64 jóvenes prolongaron el acogimiento en Castilla y León tras cumplir su mayoría de edad

A lo largo de 2012, la Junta de Castilla y León prolongó el acogimiento de 64 jóvenes que lo solicitaron tras cumplir su mayoría de edad y, en la actualidad, apoya la inserción laboral de estos adolescentes y les prepara para la vida independiente.

La actuación de la Junta de Castilla y León en materia de protección al menor desprotegido no solo cubre sus necesidades básicas –como la adopción, el acogimiento familiar o el acogimiento en centros residenciales– si no que persigue, también, preparar al menor para la vida adulta, momento en el que no contará con un apoyo familiar exterior. De ahí la importancia que tienen los programas de preparación para la vida independiente y de apoyo a la vida adulta, a fin de hacer efectivos los derechos de los menores tal y como recoge la Ley /2002 de Promoción, Atención y Protección a la Infancia.

Legalmente, un menor deja de serlo en un solo instante. Se acuesta un día siendo menor y se levanta habiendo cumplido los 18 años y habiendo alcanzado ya la mayoría de edad. Pero eso no supone que esté preparado para la vida independiente y así lo entiende la Junta de Castilla y León, por lo que a medida que se acerca la mayoría de edad de un menor protegido pone en marcha mecanismos que le permitan llevar una vida independiente y autónoma. Incluso después de salir del sistema de protección puede ser preciso llevar a cabo actuaciones de apoyo que permitan consolidar la situación personal del joven de cara a una mejor integración social y laboral.

Estos jóvenes son incluidos en el programa de preparación para la vida independiente a partir de los catorce años, realizando con ellos actuaciones complementarias orientadas a favorecer su proceso de maduración y su autonomía y prepararles para la vida independiente. Además, las actuaciones incluyen siempre el apoyo socioeducativo necesario.

Prolongación de estancias tras la mayoría de edad

La normativa que regula el Sistema de Protección de menores permite la prolongación de la medida de acogimiento en centro residencial o en familias, hasta los 21 años, en el caso de aquellos menores que alcanzan la mayoría de edad pero necesitan continuar su estancia en el recurso residencial o con familias de acogida, de forma que se les sigue atendiendo, supervisando su proceso de integración y ofreciéndoles apoyo psicosocial. En 2012 fueron 64 los jóvenes que prolongaron el acogimiento en Castilla y León tras su mayoría de edad.

Para ellos, la Junta utiliza pisos cuya finalidad es ofrecer temporalmente una vivienda a jóvenes en riesgo de exclusión social y sin el suficiente apoyo familiar, proporcionándoles al mismo tiempo, con el apoyo técnico correspondiente, los recursos que les permitan diseñar a cada uno de ellos un plan de vida independiente que garantice su plena inclusión social. Hablamos de jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y 21 años que necesitan una prórroga en la estancia para finalizar sus estudios académicos. En estos casos, la permanencia puede superar los 21 años y la estancia de referencia temporal suele ser de un año y medio.

Entre las funciones que lleva a cabo el personal técnico responsable están las de orientación, intervención, seguimiento y evaluación de los jóvenes, consensuando un acuerdo de convivencia, elaborando un proyecto individualizado, supervisando el funcionamiento de la vivienda y la ejecución de las responsabilidades de cada joven, orientándoles hacia la búsqueda de recursos comunitarios, proporcionando orientación y asesoramiento para la inserción laboral en coordinación con los profesionales específicos, asesorando en la tramitación de ayudas, como puede ser el caso de la renta de ciudadanía a la que tienen acceso. Durante el año 2012, 48 jóvenes han pasado por los 11 hogares mixtos, que las entidades colaboradoras tienen en Burgos, León, Ponferrada, Salamanca, Valladolid y Zamora.

Programa Enlace, un paso hacia la vida adulta

Dentro del abanico de programas y actuaciones que la Junta lleva a cabo con estos menores se encuentra el Programa Enlace, que es un proyecto de acompañamiento personal a jóvenes mayores de 16 años, generalmente procedentes del sistema de protección de menores, que carecen de figuras de apego significativas, a fin de que puedan contar con una persona de referencia personal que les ayude en su incorporación a la vida independiente.

