Dicen que los ojos son el espejo del alma. Cuando el objetivo se convierte en la prolongación del ojo, el alma aflora en forma de imagen. Imágenes en blanco y negro, como el lienzo y la tinta. Imágenes que evocan poesía. Versos de paisajes serenos y olvidados, de miradas que trasmiten, a su vez, su propia noción del tiempo. De brutalidad contenida sobre el albero, de vidas de otras épocas. Del ‘tempus fugit’. De elegías. De abandono.
El de Mario Tejedor es un trabajo minucioso, gestado entre el insomnio y la reflexión. Nunca en balde. Nunca gratuito.
La subjetividad, intrínseca siempre a la fotografía, se hace más patente con los pequeños detalles, hasta el punto de provocar empatía. Y, así, uno termina rindiéndose a la mirada de un equino, la única que en un festejo popular pone un punto de cordura entre la marabunta. O a la tensión del rostro del diestro ante su crimen. O a carreteras sinuosas que culminan en mares de nubes. Y a manos que modelan la vida en comunidad. Es la perspectiva más íntima del prójimo. Sea de la especie que sea. Porque ante el objetivo de un poeta, todos somos iguales. Todos estamos desnudos.
Siempre quise conocerle. Luego descubrí que también le gusta el mar. El lugar fue la Escuela de Artes, llamaba la atención. Al menos a mí me llamaba la atención.
Era el chico de 2º que hacía fotos “raras”, siempre en blanco y negro. Como él, siempre de negro pero con una luz blanca a su alrededor iluminándole. Debe ser su aura. Que bonito ser fotógrafo y que te ilumine una luz tan especial. Por fin coincidimos en segundo y compartir las mañanas rodeados de líquidos, de luces de estudio, de imágenes de fotógrafos increíbles nos acercó.
Mario solía aparecer a primera hora si la clase merecía la pena; casi nunca puntual, tosía, se levantaba, estaba inquieto. Ahora se que madrugar no le sienta bien pero hacía el esfuerzo para aprender, para seguir aprendiendo como siempre hace.
Yo flipaba con sus fotos oníricas que me transmitían casi siempre la idea de libertad, de movimiento y el con mis retratos callejeros. Lo que más me gusta del trabajo de Mario, lo que más me gusta de Mario es que siempre es consecuente con lo que piensa.
Sus fotos son él, solo hay que conocerle para darse cuenta. Sus pájaros son él, los caballos corriendo son él, las carreteras curvadas son él; son su búsqueda, su manera de buscarse. Nunca le he acompañado a hacer fotografías, pero me encantaría ver su manera de fijar la mirada en algún punto concreto que le transmita lo que quiere transmitir concretamente.
Un día me contó que había soñado que volaba toda la noche. Yo pensé en lo maravilloso que tiene que ser dormir al lado de alguien que ha pasado toda la noche volando y en todo lo que eso te puede inspirar para el resto de tus días, para el resto de tu vida, para el resto de tus fotos.
Mario no para de hacer cosas, su inspiración, sus ganas le mueven continuamente. Siempre tiene proyectos nuevos en la cabeza, fotográficos, personales, civiles… Siempre en marcha, siempre en lucha.
De sus fotos:
Desde que le conozco, no hace tanto realmente le he visto trabajar en unos cuantos proyectos. Sus series de fotos para las fiestas de la ciudad, su proyecto de la escuela en el que devolvió vida a personas fotografiadas a principios del siglo pasado, su serie de fotos tomadas en Irlanda en un viaje creo que bastante iniciático para él, sus fotos para Latidos del Olvido, en las que introduce movimiento en espacios que han permanecido estáticos durante mucho tiempo y sus últimas fotos, sus fotos más personales si cabe, en las que los pájaros en bandada, en pareja y solitarios vuelan sin descanso; los caballos rodeados de la nieve del invierno soriano miran hacia adelante; las carreteras llevan a algún lado, aunque no se sepa a cual. Y todos ellos como búsqueda de algo, mejor dicho como búsqueda de alguien, como búsqueda de él.
Y ahora me encuentro en el mar rodeada de sol cogiendo un saquito de arena y un chin de agua del Cantábrico que hace poco nos unió un poquito más.
Gracias Mario, es tu regalo de cumpleaños.
Natalia Pancorbo, amiga y compañera de estudios
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