la ciudad. Sesenta y un cortos que optan al concurso quieren rascar premio en el popular certamen de Castilla y León. Mientras tanto, el alma de María Botto, actriz de origen argentino, desfila por los paseos sorianos para rescatar pequeños retales cinéfilos de Clara Bilbao, trozos que se han quedado impregnados en la basura. “Prohibido arrojar cadáveres a la basura”, atiza en 18 minutos a las políticas españolas, no decimos más. Y más reivindicaciones sociales de la mano de 'Mujeres de cine' acompañan a distintos ciclos cinematográficos y talleres que se ofrecerán en el festival. Pónganse cómodos, esto va a empezar.

Muñiz desfila muy abrigado, chaqueta gruesa y gris, por los puntos neurálgicos de Soria. Se detiene delante de la cafetería y observamos un nuevo detalle: el gorro. Ese gorro gris con la cinta negra que lo rodea se parece al de Antonio Machado. Y es que el director del Certamen de Cortos es un soriano de cuna, con descendientes musicales en la 'Movida Madrileña'. Se aposenta mientras pide un café. Codos en la mesa y empieza a entonar palabras con sentido.

El idilio con la música va al compás de su afán por el cine, ¿cómo es eso?

Siempre he sido muy aficionado del cine y la música. Ya monté un cineclub en Soria cuando era muy joven. Mi familia estaba vinculada con la música porque mi padre hacía conciertos de rock and roll, mientras, yo pinchaba música en una cafetería de Soria. Ponía música en todas las fiestas, incluso en el antiguo Cadillac. Luego me fui a Madrid donde hice de DJ en un recinto popular, el Capote.

Se adentró usted en una aventura musical de Madrid. Se coló en la misma Boca del Lobo.

La Boca del Lobo supuso mucho sacrificio que desembocó en momentos muy buenos. Por aquel pequeño garito pasaron grupos españoles e internacionales. La Boca del Lobo nació con una actitud muy cultural, semanas temáticas, cine o teatro, por ejemplo. Un local volcado en la cultura.

No fue un romance precisamente el que usted vivió con la 'Movida Madrileña', ¿no es así?

Madrid no lo puso fácil y no lo pone fácil. El Ayuntamiento de Madrid es muy restrictivo con los locales de música en directo, nos trababa con zancadillas constantes. El Ayuntamiento fue el culpable de muchos cierres. De hecho, tiré la toalla y lo dejé. La Boca del Lobo ya hace un año que no funciona conmigo al frente. Fueron 16 o 17 años llenos de cultura, pero también llenos de deudas que no se saldaron con Madrid.

Se despide de la capital y su Soria llama a la puerta. Felicidades, usted ha logrado ser profeta en su tierra.

Hace siete años que recibo la llamada de alguien que me pregunta cómo se puede dar un vuelco al festival de cine de Soria. Me sedujo la idea y me impliqué en el tema porque veía que nadie cogía las riendas del festival. Diego Galán, antiguo director del Festival de Cine de San Sebastián, me avala y decido ponerme al mando del festival de Soria. Sin embargo, me volví a meter en la boca del lobo (risas). Volví de nuevo a Soria, un amor de mi vida.

Y ya van siete años desde que dirige el Certamen Internacional de Cortos 'Ciudad de Soria'. ¿Se ha desmarcado de sus antecesores?

Somos un equipo y aportamos muchas cosas. Han cambiado muchos aspectos desde que llegamos. En primer lugar, decidimos suprimir el límite de edad (35 años) para participar, ya que debía ser un festival abierto a todas las edades. Segundo, acercamos el festival de Soria al escenario internacional. Nos abrimos al mundo y fuimos a buscar diversos aspectos al extranjero, los mercados internacionales. Tercero, acercar el cine a todos los puntos de la ciudad, no solamente reproducir piezas en espacios destinados a ello. Entrar en las escuelas, en los casinos o en la cárcel, el cine se movía.

Sin pausa alguna. No perdieron el tiempo…

Se ampliaron las actividades relacionadas con cine. Empezaron los talleres y los encuentros. Luego, mediante el 'Manifiesto de Soria' se adquirió el compromiso de agruparnos con los festivales de cine más importantes de las distintas provincias castellanas y leonesas. Nació una asociación regulada cada año.

¿España debería construir un puente cinematográfico entre Soria y San Sebastián?

Nosotros estamos a años luz del festival de San Sebastián. Es un festival de alfombra roja con presupuesto y grandes estrellas. Allí acuden las instituciones más importantes de la gran pantalla. No hay comparación posible porque nosotros estamos en el primer peldaño cultural, ellos mucho más allá.

