La inundación del párking es “puntual” y se solucionará con el nuevo colector

El alcalde de Soria, Carlos Martínez, ha asegurado este miércoles que la inundación de la segunda planta del párking del Espolón en la tarde del martes por la fuerte tormenta que cayó en la capital soriana ha sido “puntual” y se solucionará cuando concluyan las obras de sustitución de los colectores y la rotonda de la avenida Valladolid-calle San Benito que regulará el tráfico.

Martínez ha asegurado que la incidencia de ayer se produjo porque los colectores en obras entraron en carga y el agua se desviara a la entrada del aparcamiento subterráneo por la primera planta, que “no tiene impermeabilización por las juntas de dilatación” y a partir de ahí la lluvia más escandalosa que real que caía por el techo de la segunda planta”.

El regidor soriano ha asegurado que “no existen daños” en vehículos, ni en la estructura del párking, y ha insistido en que “las inundaciones se resolverán cuando se remate la parte más alta de la conexión de la calle San Benito y la avenida Valladolid”.

Carlos Martínez ha afirmado que la inundación de ayer “sí es un problema, pero puntual, que viene derivado del intento de agilizar la apertura y minimizar las molestias que se generan a los ciudadanos con las obras de peatonalización de la ciudad”.

En cuanto a las críticas del Partido Popular, el alcalde de Soria ha sentenciado que “si hubo alguien feliz ayer fue el señor Adolfo Sainz y toda la cuadrilla del PP de Soria, porque cualquier cosa que enturbie los proyectos de la ciudad siempre es aplaudida por el PP”.

También ha lamentado que el PP soriano “intoxica constantemente la labor del Gobierno municipal y ponen en entredicho una obra que se ajusta a los plazos y la están haciendo empresas sorianas”.

Por ello, Martínez ha preguntado a los ‘populares’ de Soria “por qué cuestionan a estos empresarios sorianos, algunos hasta militantes del PP, y les ponen continuamente en entredicho”.

El PP lo califica de "chapuza"

El concejal del Partido Popular de Soria Adolfo Sainz ha calificado el parking del Espolón de “auténtica chapuza” tras las filtraciones de agua que se produjeron el martes debido a las intensas tormentas.

Sainz ha considerado que “no hay garantía” para que los usuarios estacionen en este parking su vehículo, después de los incidentes que se produjeron en la tarde del martes, que afectaron a la segunda planta del aparcamiento subterráneo del Espolón.

Por eso, el concejal ha exigido al alcalde de Soria que “dé explicaciones, que deje de visitar las obras de las márgenes del Duero que está haciendo el Gobierno del Partido Popular”, y que vaya al parking “con el constructor y con el arquitecto, que explique a los sorianos qué ha pasado, no ha sido una gran tormenta, y el parking ha hecho aguas por todos los lados”.

El edil ‘popular’ ha señalado además que “esta obra ha costado ya a los sorianos más de 4 millones de euros”.

Adolfo Sainz ha cuestionado además que “el único objetivo” que tiene el equipo de Gobierno socialista es que “el soriano aparque en el parking” y ha denunciado que toda la actuación política y económica del Ayuntamiento de Soria es “a favor y a beneficio del parking”.

El concejal del PP en el Ayuntamiento de Soria se ha referido además a varias “anormalidades” que se están produciendo en el parking y ha denunciado “que no se están cumpliendo las garantías económica, jurídicas y técnicas que pide el PP”.

Respecto a las garantías económicas, Adolfo Sainz ha recordado que en julio de 2011 “el alcalde dijo que ya estaba el dinero comprometido por el ministro Blanco, y no fue verdad”, por lo que se ha preguntado “¿cómo se pudo adjudicar la obra si no estaba realmente el dinero?”.

En relación a las condiciones jurídicas que también se exigieron desde el PP, Adolfo Sainz ha señalado que “el contrato establece que las obras en su totalidad tienen que estar terminadas en 14 meses, y no se está cumpliendo”.

Respecto a las garantías técnicas, Sainz ha afirmado que “a las primeras de cambio se modificó la forma de ejecución del parking, que se iba a hacer en mina y al final pasó por la puerta de atrás y se hizo a cielo abierto, lo que supuso abaratar las obras y más molestias a los vecinos y a los comerciantes”.

“Tampoco hay ningún técnico del Ayuntamiento para supervisar las obras, como se dijo”, ha añadido.

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