Prueban con éxito unos nuevos fundentes alternativos a la sal para las carreteras

Ensayo realizado en la LE-321 en el marco del proyecto Vialcyl (FOTO: Cartif)

La utilización de la sal como anticongelante es primordial durante el invierno para reducir el impacto de las condiciones meteorológicas adversas en las carreteras. Sin embargo, es patente que la sal acarrea numerosos problemas medioambientales y su uso ya ha sido prohibido en diversos países europeos. Encontrar nuevos fundentes que puedan sustituir o minimizar el empleo de sal supondría un importante paso. En el marco del proyecto regional Vialcyl, se han buscado nuevos fundentes en base a subproductos con amplia presencia en Castilla y León como melazas de la industria azucarera, residuos del proceso vitivinícola o salmueras y lactosueros procedentes de las empresas lácteas.

Tras varios años de trabajo, el equipo de Gestión Sostenible del centro tecnológico Cartif de Valladolid y el equipo de vialidad invernal de la empresa Collosa, que coordina el proyecto, han probado con éxito las nuevas mezclas en la carretera autonómica LE-321, en la provincia de León. Finalmente, se han obtenido resultados muy prometedores con dos corrientes excedentarias de la fabricación de azúcar, según la información de Cartif recogida por DiCYT.

Este estudio se enmarca en la tarea de sostenibilidad y ciclo de vida de las infraestructuras viarias, una de las siete que conforman el proyecto. Carlos García y Cristina Pardo, investigadores del Servicio de I+D+I de Collosa, explican que frente a los procesos tradicionales, en esta área se van a estudiar las posibles ventajas que conllevan nuevos métodos “como la incorporación de nanomateriales para dar mayores prestaciones al mortero convencional”. Por ejemplo, se prevé incorporar a las salidas y entradas a túneles nanopartículas de dióxido de titanio, para absorber agentes contaminantes como los óxidos de nitrógeno (NOX) procedentes de los gases de escape de los vehículos.

Otras tareas del proyecto se centran en el desarrollo de nuevos materiales para mezclas asfálticas o en la seguridad y la señalización. En este ámbito, trabajan en la automatización del proceso de pintado, que en la actualidad se desarrolla de forma imprecisa y poco adecuada para la seguridad de los operarios. También se indaga en pinturas “inteligentes”, capaces de cambiar de color en caso de intenso frío para avisar a los conductores del peligro de la formación de placas de hielo.

Nuevos sensores

Por otro lado, los investigadores avanzan en la inspección de las carreteras a través de sensores. Este apartado contribuiría a la correcta señalización en cuanto al estado del firme y en temas de vialidad invernal. La sal tiene, también en este apartado, un papel protagonista. Según indican los miembros del Servicio de I+D+i de Collosa, “se tratará de conocer la concentración de sal en dinámico a nivel superficial”, un trabajo muy complicado que se basará en sensores.

“Cuando se hace una vialidad invernal se extiende sal, independientemente de que ya haya o no. Lo que pretendemos es saber la concentración de sal que hay previamente en la carretera y a partir de unos parámetros umbrales saber si se tiene que extender más o no. Para ello hay que sensorizar la carretera y buscar un método que mida la concentración de sal en dinámico”, apuntan.

CGP/DICYT