La Junta recuerda las recomendaciones sanitarias para una actividad cinegética segura

Este jueves 15 de agosto ha comenzado en Castilla y León la media veda, que se extenderá hasta el próximo 15 de septiembre, atrayendo a cotos de la Comunidad a miles de cazadores. Como cualquier actividad humana y mucho más en las que aúnan el contacto con especies que pueden ser vectores de enfermedades y constituir problemas de seguridad alimentario, es necesario adoptar las oportunas precauciones que hagan de la caza una actividad sanitariamente segura.

La Junta de Castilla hace una serie de recomendaciones para que, desde el punto de vista de la salud pública, faciliten una actividad cinegética segura para los cazadores. Estos consejos son los siguientes: la caza ha de consumirse tras su inspección veterinaria, especialmente si la consume como embutido; en el caso de animales que pueden transmitir la triquinosis, como los jabalíes, se deberán recoger muestras de diversas partes de cada animal para su análisis por un veterinario; evitar la manipulación de animales muertos, enfermos o con comportamientos no naturales, poniéndolo en conocimiento de la autoridad competente; utilizar guantes para el desuello y en la posterior manipulación de los animales, hasta que se haya cocinado; han de utilizarse guantes y mascarillas cuando se manipulen liebres, ya que pueden transmitir la tularemia; no dar vísceras crudas a tu perro, pueden transmitirle enfermedades; y evitar la ingesta de agua no controlada sanitariamente.

Otras cuestiones que se deben tener en cuenta se refieren a la comercialización de la carne cinegética y a su autoconsumo por parte de los cazadores, así como al transporte de las piezas de caza que realizará a la mayor brevedad posible y en las condiciones que favorezcan el enfriamiento de los cuerpos.

La Consejería de Sanidad, a través de los correspondientes servicios territoriales y de la red asistencia de Sacyl, mantiene su labor de vigilancia en lo referido a enfermedades en cuya transmisión pueden estar implicadas especies cinegéticas.

Epidemiológicamente son muy escasas estas situaciones y, como ejemplo de ello, en 2012 sólo se han declarado dos casos de triquinosis, ambos en la provincia de Soria y dos de tularemia, en Burgos y Salamanca respectivamente.

La adopción de una conducta responsable y adecuada a las recomendaciones sanitarias relacionadas con la actividad cinegética es fundamental, junto con la situación sanitaria animal, es fundamental para mantener tan escasa estadística epidemiológica en Castilla y León.

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