La sexta comunidad menos endeudada

Castilla y León continúa manteniendo un bajo nivel de deuda en comparación con otras autonomías, tanto en términos absolutos como relativos, lo que certifica la responsabilidad con que el Gobierno regional utiliza esta fórmula extraordinaria de financiación. De acuerdo con el balance que ha hecho público hoy el Banco de España, a 31 de diciembre de 2012 el endeudamiento del conjunto de las comunidades ascendía a 185.048 millones de euros, que incluyen el mecanismo de pago a proveedores y, por primera vez, la deuda asociada al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) y a determinados créditos comerciales cedidos. En todo caso, del montante total únicamente el 4,1% ha sido aportado por Castilla y León.

La deuda global de las autonomías que se contabiliza a efectos del Sistema Europeo de Cuentas (SEC) equivale al 17,6% del PIB nacional, prácticamente cuatro puntos por encima del 13,7% que representa en Castilla y León. Este menor porcentaje ratifica la fortaleza de las finanzas regionales y sitúa a la comunidad como la sexta menos endeudada del país, al mismo nivel que Aragón y por detrás de Madrid, País Vasco, Canarias, Asturias y La Rioja.

Una vez más y a la hora de valorar correctamente estas cifras conviene recordar que de los 7.586 millones de euros de deuda de la región, 1.051,5 corresponden al plan de pago a proveedores. Esta partida no se tiene en cuenta de cara a evaluar el cumplimiento de los objetivos de deuda, según el último acuerdo del Consejo de Política Fiscal y Financiera. De ahí que el porcentaje de endeudamiento de la comunidad válido para hacer una comparación homogénea es el del 11,8% del PIB, muy alejado del objetivo máximo del 13% fijado para el ejercicio 2013.

Cambio metodológico respecto a los créditos comerciales cedidos

El incremento en la deuda regional se debe en parte a que, como se ha mencionado, el Banco de España ha incluido por primera vez el endeudamiento derivado de los préstamos otorgados por el FLA a determinadas autonomías entre las que no se encuentra Castilla y León, que decidió no adherirse al tener capacidad suficiente para obtener recursos a través de los proveedores financieros ordinarios.

Por otro lado, también es novedoso que a 31 de diciembre de 2012 se tenga en cuenta como deuda, a efectos del Protocolo del Déficit Excesivo, la cesión de determinados créditos comerciales frente a las Administraciones Públicas a instituciones financieras. Se trata, en concreto, de las operaciones conocidas como ‘factoring’ sin recurso. La modificación deriva del cambio metodológico provocado por la variación en su forma de contabilización, que fue acordada por Eurostat el pasado mes de julio.

El resultado de todo ello es que de los 7.586 millones de deuda de Castilla y León, 311 están asignados a la comunidad por proyectos de colaboración público-privada, mientras que 247 millones son créditos comerciales cedidos.

Esto implica que la deuda financiera global de la región al cierre del pasado ejercicio ascendía a 7.028 millones de euros, en sentido estricto. Hay que tener en cuenta, asimismo, que de esa cantidad 333 millones eran créditos destinados a financiar préstamos a empresas, por los que la Junta ingresa tanto el reembolso del capital como los correspondientes intereses.

Escaso peso de las empresas públicas

Las estadísticas del Banco de España también ofrecen información sobre la situación de aquellas empresas públicas que no computan a efectos SEC, por realizar actividades de mercado. En Castilla y León su endeudamiento era de 452 millones de euros al finalizar diciembre, cantidad que equivale al 4,2% del total nacional y representa el 0,8% del Producto Interior Bruto autonómico. Está en consonancia con el escaso tamaño del sector público de la comunidad, que continua reduciéndose como consecuencia del Plan de Reestructuración que ha puesto en marcha la Junta.

Mejora la percepción del riesgo de las autonomías

La suma de la deuda viva de la parte de la Administración de Castilla y León que contabiliza el Sistema Europeo de Cuentas (7.586 millones de euros) y la que no (452 millones) da un endeudamiento global del sector público regional de 8.038 millones al cierre de 2012, el 4,1% de los 195.827 registrados en el conjunto de España. En relación al PIB la posición relativa de la comunidad respecto al resto también es muy favorable, ya que equivale al 14,5% del Producto Interior Bruto frente al 18,6% de media.

La cartera de deuda de la región está concertada en moneda euro en su totalidad, por lo que no existen riesgos asociados a las fluctuaciones del tipo de cambio. Además, su estructura se ha ido adaptando a las exigencias del mercado. A 31 de diciembre el 78,8% de las operaciones de crédito estaba instrumentado a través de préstamos, frente al 21,2% que eran emisiones de deuda. Por otra parte, el mayor peso corresponde a la financiación a largo plazo (98%), lo que limita los riesgos de la refinanciación.

De igual forma, aún persiste el sesgo de la distribución geográfica hacia los prestamistas nacionales, si bien se ha detecta un cambio de percepción por los inversores extranjeros del riesgo autonómico. Entre estos últimos sigue destacando el Banco Europeo de Inversiones (BEI), y a ese grupo se incorporó el pasado diciembre el Banco de Desarrollo del Consejo de Europa.

Por último, para reforzar la transparencia de Castilla y León y con el fin de que los potenciales inversores dispongan de información relevante, la Consejería de Hacienda tiene centralizados en una página web los principales datos económicos, presupuestarios y financieros autonómicos. Estos contenidos se actualizan periódicamente y están disponibles en el portal virtual de la Junta (www.jcyl.es) en dos idiomas, castellano e inglés.

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