Un paseo entre San Pedro Manrique y el despoblado de Vea

Uno de los tristes atractivos de la despoblación es la gran cantidad de pueblos abandonados que hay en la provincia de Soria. Vista la ubicación de algunos de ellos, lo sorprendente es que alguna vez a alguien se le ocurriera montar allí cuatro paredes y un tejado.

Uno de esos casos es el despoblado de Vea, perteneciente al término municipal de San Pedro Manrique. Ahora, un sendero bien señalizado permite alcanzar este exnúcleo de población y vivir unas sensaciones que únicamente son capaces de transmitir los lugares donde un día hubo vida y ahora ha dejado de haberla.

Tanto San Pedro Manrique como Vea están a orillas del río Linares. Sin embargo, el camino, de 7,3 kilómetros, se separa durante buena parte de ellos del río para transcurrir por uno de sus pequeños arroyos afluentes. En él hay un par de pozas en las que es posible tomar un refrescante baño en días de calor como hoy.

Desde allí, el camino baja de nuevo para cruzar por un puente el Linares. La vegetación se espesa todavía más pero no termina de impedir el acceso a Vea. Algún día lo impedirá. Es inevitable curiosear dentro de algunas casas y de la iglesia. Apenas quedan recuerdos de aquellos años, hace medio siglo, en los que el pueblo estaba habitado, pero todavía es posible disfrutar de alguno.

Hoy, la excursión ha terminado en Vea. Es un paseo sencillo y casi llano. Siguiendo el río Linares se llega a otros dos pueblos igualmente abandonados, Peñazcurna y Villarijo, antes de adentrarse en la provincia de La Rioja.

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