Soria sirve de lienzo perfecto para revivir a Bécquer

No todo en la noche de difuntos es Halloween, ese vendaval de origen foráneo que especialmente en los últimos está omnipresente. A duras penas sobreviven tradiciones autóctonas. Una de ellas une para la eternidad a Soria con la literatura gracias al genio de Gustavo Adolfo Bécquer y sus leyendas. Anoche, la Asociación de Amigos de las Ánimas representó por segundo año consecutivo por las calles de la capital la leyenda del poeta sevillano.

Cerca de 2.000 personas arroparon el tétrico cortejo que arrancó desde el Rincón de Bécquer tras una proyección en la que se escuchó parte de la leyenda. Los esqueletos con jirones de los templarios avanzaron por las calles del centro hasta llegar al sotoplaya. El frío y la oscuridad envolvieron al gentío bajo la atenta mirada, pocos metros más alla, del Monte de las Ánimas. Una actuación musical de jóvenes del conservatorio sirvió de precedente a la lectura de la leyenda de Bécquer.

La profunda voz de Pepe Mediavilla, actor de doblaje, envolvió a la perfección los sucesos que narra el poeta que todavía hielan la sangre, y más si se está a unos pasos del  escenario real que sirvió de inspiración al poeta romántico.

Otro momento mágico se vivió cuando cinco valientes se atrevieron a pasar descalzos la alfombra de brasas, una tradición que se mantiene desde que la Asociación de Amigos de las Ánimas viene teatralizando la noche, antes en Las Cuevas y ahora en la capital. Como acto final, a eso de la una se arrojaron velas al Duero con palabras pertenecientes a la leyenda. Mucho frío para revivir a Bécquer en la noche de difuntos, pero sin duda, un año más, mereció la pena.

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