Elegante, sobria y con mensaje. No te deja indiferente. Así es una cubierta de libro diseñada por Nuria Zaragoza y así también es ella como persona.
A Nuria le gusta siempre ir un paso más allá. Le gusta innovar, experimentar, llevar al límite las normas prestrableciadas y si es necesario saltárselas y acomodarlas a su universo.
Recuerdo una anécdota muy graciosa. Nuria estaba dándole vueltas a un libro sobre el calentamiento global. Se le ocurrío como imagen de portada un globo terráqueo en llamas. Contactó con un fotógrafo y le pidió concertar una sesión de fotos. Me hubiera gustado ver la cara de asombro del fotógrafo en ese momento... Aún y así, con riesgo de incendo en el plató, él accedió. La sesión fue un éxito y aunque no sé cómo lograron buenas fotos, una vez colocadas en cubierta, no funcionaban...
Pero, si no se prueba no se sabe, ¿no? Los diseñadores siempre estamos a tiempo de que editores y gente de márkenting nos encorseten y nos bañen con dosis de realidad.
Nuria busca el concepto, la esencia de las cosas. Cuida y estudia minuciosamente la imagen, el encuadre, los colores y la tipografía.
Un escaparate, en conjunto, que seguro te conmueve y te introduce rápidamente a lo que el libro quiere explicarte en cuanto abras sus páginas.
Gracias Nuria por poner caras con personalidad a tantos libros.
Yolanda Artola, responsable de diseño editorial Debolsillo, Penguin Random House.
Cuando ví por primera vez el trabajo de Nuria, ví su trabajo de diseño editorial; portadas de libros por lo general, y me pareció que como trabajo era una oportunidad guapísima de dar vueltas a historias en diseño y obtener resultados de lo más variopintos... Cuando tuve la oportunidad de conocer su trabajo de ilustración caí en que no tenía nada que ver a lo que hacía como diseñadora y encontré a una ilustradora con un estilo específico (tan difícil de lograr), con trazo negro sobre blanco, muy novelesco y conceptual. Me gustó a la primera. Creo que el tiempo y la dedicación son las únicas herramientas que uno podría pedir para pulir un estilo así. Me imagino una novela gráfica en en el desierto, llena de personajes viejos y silenciosos, en medio de bares con puertas de bisagra lejos allí en alguna cantina del medio oeste...
Judy Kaufmann, ilustradora
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