Este programa se basa en promover la relación personal entre un voluntario con un joven, ofreciendo un vínculo de relación y de acompañamiento en el proceso de maduración personal y de incorporación social adulta del joven, esencial en momentos críticos en los que tiene que tomar decisiones importantes para su vida.

Pueden colaborar como voluntarias del programa ‘Enlace’ aquellas personas mayores de 23 años que quieran dedicar parte de su tiempo a crear lazos de amistad con jóvenes y que sensibles con el colectivo de jóvenes con apoyo familiar insuficiente y en situación de riesgo de exclusión social. Las entidades que colaboran con la Junta (Asecal, Fundación Juan Soñador y Adsis) apoyan y supervisan el buen funcionamiento del programa, consiguen los voluntarios, los forman y seleccionan según las necesidades de los menores. Durante 2012, 29 jóvenes del sistema de protección de menores participaron en el programa Enlace y contaron con el acompañamiento de un voluntario en su incorporación a la vida social independiente.

Inserción sociolaboral: el ejemplo del ‘Santiago Uno’

Uno de los principales objetivos a conseguir con estos jóvenes protegidos es su inserción sociolaboral. Por eso desde la Junta de Castilla y León se fomentan los programas formativos y de inserción sociolaboral en colaboración con entidades sin ánimo de lucro que llevan a cabo acciones de diversa naturaleza tales como itinerarios formativos, orientación y acompañamiento en la búsqueda de empleo, prácticas en empresas, proyectos de emprendimiento y agencias de colocación.

Un buen ejemplo de ello es la Casa Escuelas Pías ‘Santiago Uno’, una Entidad de Servicios Sociales de los Escolapios de la Provincia Betania. Este centro, ubicado en Salamanca, está dedicado a los menores con alto riesgo de exclusión social y trata de ser una alternativa real para su inserción, tratando todos los aspectos de su desarrollo personal: afectivos, conductuales y cognitivos, y desarrollando programas que les ayuden en su inserción laboral y transición a la vida adulta.

La Casa Escuelas Pías ‘Santiago Uno’, además de disponer de plazas para el acogimiento residencial de menores protegidos, lleva a cabo medidas preventivas y complementarias necesarias para que los jóvenes que están o han estado protegidos se inserten con éxito como personas adultas en sociedad. Los jóvenes reciben formación académica reglada a través de Programas de Cualificación Profesional Inicial en los perfiles de Ayudante de Cocina, Auxiliar Operario de Fabricación Mecánica y Auxiliar en Servicios de Restauración, así como talleres profesionales y alfabetización en lengua castellana para inmigrantes árabes, además de contar con un Aula Alternativa destinada a niños/as que proceden de fracaso escolar en la Enseñanza Secundaria Obligatoria al no ser atendidos adecuadamente en algunos institutos oficiales.

Entre los recursos con los que cuenta el Santiago Uno está el Centro Integrado de Formación Profesional Lorenzo Milani, en el que se imparten disciplinas relacionadas con el medio ambiente a través de programas de cualificación profesional inicial, ciclos formativos de Grado Medio y Superior, cursos del Ecyl o formación on line. Es en este contexto en el que el centro de jardinería Lorenzo Milani se integra como empresa de inserción para dar empleo a varios de estos jóvenes provenientes de la exclusión social.

El Santiago Uno ofrece también a estos jóvenes formación académica no reglada, con talleres y cursos monográficos de capoeira, cetrería, informática, break dance, danza contemporánea, equitación, Photoshop, y fotografía.

Por último, el centro cuenta también con una escuela de circo, donde los chavales aprenden a realizar acrobacias, malabares, interpretación, magia, percusión, zancos, equilibrios, etc., y a través de esta escuela algunos jóvenes obtienen una salida profesional en diversos sectores de ocio (fiestas, cumpleaños, espectáculos).

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