Un grupo soriano de txalapartaris

El grupo Tambala Tambala Ta nace por la afición de dos sorianos, Emilio La Orden y Paco Alonso, ambos componentes de los Gaiteros de la Calle Real, cuando hace unos seis meses quisieron conocer y desarrollar este tradicional instrumento vasco de percusión (Txalaparta) e introducirlo en nuestra provincia. Se trata de un grupo de txalapartaris pionero en la provincia.

Mediante la lectura de libros y vídeos especializados en la materia fueron iniciándose en la txalaparta, y no conformándose con ello decidieron seguir su aprendizaje acudiendo a uno de los lugares dónde mas se trabaja este instrumento. Su objetivo era ir a  aprender a una de las cunas de la txalaparta, y en esta búsqueda conocieron a Txalamaco Txalaparta Aldea, un colectivo alavés sin ánimo de lucro que trabajan desde el año 1998 en la difusión y expansión de este instrumento. No se lo pensaron dos veces, y se marcharon durante un fin de semana a conocerlos personalmente, y a aprender en vivo y en directo todo lo relacionado con este tradicional instrumento. Así fue como comenzó la andadura de estos dos curiosos músicos sorianos, que están esperando a que todo el mundo les abra sus puertas para entrar a enseñarles un poco mas este curioso y anti-estresante, cómo ellos mismos lo catalogan, instrumento de la txalaparta.

Durante estos últimos meses su música ya se ha dejado oír en el Auditorio de las Camaretas, en el Certamen de Música Tradicional de Villar del Río, y en los Mercados Tradicionales de Molinos de Duero y Almarza.

Origen de la txalaparta.-

A la txalaparta se le relaciona con dos tipos de actividades sociales diferentes: las celebraciones de finalización de los trabajos comunitarios (fabricación de la sidra) y de boda, pero siempre dentro de un ambiente festivo. Tras triturar la manzana, los que habían colaborado en el trabajo celebraban una fiesta con cena incluida, tras la cena la gente se iba animando y entonces se montaba la txalaparta, normalmente frente a la entrada del caserío, en el exterior, y enseguida empezaban a tocarla. Aquí es donde se daba por iniciada la fiesta, en la que acudía mucha gente joven de los caseríos de los alrededores. Cuentan como anécdota que la txalaparta se oía en un radio de unos 5 kilómetros, y muchos de los que vivían dentro de él acudían a la fiesta, la cual se podía prolongar hasta altas horas de la madrugada.

También se ha utilizado con motivo de bodas, y de diferentes maneras. En ocasiones el mismo día de la boda, y otras veces el día de las amonestaciones.

Hoy en día ha cambiado mucho la situación de la txalaparta, se ha multiplicado el número de interpretes. Respecto a la situación geográfica se puede decir que en todas la comarcas del País Vasco, Navarra y Vitoria se organizan actualmente y con mucha frecuencia diferentes cursos, concentraciones, maratones, mercados, festivales y todos tipo de actos relacionados con este instrumento. Actualmente destacados músicos dentro del panorama folk, como Juan Mari Beltrán, Oskorri o Kepa Junkera se están dedicando a despertar el interés por este instrumento, en la que muchos grupos la usan como instrumento de ritmo acompañante.

El instrumento.-

La txalaparta produce un ritmo común, en el que a veces recuerda al troteo de los caballos. No se trata de dos melodías sino de una manera de comunicación entre los dos txalapartaris (nombre común como se les conoce a los que tocan la txalaparta). Uno de ellos es el que lleva el ritmo o intensidad, y el otro es el que contesta o lo rompe con sus golpes. Es necesario escucharse con atención y llegar a un acuerdo en todos los golpes y en su finalización. Se construye con 3 o 4 tablas de diferentes maderas que muchas veces están bien afinadas, así se puede tocar melodías y se facilita el tocar junto con otros instrumentos (en vez de las tablas de madera o adicionales, también se usan piedras, tubos de cartón o metal, barras de hierro u otros materiales).

Las tablas se ponen encima de dos soportes (cestos, sillas, caballetes), y entre ellos se mete un material aislante (espuma, goma u otro), estas tablas se golpean verticalmente con cuatro palos llamados 'makilak' (dos cada txalapartari). Los txalapartaris se encuentran juntos a un lado de la txalaparta o a los lados opuestos, y a  veces para acompañar a la txalaparta se toca al inicio de la actuación un cuerno.

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