Peldaño a peldaño... Al final de la escalera debe estar el cine español, ¿y cómo es él?

Es un buen cine. Estoy muy harto de escuchar que el cine español es una mierda, no estoy nada de acuerdo. Al cine de casa le pasa lo que al festival de Soria, están más valorados fuera que dentro. Fijaros, se estrenan el 10% de las películas españolas que se producen y el público va a ver el 5% de dicha producción: 'El Niño' o 'Torrente'. Encima, el propio Gobierno tira piedras contra su propio tejado, no defiende el cine español. ¡Vergonzoso! El español es un cine valiente y hay que apoyarlo.

Sin engaños ni escondites. ¿Apuesta por la versión original de una película?

La defiendo a muerte. Estoy en contra del doblaje porque me parece una aberración. Aquí en España hablamos pocos idiomas y pasa lo que pasa. Las políticas franquistas, que inculcaban el castellano y castellano, hicieron mucho daño. Es muy triste que los jóvenes no conozcan la voz de Brad Pitt o la de Humphrey Bogart. La voz forma parte de la actuación y cada idioma tiene su tonalidad o riqueza. Jamás proyectaré nada que se escape de la versión original.

El mar cibernético nos trae la primera trampa cinéfila: la piratería audiovisual.

Cuando nos referimos a la piratería audiovisual, una pena. Estoy en contra de la piratería, por supuesto. Yo nunca me he bajado una película, no quiero aprender a hacerlo. Cuando estás en un proyecto audiovisual, ves el esfuerzo real que conlleva. Yo entiendo que Internet quiera ofrecer cultura, pero las grandes multinacionales tendrían que meterse dentro de las redes e inyectar dinero. ¡Qué paguen ellas! A mí no me gusta ver películas en la red, aunque no voy a tachar de terrorista al usuario que se las descarga.

Aunque si hablamos de trampas, ¿está ayundo el Gobierno al cine?

Las políticas del Partido Popular han de cambiar totalmente. Yo espero que mejoren el sistema de ayudas y el sistema de apoyos al cine español.

Con la 'Ley Wert' hemos topado…

El ministro Wert es un atentado en sí mismo. Este señor se tendría que haber quedado en su casa y no ejercer nunca de ministro. Es el ministro de anticultura, aquí estoy con Javier Bardem. Ha hecho mucho daño al cine, a la educación y a la cultura española. Si se va, mejor para todos.

Al final, con tanta privatización y recorte, quedará 'Prohibido arrojar cadáveres a la basura'.

La política de recortes y privatización no ayuda a que la cultura se desarrolle.

Debacle cultural. 'Pipas', edición del 2013, de Manuela Moreno refleja la España actual, ¿sí?

No diría tanto, pero desde luego, es una estampa real. Entre la gente joven, que pueden estar dentro de ese parámetro, se ha perdido mucha curiosidad. En los tiempos actuales ya no se ejercita la memoria porqué todos recurrimos a Internet. Se ha perdido la curiosidad debido a que Dios (Internet) te lo cuenta todo. Nuestros jóvenes se olvidan del mirar a su alrededor y sus sentidos se quedan vacíos.

Esta crisis necesita una vacuna cultural, ¿el festival de Soria es un buen remedio?

Es un vasito de agua fresca para la ciudad. Considero que Soria tiene una oferta cultural variada y amplia, un movimiento cultural. Muchos me dicen que en Soria no hay nada, me quedo anonadado. Tenemos el Otoño Musical, el Enclave de Agua o la gastronomía. Hay muchos sorianos que se muestran activos, culturalmente hablando. El festival de cortos es un granito de arena más que inyecta cultura durante casi un mes.

Los Goya nos muestran y premian películas que ya hemos visto en el certamen de Soria.

Sí, incluso hace dos años el Óscar al mejor cortometraje también se llevó varios premios aquí en Soria. Siempre está bien coincidir con galardones tan importantes. Pero siempre hay que restar un poco de importancia a todo esto porque cada festival ha de tener su sistema de elección, no siempre se ha de coincidir. Los festivales han de tener personalidad propia, eso es lo importante.

Y hablando de Los Goya, ¿cautivó a Soria 'Aquel no era yo' y los niños soldados de Esteban Crespo?

Sobre todo, cautivó a los jóvenes. Lo proyectamos en los institutos y caló hondo. Realmente, un cortometraje duro que sitúa a los chavales en una realidad muy alejada de ellos, eso impacta. En el mismo festiva hubo cortos de apenas dos minutos que también narraban historias de los niños soldados. La dirección de Esteban Crespo fue extraordinaria.

