Los viejos oficios vuelven. La crisis y el brutal desempleo los empuja al presente cada vez con más fuerza. El empeño del alcalde de Tardelcuende, Ricardo Corredor, en volver a sacar partido al recurso que durante décadas fue motor de la economía de esta comarca de Pinares Llanos recoge cada vez más frutos. Así que la resina no solo ha vuelto a ser un medio para ganarse la vida, sino que parece que ha regresado para quedarse.
En la campaña 2012, en Tardelcuende se resinaron 55.200 pinos, trabajaron once resineros y se obtuvieron más de 84 toneladas de producción. En la presente temporada las previsiones son más del doble, con 127.500 pinos adjudicados a la destilería Resinas Naturales, ubicada en Cuéllar (Segovia), pinos que serán trabajados por 19 resineros.
Las expectativas son aún mayores ya que, según avance la campaña, se espera adjudicar hasta 140.000 pinos y emplear a 22 resineros, de forma que se obtendrían 250 toneladas de resina que traducido a euros superarían los 250.000.
A estos 250.000 euros, repartidos en las correspondientes retribuciones de los resineros, hay que sumar los beneficios indirectos que genera la resina en el entorno tanto en la compra y mantenimiento de las herramientas y materiales necesarios para trabajar en el monte, el transporte, la repercusión en los impuestos, en los propietarios de los montes (en este caso, los ayuntamientos), etcétera.
LLEGADOS DESDE ALMUÑÉCAR
Los resineros que se desplazan Tardelcuende en busca de trabajo cada vez llegan de más lejos. Este año se han incorporado a la campaña cuatro trabajadores procedentes de Almuñécar (Granada), integrantes de una misma familia que se alojan en la antigua casa del secretario, que el Ayuntamiento pinariego ha puesto a su disposición por el módico precio de 200 euros al mes de alquiler.
Dos de estos trabajadores ya cuentan con experiencia en el oficio, ya que resinaban ‘pinus pinaster’ en las más de 11.000 hectáreas de este tipo de monte que existían en la sierra de Almúñecar y que un día el fuego las arrasó.
NOVEDADES DE LA CAMPAÑA
Entre las novedades para la temporada de resina 2013, cabe destacar la consolidación del carro de remasa con exprimidor, la pasta A21 fabricada exclusivamente en Tardelcuende y que se empleará en 20.000 pinos para incidir en la práctica con este producto, y el uso del denominado rayón descendente en 8.000 pinos –una técnica que ya se experimentó el pasado año- para trabajar las picas de forma más fácil, rápida y obtener más resina.
Por su parte, el Ayuntamiento de Tardelcuende ha encargado un estudio para mecanizar el barrasco y se está valorando la opción de usar una máquina con el sistema de remasa automatizado directamente a la cuba.
