La actividad gripal en Castilla y León en la semana 3 de 2014 (entre el 13 y el 19 de enero) ha tenido una incidencia de 265 casos por cada 100.000 habitantes. Estos datos reflejan que se supera el nivel epidémico, pero dentro de un umbral de incidencia media. El comportamiento de la curva epidémica describe un trazado normal, con una evolución esperable como la de cualquier otro año.