El eslogan del certamen exclama 'Cine con mayúsculas'. Sin embargo, al ser cortometrajes tendríamos que hablar de minúsculas.

No, todo es cine. El cine es cine, dure lo que dure.

O sea, ¿más calidad que cantidad?

Calidad e ideas. Hay cortos sin presupuesto que son buenas películas, con chispa. El tiempo es el tiempo, las películas son películas.

Menudo tópico

Para mí los cortos son muy importantes. En España hay una producción de cortos estupendos, con distintos caminos industriales y productivos, claro está.

Veremos 'Soria Imagina'. ¿Se imagina todo lo qué podemos filmar en Soria?

Soria tiene una importante oferta de escenarios. La sección centrada en Soria sirve para que la gente abra la mente. Paseo por los rincones de Soria y veo escenarios cinematográficos por todas partes. Veo películas en cada rincón de la ciudad. Hemos colocado dicha sección para que la gente vea que en Soria se pueden contar historias en muchos sitios.

El cine y la mujer, ella y la gran pantalla. La mujer española sueña y se frota las manos con ilusión.

La sección 'Mujeres de cine' ya lleva con nosotros varios años. La mujer española cada vez está más presente en nuestras vidas, aunque, todavía quedan cosas por hacer. Expondremos 'Tren de la libertad' en la que la mujer decide sobre su cuerpo, ¡Maravilloso! Reproduciremos 'Tocaoras' en la que las mujeres acompañan musicalmente a los cantantes flamencos, lo nunca visto. “Las maestras de la República” también está en nuestra cartelera, aquellas mujeres que lucharon por la educación. Creo que está bien que el festival apoye luchas reivindicativas.

¿Luchas reivindicativas?

Siempre queremos hacer un guiño a las reivindicaciones sociales. Me considero una persona comprometido con la cultura, y lo digo libremente: Soy de izquierdas. Sin embargo, el cine no entiende de políticas. Todos debemos tener un compromiso social para abrir los ojos a la gente sin caer en propagandas políticas.

Con la derecha hacemos un guiño a las reivindicaciones, con la izquierda guiñamos al 'Ciclo Música y Cine'.

Sí, hay un doble sentido. Mi pasión por la música, por un lado, y por otra parte creo que la música atrae a los jóvenes. Nosotros queremos captar a mucho público. Esta sección queda muy apoyada por 'El club de los 27' que utiliza la música como arma de seducción.

Por cierto, menuda macedonia ofrece la mezcla nacional y la internacional del certamen.

Nos aporta riqueza, un festival rico. Una fusión perfecta. El cine internacional nos acerca temas que nacionalmente nos pueden pillar de cero.

A Argentina le cantaríamos eso de amigos para siempre, ¿cierto?

Abre el festival de Soria un largometraje argentino, “Corazón de león”. El cine de Argentina tiene un ‘Modus Operandi’ distinto al nuestro. Los diálogos con su particular soniquete son muy particulares. Estamos funcionando con ellos.

Le íbamos a pedir que fichase el nuevo anuncio de la Lotería de Navidad como aperitivo del festival. ¿Puede ser?

Es un anuncio oportunista, totalmente. Por otra parte, el mensaje que lanza es una manera de jugar con los sentimiento de los demás: un pobre hombre en el paro que recibe una papeleta de la lotería porque el dueño del bar se la regala. Una técnica tramposa. No, no lo expondría en el festival de Soria.

Le pedimos que se moje. Enfocando a los cortos de concurso, ¿quién puede ganar?

Ahí no os puedo ayudar, todos optan a premios. Por ejemplo, con “Pipas” el jurado se llevó un disgusto enorme y luego fue reconocido por los Goya. No puedo alabar a unos sin desmerecer a otros. Yo apuesto por un criterio global: “Hemos visto buen cine y de calidad”.

Bueno, lo hemos intentado. De todas formas, el caché no nos lo quita nadie.

Cada año traemos a alguien de renombre para dar un homenaje al cine. Alguien conocido da juego a los medios y al ayuntamiento de Soria. Por aquí ha pasado una institución como Berlanga.

Ahora lo tenemos claro. Gracias a Soria, vivir es fácil con los ojos abiertos.

Te la replanteo mejor: vivir no es fácil, pero es más fácil hacerlo con los ojos abiertos. Es una despedida bonita.

Le deseamos éxito pues la suerte se les desea a los mediocres.

Gracias. Seguiremos trabajando para que la ciudad se sienta orgullosa de su certamen.

Texto: Bernat Díez

Fotografía: Concha Ortega