Los bisontes de la Montaña Palentina
Hace algunos años vi en televisión la noticia de que unos cuantos ejemplares de bisonte europeo habían sido introducidos en la Montaña Palentina. Pensé que sería una buena idea verlos en directo, y eso es lo que he hecho esta mañana.
La historia del bisonte europeo es apasionante. Sus diferentes subespecies fueron desapareciendo hasta extinguirse por completo a comienzos del siglo XX... salvo medio centenar de ejemplares repartidos en zoológicos de todo el mundo.
Comenzó entonces (1923) en Polonia una campaña para recuperar el 'Bison bonasus' y, con mucho esfuerzo, se ha llegado de momento a los 5.000 ejemplares, muchísimos de ellos en libertad en el Este de Europa.
En junio de 2010 llegaron en camiones a San Cebrián de Mudá los primeros ejemplares de la Reserva y Centro de Interpretación del Bisonte Europeo. En estos casi seis años ha habido algunas muertes y algunos nacimientos, pero en general la adaptación está siendo buena. Hay 13 ejemplares de este espectacular animal, el más grande que puebla Europa.
Dos de los grandes bisontes
He estado viendo la Reserva con el alcalde de San Cebrián y gran promotor de la misma, Jesús González, quien reconoce que la idea no fue suya pero que, cuando conoció la posibilidad, su gran empeño fue traerla a su pueblo, del que es alcalde desde hace 24 años.
El proceso duró casi diez años, pero lo consiguió. El objetivo era doble. Por un lado, colaborar en la recuperación de esta emblemática especie de la historia europea. Por otro, revitalizar su pueblo y asentar población. En la Reserva trabajan dos personas y vienen cada año unos 4.000 visitantes, con la intención de seguir creciendo.
Los bisontes viven en semilibertad. Cuando he estado esta mañana, después de haber visitado el Centro de Interpretación (recomendable), les acababan de dar de comer, así que no estaban en la pradera sino en el recinto donde les alimentan.
Posibilidad de dormir
Quien desee visitar la Reserva y quedarse a pasar el fin de semana, tiene un albergue y una nueva 'reserva' india con tiendas de campaña en las que es posible dormir. El complejo incluye también el Mirador de las Estrellas, un viejo silo reconvertido a observatorio.
He abandonado San Cebrián de Mudá dos horas después de haberlo alcanzado. Mi siguiente parada de hoy ha sido Cervera de Pisuerga. No paraba de llover. Aun así, me he acercado a la curiosísima ermita rupestre de San Vicente, un templo excavado en plena roca, muy lejos de la sillería.
La ermita rupestre de San Vicente
He seguido mi paseo por la Montaña Palentina por la Ruta de los Pantanos. He tomado café en el Parador de Cervera, donde estuve hace aproximadamente 18 años haciendo lo mismo.
El Parador estaba en mi camino hacia donde ahora me encuentro dispuesto a pernoctar, en Triollo. No ha parado de llover, así que el río Carrión baja desbocado. Apenas se intuye la gran cantidad de nieve que hay en las montañas cercanas por culpa de la niebla. Estoy justo debajo del Curavacas. Espero regresar sin esta lluvia.
